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Mientras precio del petróleo bate record, en Honduras gobierno y consumidores son indiferentes

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Tegucigalpa – Pese a que el mismo gobierno ha advertido que el galón de gasolina superior pronto alcanzará los 100 lempiras debido a la escalada del precio del petróleo en el mercado internacional, en Honduras ni el gobierno da el ejemplo ni la sociedad toman conciencia, la factura de combustibles sigue al alza y el derroche es evidente.
 

*La factura petrolera sigue imparable, los hondureños parece que están dispuestos a pagar cualquier precio y no sacrificar el derroche de carburantes.

*Las consecutivas alzas en el valor de los combustibles ya se comenzó a reflejar en el precio de los bienes y servicios, principalmente los productos de la canasta básica.

*La única salida que parece tener el gobierno es la reactivación del convenio con Petrocaribe, aunque también ha empezado a barajar una eventual liberalización de los combustibles, lo que desde ya tiene una férrea oposición.

En ese sentido, el patrón de consumo de combustibles se mantiene inalterable, lo que significa que la factura petrolera del país no registra ahorro alguno.

Consumo Imparable

El consumo de productos derivados de petróleo aumentó en un 1.7% al cierre del año anterior, según estadística del Consejo Hondureño de la Industria Petrolera (Cohpetrol).

En cifras redondas, ese incremento se traduce en 300 mil barriles de crudo, por lo que el consumo pasó de 17.3 millones de barriles en 2010 a 17.6 millones el año pasado.

Mientras el consumo de gasolina regular subió en menoscabo de la superior, el mayor consumo se dio en fuel oil que se utiliza para generar energía térmica, que pasó de 6 millones de barriles en 2010 a 6.6 en 2011, mientras que la demanda de diesel disminuyó en poca proporción al pasar de 5.5 millones de barriles en 2010 a 5.2 millones en 2011.

Sin embargo, el consumo de las gasolinas subió en 39,000 barriles, llegando a los 4.2 millones al finalizar el 2011. El consumo de gas LPG de uso doméstico también cayó en 110,000 barriles

Este año, la demanda de las gasolinas ha registrado un incremento del cinco por ciento, mientras el consumo del diesel y del queroseno muestra una elevación entre el 8 y el 10%.

En el transcurso de 2011, se contabilizaron 49 cambios en la estructura de precios de los derivados del petróleo. El mayor número de aumentos se concentra en la gasolina superior y en el diesel que experimentaron 31 modificaciones hacia el alza.

Por su parte, la gasolina regular experimentó 29 incrementos en su valor, de acuerdo con el historial de la Asociación de Distribuidores de Derivados del Petróleo (Ahdippe).

Cifras Record

Sin embargo, en lo que va de 2012, las gasolinas han experimentado 10 modificaciones hacia el alza por lo que esos combustibles, experimentarán cifras record en la nueva estructura de precios que entrará en vigencia a partir de este lunes 5 de marzo a las 6:00 de la mañana.

Durante 2011, el valor de los carburantes alcanzó su punto máximo de enero a mayo. La gasolina superior alcanzó su pico en mayo, cuando se cotizó en 95.51 lempiras. En lo que corresponde al diesel, su cotización cumbre fue de 82.71 lempiras siempre en el quinto mes del año.

La semana que recién acaba de terminar, el gobierno advirtió que el precio de la gasolina superior alcanzará los 100 lempiras por galón en las próximas semanas, de mantenerse la actual tendencia al alza del valor del barril de petróleo en los mercados internacionales.

La administración del presidente Porfirio Lobo, ha reiterado que no subsidiará el precio de los derivados del petróleo.

La titular de la Comisión Administradora del Petróleo (CAP), Norma Rauda, alertó a los consumidores sobre la irreversible alza a los carburantes y los precios históricos que se avecinan.

Rauda dijo que en este mes de marzo o la primera semana de abril, se podría alcanzar la cifra de los 100 lempiras por galón, algo que debería preocupar a toda la nación.

Preocupante y Alarmante

Sin embargo, la indiferencia del mismo gobierno y de los consumidores no sólo es preocupante, sino alarmante ya que los hondureños mantienen el mismo nivel de consumo y la factura petrolera sigue presionando las escuálidas finanzas del país.

Las anunciadas medidas de ahorro y consumo eficiente de los energéticos, que se vienen anunciando desde 2010 por parte del gobierno de Porfirio Lobo, quedaron en llamarada de tusa porque incluso las instituciones estatales incluida la propia presidencia de la República, continúan adquiriendo vehículos de alto cilindraje.

En Honduras cuando los precios internacionales del petróleo se mantienen hacia el alza, en Honduras se comienza a hablar de medidas de ahorro, pero en la práctica en las estaciones de carburantes se observan hasta largas filas de automóviles para ser abastecidos.

Para agravar la situación, el parque vehicular se ha incrementado de 900,000 a más de un millón de vehículos que han complicado el tráfico, particularmente en ciudades como Tegucigalpa y San Pedro Sula, donde los embotellamientos están a la orden del día.

Para los expertos, Honduras adolece de una verdadera política energética y las proyecciones para 2012 es que el barril del petróleo suba hasta 120 dólares con el consecuente impacto negativo sobre la economía nacional.

La directora de la Comisión Administradora del Petróleo (CAP), Norma Rauda, detalló que este año la factura petrolera de Honduras ascendió a 1,400 millones de dólares, por lo que en relación al año anterior se incrementó en 250 millones de dólares.

En ese sentido, los pronósticos de ese organismo, adscrito a la Secretaría de Industria y Comercio, es que el consumo de combustible este, alcanzaría los 22 millones de galones.

Tabla de Salvación

Ante esa situación, la única salida que parece tener el gobierno de Lobo es parapetarse en la reactivación del convenio de Petrocaribe y en ese sentido, el canciller, Arturo Corrales, aseguró que ya existe una programación para las primeras importaciones de combustibles al país bajo ese mecanismo.

Según el funcionario, quien tiene un gran protagonismo en la administración Lobo, el reingreso de Honduras a esa iniciativa del gobierno de Venezuela ha avanzado y que fruto de estas negociaciones ya existe un cronograma para importar combustibles bajo esta iniciativa, pero la reactivación del convenio parece ir para largo.

Por su lado, el presidente Lobo ha repetido varias veces a lo largo y ancho del país, que “Honduras está lista para cuando Venezuela esté lista con Petrocaribe” y que mediante ese mecanismo, los productores nacionales tendrían la oportunidad y el beneficio de venderle sus productos a ese país sudamericano y el gobierno pagaría los combustibles, como un canje de la deuda.

Mientras tanto, los hondureños pagarán a partir del próximo lunes un precio récord por el galón de gasolina superior, al alcanzar los 96.07 lempiras, tras la décima alza consecutiva aplicada por el gobierno de Lobo en lo que va del 2012.

Ese dramático incremento en el valor de los carburantes en las bombas de las gasolineras ya comenzó a reflejarse en la comercialización de bienes y servicios, principalmente en los productos de la canasta básica y en el valor del pasaje en el taxi colectivo y el transporte urbano e interurbano, ante la pasmosa tranquilidad del gobierno, cuyo titular parece estar más entretenido en la campaña política.

El propio nuevo ministro de Industria y Comercio, ha revelado que en este momento no se ha considerado ningún plan de ahorro a pesar que la ministra de la Presidencia, María Antonieta Guillén, asevera que ese tipo de medidas están contempladas dentro de un plan anticrisis y en el gran pacto nacional.

En ese sentido, los expertos en el tema energético, han urgido al gobierno para que inicie de inmediato un gran programa de ahorro de los carburantes para lo cual debe dar el ejemplo.

Una de esas medidas debería ser reducir la impresionante caravana de vehículos de seguridad de alto cilindraje que utilizan varios funcionarios para desplazarse por la ciudad.

Asimismo, los consumidores deben concientizarse y hacer un uso eficiente de su vehículo el cual deben utilizar solamente para las actividades necesarias y abstenerse de adquirir automóviles ineficientes.

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