La comisionada del INM, Cecilia Romero, dijo a legisladores que en esa frontera se registran 1,8 millones de cruces anualmente, de los cuales el 85% corresponde al paso de personas con documentos y que lo hacen varias veces porque trabajan o estudian de este lado, y el restante 15% a inmigrantes indocumentados.
La mayor parte de los inmigrantes indocumentados proviene de países centroamericanos y su meta es llegar a EE.UU., pero solo uno de cada cinco que pasa por la frontera sur de México llega a territorio estadounidense, aseguró.
La funcionaria, que se reunió con la Segunda Comisión de la Permanente Legislativa, indicó que el Instituto a su cargo puso en marcha el programa de Migración para la Frontera Sur, el cual facilitará el flujo de los inmigrantes documentados para garantizar sus derechos humanos y reforzar la seguridad en la región.
Anunció que antes de que concluya este año se iniciará la construcción de cinco nuevas estaciones migratorias en la Península de Yucatán (este) y en los estados de Chiapas y Campeche (sur).
Por otra parte, señaló que el INM colabora en las investigaciones que lleva a cabo la Fiscalía mexicana en el caso de los 33 cubanos y cuatro centroamericanos que en junio pasado fueron rescatados de manos de las autoridades por un comando de hombres armados.
Los sujetos armados secuestraron en Chiapas un autobús del INM, vigilado por siete agentes migratorios y en el que iban los 33 cubanos indocumentados y los cuatro centroamericanos.
Varios de los cubanos, se supo después, llegaron a Estados Unidos.
Actualmente, siete agentes migratorios están sujetos a investigación y otros funcionarios han sido separados de sus cargos por este hecho.
La funcionaria afirmó que el INM tiene un programa de combate a la corrupción por el que han sido despedidos 196 empleados y otros 347 han sido reubicados.