Ciudad Juárez/Matamoros/Tijuana (México).- Tijuana, Matamoros y desde este viernes, Ciudad Juárez, son los tres puntos fronterizos mexicanos desde donde están ya cruzando migrantes hacia Estados Unidos para que una corte de inmigración revise sus casos de asilo.
El pasado 12 de febrero, el Gobierno de Joe Biden anunció la reapertura a partir del 19 de febrero de los casos de los solicitantes de asilo devueltos a México por un programa del expresidente Donald Trump.
Este programa, conocido como el Protocolo de Protección de Migrantes (MPP, en inglés) o «Remain in Mexico» (Permanecer en México), obligaba a estas personas a permanecer en México a la espera de sus citas en cortes de inmigración estadounidenses.
Tras el fin del programa, más de 200 migrantes han sido atendidos ya en Estados Unidos, algunos de ellos tras meses e incluso dos años de espera.
Aunque todavía se habla de cerca de 25.000 esperando en la frontera bajo el MPP.
«Hay mucho ánimo por parte de los refugiados, que han esperado hasta dos años en algunos casos», dijo a medios Enrique Valenzuela, coordinador general del Consejo Estatal de Población (Coespo) del estado de Chihuahua.
El traslado de los migrantes, continuó, es coordinado por las autoridades de México y Estados Unidos con el apoyo de varias agencias de la ONU como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) o la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Para vigilar la condición de salud de los migrantes, personal de la OIM realizaba este viernes pruebas de la covid-19 con los primeros seleccionados para cruzar.
Los primeros cruces desde Ciudad Juárez, según confirmó a medios la OIM, se dieron este viernes en la tarde sin problemas y fue un grupo de 25 personas. En su mayoría familias con niños.
Desde El Paso, el director del albergue Casa Anunciación, Rubén García, celebró la llegada de los migrantes y aseguró que les dará refugio mientras avanzan sus trámites.
El paso de los primeros migrantes coincidió con la visita «virtual» del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, por el puesto fronterizo de El Paso-Ciudad Juárez.
Blinken reiteró el compromiso del Gobierno del presidente Joe Biden de reformar el sistema migratorio.
En su alocución, subrayó el nuevo enfoque que la Administración de Biden está adoptando a la hora de abordar la inmigración.
«A cualquiera que esté pensando en embarcarse en ese viaje, nuestro mensaje es ‘no lo haga’. El presidente Biden está comprometido con una reforma de nuestro sistema migratorio y con garantizar un procesamiento seguro, ordenado y compasivo en nuestra frontera. Estas cosas toman su tiempo», indicó.
SE ACERCA EL FINAL DEL CAMPAMENTO
En Matamoros, en el noreste de México, el cruce de los migrantes a Estados Unidos se mantiene sin contratiempos y antes del mediodía de este viernes 30 solicitantes de asilo han sido internados en el país norteamericano bajo la supervisión de las organizaciones civiles e instancias gubernamentales.
En total ya son casi 100 personas las que se encuentran en territorio estadounidense tras cruzar desde Matamoros, algunos ya reunidos con sus familias para perfilarse a enfrentar el proceso para obtener una estancia legal.
Afortunadamente, hasta el momento no se han presentado casos positivos de coronavirus entre los que habitaban un precario campamento a orillas del río Bravo que fue un triste símbolo de este polémico programa creado por Trump.
«Gracias a Dios no hay casos positivos hasta ahora», declaró este viernes a EFE el sacerdote titular de la Pastoral Social de la Diócesis de Matamoros, Francisco Gallardo.
Durante meses, las cientos de familias enviadas a México a esperar su trámite por orden del Gobierno estadounidense anterior acamparon bajo condiciones insalubres mientras las organizaciones estadounidenses y mexicanas les prestaban asistencia.
Este viernes, en el principio del fin del campamento, trabajadores del Instituto Nacional de Migración (INM) ya retiraba algunas tiendas de campaña y pertenencias que dejaron los migrantes tras su partida.
TIJUANA, A CUENTAGOTAS
En Tijuana, en el noroeste de México, la situación es similar a Matamoros, pues desde el pasado 19 de febrero han cruzado la frontera grupos reducidos de migrantes bajo MPP.
Han pasado a cuentagotas, alrededor de 25 personas por día, y hasta ese 26 de febrero suman ya más de un centenar.
«El Gobierno ya está atendiendo en la primera etapa de casos abiertos del extinto programa MPP», dijo a EFE José María García Lara, activista y director del albergue Movimiento Juventud 2000.
Pero todavía hay cerca de 300 migrantes que no han corrido con esta suerte y se mantienen durmiendo a la intemperie en la garita de El Chaparral, en Tijuana, pues su ilusión es que Estados Unidos les abra las puertas, aunque ellos no forman parte del MPP.
«Quieren estar al pendiente por si en algún momento el Gobierno ayuda abriendo las puertas. Ellos tienen esa esperanza» luego de que Joe Biden diera «toda la vuelta» a las políticas de Trump, dijo García Lara.
(ir)