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Miles de rusos desafían a Putin en protesta a favor del convaleciente Navalni

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Moscú – Miles de rusos desafiaron hoy la autoridad del presidente ruso, Vladímir Putin, que pronunció este miércoles el discurso anual sobre el estado de la nación, al participar en más de un centenar de ciudades en marchas a favor de la liberación del convaleciente líder de la oposición, Alexéi Navalni.

«¡Navalni, libertad», «¡Putin, ladrón!» o «¡Abajo el zar!», son algunos de los lemas que se podían escuchar o leer en las pancartas que ondearon los manifestantes en las protestas, que se saldaron con más de mil detenidos entre ciudades europeas y siberianas, según el portal OVD-Info, especializado en el seguimiento de arrestos,

Las protestas en apoyo al encarcelado líder opositor fueron una bofetada para Putin, que pronunció horas antes su discurso en la sala de exposiciones de la plaza del Manezh, que amaneció acordonada por las fuerzas de seguridad por miedo a provocaciones.

La persecución policial comenzó ya a primera hora de la mañana con opositores como la «número dos» de Navalni, Liubov Sóbol, y su portavoz, Kira Yarmish, y el registro de los domicilios de conocidos activistas, algo que la Unión Europea (UE) tachó de «lamentable».

El mayor número de detenciones se produjo en San Petersburgo, con al menos 351. En Moscú los agentes arrestaron al menos 20 personas.

CERCANÍAS DEL KREMLIN, EPICENTRO DE LAS PROTESTAS

Pese a que el Ministerio del Interior había amenazado con adoptar «todas las medidas» necesarias para mantener la ley y el orden en la capital y otras ciudades, al fin de la jornada laboral miles de personas acudieron al centro de ambas ciudades.

Según pudo constatar Efe, varios miles de personas acudieron a la llamada de la oposición en las cercanías del Kremlin, cifra que la policía situó en 6.500.

En la antigua capital zarista a su vez, millares de opositores -4.500, según la policía- participaron en la marcha, pese a la intensiva lluvia y la baja de las temperaturas, de acuerdo con un fotógrafo de Efe/Epa.

«Es de risa», dijo Leonid Vólkov, aliado de Navalni en el exilio, a lo que el director del Fondo de Lucha contra la Corrupción del líder opositor, Iván Zhdánov, propuso multiplicar esa cifra por diez.

«Somos gente pacífica. No rompemos ni destruimos nada, no matamos ni robamos a nadie. La policía debe defender al pueblo trabajador, no al Gobierno», comentó a Efe en Moscú Larisa.

Como la policía había cerrado todos los accesos a la plaza del Manezh, los opositores se concentraron frente a la Biblioteca Lenin, la calle Tverskaya y la Duma o cámara de los diputados.

«Esto es un completo absurdo. A Navalni lo están matando en prisión. He tenido que salir para sentirme persona», comentó por su parte Margarita a Efe frente a la estatua de Fiódor Dostoyevski.

Después, columnas de manifestantes marcharon en diferentes direcciones, entre ellas la plaza de Lubianka, donde se encuentra la sede del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), al que Navalni acusa de intentar asesinarle el año pasado en Siberia con el agente tóxico Novichok.

«Nosotros somos el poder», coreaban los activistas, entre los que apareció la esposa del opositor, Yulia, que fue ovacionada por los presentes, al igual que el hermano de Navalni, Oleg.

SAN PETERSBURGO Y SIBERIA

En la segunda ciudad del país, San Petersburgo, también varios miles de opositores se congregaron en torno a la Plaza del Palacio, cerrada a cal y canto por la policía.

Los manifestantes recorrieron el centro de la antigua capital zarista y se dirigieron a la sede del parlamento local, tras lo que comenzaron las detenciones a cargo de los efectivos antidisturbios.

En ambas ciudades la policía se personó en los lugares de la concentración con megáfonos y advirtió a los manifestantes de que se trataba de actos no autorizados que acarreaban arrestos administrativos.

Los primeros en dar inicio a las protestas fueron los habitantes de Vladivostok, en el lejano oriente ruso, y le secundaron las ciudades siberianas de Irkutsk, Omsk, Novosibirsk, Krasnoyarsk y la capital de los Urales, Yekaterimburgo.

Más de 200 personas fueron detenidas en Siberia, mientras el resto fueron apresados en la parte europea del país.

LA ONU DENUNCIA TORTURAS

El equipo de Navalni no quería aún sacar a la calle a los rusos, pero ante el delicado estado de salud del líder opositor, que lleva tres semanas en huelga de hambre en prisión para exigir que le atiendan médicos de su confianza, no se podía retrasar más las marchas para exigir su liberación.

El líder opositor tiene una doble hernia y una protusión discal, y ha adelgazado 16 kilos desde que ingresó en prisión en febrero pasado y 9 desde que se negó a ingerir comida. El domingo fue ingresado en un hospital penitenciario donde recibe suero y un tratamiento vitamínico.

Expertos de la ONU en derechos humanos alertaron hoy de que las condiciones en las que está retenido Navalni en una prisión de la región de Vladímir, a unos 200 kilómetros de Moscú, pueden equipararse a la tortura.

«Instamos a las autoridades rusas a que aseguren que Navalni tiene acceso a sus propios doctores y que permitan evacuarle para un tratamiento médico urgente en el extranjero, como se hizo en agosto de 2020», solicitaron.

La Defensora del Pueblo de Rusia, Tatiana Moskalkova, afirmó hoy no obstante que la vida del opositor no corre peligro y que ya ha sido visitado por cuatro médicos no vinculados con el sistema penitenciario, algo que los colaboradores de Navalni ponen en duda.

JS

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