Guatemala – El partido político Movimiento Semilla anunció este lunes que presentará a la exfiscal Thelma Aldana como su candidata a la Presidencia de Guatemala para las próximas elecciones del 16 de junio.
La formación, de reciente creación, aseguró en un comunicado que Aldana será propuesta como aspirante a la Presidencia en su próxima asamblea nacional, de la que hasta el momento no ha dado fecha.
Esta decisión se produjo después de un «trabajo serio, sostenido y colectivo» entre el partido Movimiento Semilla y la Plataforma Ciudadana, liderada por Aldana, y tras el que se encontraron «coincidencias pragmáticas de principios y ética política».
Aldana, fiscal general de Guatemala de 2014 a 2018, tuvo un papel clave en la imputación que en 2015 desembocó en la salida del poder del expresidente Otto Pérez Molina y la entonces vicepresidenta, Roxana Baldetti, acusados de haber defraudado millones de dólares al Estado y procesados por varios casos de corrupción.
En varias ocasiones, como en una entrevista el año pasado con la Agencia EFE, la exfiscal había mostrado su deseo de participar en política para luchar contra la corrupción si encontraba una plataforma al margen de la «política partidista» que, en su opinión, ha diseñado el sistema corrupto que sufre su país.
Su última actuación en el cargo fue el pasado día 15 de mayo, cuando citó a declarar a cinco empresarios por presunta financiación ilegal de 1,2 millones de dólares del Frente de Convergencia nacional (FCN-Nación), partido que en 2015 llevó a la presidencia a Jimmy Morales, a quien en varias ocasiones a acusado de no ser un aliado en la lucha contra la corrupción.
Aldana y el jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el abogado colombiano Iván Velásquez, recibieron el pasado mes de septiembre el denominado Nobel Alternativo por su lucha contra la corrupción en este país centroamericano.
El jurado decidió otorgar el galardón honorífico, sin dotación económica, a Velásquez y Aldana por «su innovador trabajo al exponer el abuso de poder y enjuiciar la corrupción, reconstruyendo así la confianza de las personas en las instituciones públicas».
Ambos, proseguía el fallo, han liderado «una de las experiencias anticorrupción más exitosas del mundo», un modelo «único» de acción legal e internacional que puede ser «referencia» para países con problemas similares.
