“Queremos hacer conciencia en los líderes estadounidenses que toman decisiones, que comprendan que una Honduras, un Centroamérica con violencia a raíz de las drogas, con falta de oportunidades, con un crecimiento económico que no va al ritmo del crecimiento de su población, es un enorme costo y riesgo para la seguridad de Estados Unidos”, indicó el mandatario.
Añadió que si por el contrario, si Centroamérica, es una zona de paz, de crecimiento, de prosperidad, es una gran inversión para Estados Unidos y eso es lo que los mandatarios del Triángulo Norte quieren que los líderes en Washington entiendan.
Indicó que para llevarlos a ese punto, han venido utilizando información de sus propias agencias estadounidenses y hay un mapa muy revelador de donde sale ese gran flujo de niños migrantes y cuando se contrapone al mapa del flujo de la droga que genera violencia, se constata que calza perfectamente en el caso de Honduras.
De ahí la tesis que el tráfico de drogas genera violencia, violencia genera migración, menos oportunidades y se les ha explicado que ese monstruo del crimen organizado no solamente tiene la faceta del tráfico de drogas, sino que son las mismas redes que se dedican al tráfico de personas que son los “coyotes” que regresan con armas de Estados Unidos a Centro o Suramérica y regresan los dólares producto de la droga.
“Ellos deben de entender que ese monstruo tiene un pié aquí en Estados Unidos y también en Centroamérica y México y por eso el abordaje a este problema debe ser integral y buscando solucionar la raíz del problema; hay que entender a los niños que están aquí y hemos exigido que se respete el interés primordial del niño, el deseo natural de reunificarse, y eso tiene que respetarse”, expresó Hernández.
Aclaró que si se trata de niños que no tienen familiares en Estados Unidos y la ley no los ampara, la obligación de los gobiernos centroamericanos es recibirlos, pero también se ha dejado claro que buena parte de la economía pujante estadounidense tiene que ver con los migrantes, con los latinos, con gente que no está documentada, pero que trabaja honradamente.
“Les hemos dicho que los niños que vienen aquí, no son delincuentes, son seres humanos vulnerables que no quisiéramos nosotros que pasaran esa odisea, pero si no entendemos que hay que trabajar juntos, estamos en problemas”, refirió.
No obstante, aseveró que luego de las reuniones que hasta el momento han sostenido los mandatarios centroamericanos con líderes estadounidenses en Washington, es bastante esperanzador y la única preocupación es que se está a las puertas de una elección legislativa en Estados Unidos y demócratas y republicanos están en una lucha muy fuerte.
En ese sentido, “yo esperaría que ese debate electoral, no vaya a seguir causando daño a esta iniciativa que creo que ellos reconocen que por primera vez ha venido Centroamérica con posiciones claras y ellos ya se dan cuenta de lo que estamos haciendo”.
Señaló que la propuesta que presentaran al presidente Obama, es una mezcla del Plan Colombia y lo que lanzó el ex presidente estadounidense John F. Kennedy que se conoció como “Alianza para el Progreso”, pero al final lo que se quiere es un plan conjunto que genere oportunidades de crecimiento económico, que reduzca la droga, la violencia, acción social, educación, emprendedurismo y eso es lo que se le ha dicho a los líderes en Estados Unidos.
Destacó que el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, general John Kelly, ha sido un gran activo para Estados Unidos y para Honduras, porque es impresionante el nivel de desconocimiento y desinformación que tienen los líderes en Washington y por eso ha valido la pena conversar con ellos.
Sobre la petición de asilo político o el otorgamiento de visas especiales para los niños migrantes no acompañados, el gobernante dijo que no quiere tocar ese tema como algo dado porque ha llegado a Estados Unidos a hacer crítica sobre las ambigüedades y falta de claridad en la política migratoria estadounidense, porque considera que de eso se han agarrado los “coyotes” para abusar perversamente de la necesidad de reunificación de la familia.
La crisis humanitaria que supone la acelerada migración de menores hacia Estados Unidos es tema de agenda en una cita entre el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama y los mandatarios del Triángulo Norte.
Graco Pérez, especialista en Derecho Internacional dijo que las expresiones del presidente Hernández sobre la ambigüedad de las políticas migratorias en Estados Unidos, no detendrán las deportaciones y tampoco tendrá un efecto positivo.
Consideró que la reunión de los presidentes de Centroamérica, es muy importante, hay que destacar que la crisis humanitaria que se ha desatado con los emigrantes es lo que ha vuelto la mirada de Estados Unidos, porque Centroamérica y América Latina en general han estado abandonadas porque ellos han estado concentrados en otros conflictos.
En cuanto a la otra figura de asilo político o refugiado que se está manejando es una solución que podría servir solo para los menores que ya están dentro, sin embargo no frenaría de ninguna forma la migración.
Por otra parte se mandaría un mal mensaje porque significaría que hay una guerra de delincuencia o catástrofe lo que también frenaría la inversión señalo Pérez
De modo que la petición al presidente Barack Obama, debe estar orientado a programas que generen inversión y ayuden a mejorar el estancamiento económico y a generar oportunidades dentro de las naciones puntualizó.
