En declaraciones a la emisora radio Globo, el ex funcionario dijo que si bien respetaba la postura de Manuel Zelaya, “no la comparto, hay puntos que se basan en ese comunicado que no son correctos, yo se lo he dicho al presidente Zelaya, porque siempre le he dicho las cosas de frente, seguimos siendo amigos y aquí no estamos en una especie de cofradía o que a la persona se le anule la posibilidad de expresar su propio criterio”, acotó.
“Yo iré a hablar con ésta o cualquier otra comisión que se conforme para contar lo que pasó en el país antes del 28 de junio, para contar todo lo que vivió el gobierno del presidente Zelaya y quienes le acompañamos en su gabinete, el cual ahora es un ex gabinete; hablar del gabinete de gobierno del presidente Zelaya a estas alturas no viene al caso, porque fuimos derrocados y ahora hay otro gobierno”, dijo Jiménez.
Sostuvo que si bien “podemos equivocarnos como seres humanos, en lo particular considero que es necesario que la Comisión de la Verdad tenga todos los elementos de juicio que pueda aportar a su trabajo, por eso sostuvimos con ellos una plática informal, y no me parece adecuado ese movimiento de descrédito que se está haciendo de todos sus miembros, todos ellos son gente honorable y es preciso que gocen de la credibilidad necesaria tanto nacional como internacionalmente”, dijo.
Jiménez destacó la trayectoria de los miembros de la Comisión de la Verdad y condenó las acciones denigratorias en contra de la misma y de sus integrantes, ya que “tratar de deslegitimar la honorabilidad de estas personas, no viene al caso”.
Junto al ex funcionario, se entrevistaron con los representantes de la Comisión de la Verdad, los ex miembros del gobierno zelayista, Armando Sarmiento, ex director de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) y Arístides Mejía, ex ministro de la Defensa y ex comisionado presidencial con rango de vicepresidente, una figura que no existe en la legislación nacional pero fue creada por el ex presidente Zelaya.
La reunión entre estos personeros y los comisionados de la Comisión, les ha valido fuertes críticas por parte del llamado frente nacional de resistencia zelayista y otros personajes del patio, al calificarlos de “traidores” y acusarlos de haberse puestos las “camisas blancas”, como denominan a quienes simpatizaron con la salida de Zelaya del poder.
No obstante, Jiménez fue claro al indicar que “a veces uno quisiera tapar el sol con un dedo, pero no se puede, hay un reconocimiento de la comunidad internacional país y al nuevo gobierno, y no considero que el insulto, la agresión, la manipulación e incluso la imputación de carácter injuriosa sea la vía para denigrar a las personas, por eso quiero ser claro y honesto con el pueblo hondureño”.
Destacó todos los esfuerzos hechos antes y posterior a la caída del ex presidente Zelaya y que ello no impide que siga siendo amigo del ex mandatario, “seguimos hablando, intercambiando correos electrónicos, incluso fui en febrero a visitarlo a República Dominicana, pero el hecho de no compartir un criterio no significa que vayamos a dejar la amistad. Yo creo que no pertenezco a ningún grupo que me obligue a matricular mi pensamiento, mucho menos obediencia debida, yo creo que hicimos lo correcto al ir a hablar con la Comisión de la Verdad”.
Zelaya en una nota enviada esta semana, prohibió a sus simpatizantes y ex funcionarios a dialogar con la Comisión de la Verdad por considerarla “golpista” y que tergiversaría “la verdad”, pero Jiménez considera que eso no es cierto y que propuso a los miembros ver la posibilidad de que el ex presidente presente propuestas y pueda tener algún interlocutor válido que se integre a la misma. “Es una idea que discutimos”, refirió.