Brasilia – El ministro de Turismo de Brasil, Marcelo Álvaro Antonio, compareció este martes ante el Senado para explicar acusaciones de fraude electoral y afirmó que su permanencia en el cargo depende del presidente Jair Bolsonaro.
“Cuando hablo con el presidente, me pide que me concentre en el desarrollo del turismo en Brasil y en el potencial que tiene para la generación de riqueza, declaró el ministro ante presiones de algunos senadores de oposición, que demandaron su renuncia o separación del cargo mientras dure el juicio que enfrenta en los tribunales.
Antonio ha sido acusado por la Fiscalía de fraude electoral y apropiación indebida de fondos de campaña, presuntamente cometidos durante el proceso electoral del año pasado en su condición de jefe regional del Partido Social Liberal (PSL), que sirvió de plataforma a la candidatura del ultraderechista Bolsonaro.
Asimismo, enfrenta cargos de prácticas de “Caja B” (cuentas paralelas) en el estado de Minas Gerais, donde habría promovido “candidatos fantasmas” a fin de aumentar los recursos que le correspondían al PSL del llamado “fondo partidario”, constituido con dinero público y destinado a financiar campañas políticas.
Así como los senadores de oposición, algunos de partidos que respaldan al Gobierno también sugirieron al ministro que deje su cargo al menos hasta que la Justicia se pronuncie, pero Antonio insistió en que su permanencia depende “exclusivamente” del presidente.
Según Antonio, pese a las acusaciones formuladas por la Fiscalía ante la Justicia electoral de Minas Gerais, “no existe una prueba” que lo incrimine en alguna irregularidad en un proceso que, en su opinión, ha sido “montado con la complicidad de sectores de la gran prensa” de ese estado y sus “adversarios políticos” regionales.
El ministro se negó a identificar a esos supuestos enemigos de la política y se escudó en que “todo será esclarecido” en tribunales.
Antonio también diferenció su caso del que salpicó al exministro de la Secretaría General de Gobierno, Gustavo Bebianno, quien fue destituido en febrero pasado, tras dos meses en el cargo, también por sospechas de fraudes en las elecciones del año pasado.
Bebianno presidía el PSL en 2018, en plena campaña electoral, y era uno de los hombres de mayor confianza de Bolsonaro, pero la relación entre ambos se quebró por denuncias sobre asuntos similares a los que implican al titular de Turismo.
“Creo que (en el caso de Bebianno) hubo otras variables que acabaron con esa ruptura” y su salida del Gobierno, declaró.
Bebianno y Antonio fueron los únicos dos miembros del PSL que Bolsonaro incluyó en su gabinete de 22 ministros cuando asumió el poder, el 1 de enero pasado.
El partido está actualmente inmerso en una aguda crisis interna, desatada en parte por las sospechas de corrupción en la campaña y por rencillas generada a partir del enorme protagonismo cobrado en la formación por el diputado Eduardo Bolsonaro, uno de los tres hijos del mandatario volcado a la actividad política.
