La comparecencia de Morales se producirá tres meses antes de que, el 25 de enero, se celebre en Bolivia el referéndum sobre la nueva Constitución del país tras un difícil periodo de enfrentamientos con la oposición y duras negociaciones que requirieron la mediación de la comunidad internacional, la Iglesia y organismos regionales.
La del 19 de noviembre será la primera vez que el mandatario boliviano comparezca ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, formado por 34 países, desde que asumiera sus funciones ejecutivas en 2006.
El ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, ha visitado en varias ocasiones Washington para exponer en el Salón de las Américas de la sede de la OEA el proyecto de cambio de Morales.
Otros miembros del Gobierno boliviano también han acudido al organismo para explicar el proceso de la nueva Constitución.
En un comunicado, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, expresó su satisfacción de poder recibir la primera visita de Morales al organismo, y calificó de «histórica» la circunstancia que permitirá al mandatario exponer la esencia del proyecto político que sustenta los grandes cambios democráticos de su país.
Durante todo el proceso de negociación del Gobierno boliviano con sectores opositores, y a pedido del Ejecutivo, la OEA estuvo presente en las conversaciones a través del secretario general o de un representante personal de éste.
Además, el organismo interamericano envió ocho misiones a Bolivia para que mediaran en la crisis política tal y como le fue encomendado a Insulza por el Consejo Permanente del organismo.
El secretario de Asuntos Políticos de la OEA, el ex canciller argentino Dante Caputo, fue la cara visible de este esfuerzo, que incluyó una resolución en la que los Estados miembros respaldaron las instituciones democráticas, el diálogo y la paz en Bolivia.
El proceso de diálogo permitió la adopción por el Congreso de Bolivia, el 21 de octubre, de la Ley de Convocatoria a Referéndum para la aprobación de la nueva Constitución con la que Morales quiere «refundar» la nación.
En el marco de un acuerdo político con la oposición, se prevén además elecciones generales anticipadas para el 6 de diciembre del próximo año.
El consenso se logró después de que Morales renunciara a la posibilidad de una segunda reelección y aceptara la corrección de cien artículos de su proyecto constitucional, lo que equivale a una cuarta parte del documento aprobado por la Asamblea Constituyente en 2007.
El texto acaba con la discriminación de los indígenas, garantiza el respeto a diversas formas de trabajo como las comunitarias y cooperativas, reconoce las autonomías y no afecta a los derechos sobre la propiedad privada, según el Gobierno boliviano.