Durante una gira por el central estado de Guanajuato, el mandatario dijo que la información de la que se dispone muestra «con claridad» que Lazcano fue «abatido, resistiendo a la autoridad, como consecuencia de un operativo» en la localidad de Progreso, en el noreste de México.
«El Lazca», también conocido como el «Z3» o «El Verdugo», era uno de los criminales «más peligrosos» del país, apuntó Calderón, quien destacó que era desertor del Ejército y estaba al frente de una organización responsable de «un sinnúmero de crímenes de alto impacto».
El gobernante, quien en ningún momento se refirió al robo del cuerpo, elogió a la Marina por este golpe, considerado por varios expertos el más importante de esta Administración, y por otros registrados en las últimas semanas que han «debilitado sustancialmente» a varias de las organizaciones criminales del país.
Sin embargo, el anuncio de Calderón se vio empañado por el de la fiscalía de Coahuila, que reveló que un comando «fuertemente armado» irrumpió el lunes en una funeraria de la localidad de Sabinas y se llevó el cadáver de «El Lazca» y de otro delincuente que murió en el mismo choque con la Marina.
Desde Saltillo, capital del estado norteño, el fiscal Homero Ramos explicó en una rueda de prensa que antes del robo los miembros del cuerpo de servicios periciales ya habían tomado «las huellas digitales de los cadáveres, así como fotografías de los mismos para proceder a su identificación».
También «realizaron la necropsia para determinar la causa de la muerte», así como un «análisis comparativo de la fotografía del cadáver con la que se tenía de Heriberto Lazcano Lazcano en servicios periciales».
La comparación resultó «positiva» en el caso de las fotografías y las huellas dactilares, añadió Romero.
Unas horas antes, la Marina mexicana había señalado que coincidían las huellas dactilares y los rasgos fisonómicos, según los primeros estudios.
Además, habló de «indicios» y destacó que «con la información y muestras recabadas durante la necropsia de ley» continuarían las pruebas periciales.
El fiscal Ramos precisó que el enfrentamiento se produjo la tarde del domingo en las inmediaciones de una cancha de béisbol cuando personal naval hizo el alto a un vehículo con dos sujetos «en actitud sospechosa» para hacer una revisión.
«El Lazca» y su acompañante, identificado como Mario Alberto Rodríguez, de 44 años, se dieron a la fuga y comenzaron a disparar contra los soldados de la Armada, quienes respondieron a la agresión, provocándoles la muerte.
En el vehículo fue hallado un lanzacohetes con dos proyectiles, dos granadas de fragmentación, armas y municiones de diferentes calibres, añadió el funcionario.
El Gobierno mexicano ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos (2,3 millones de dólares) por información que llevara a la captura de «El Lazca», una cifra que Estados Unidos, que le consideraba un «objetivo prioritario», fijó en 5 millones de dólares.
La captura del líder y fundador de Los Zetas, el grupo más sanguinario de México y que extiende sus tentáculos a Centroamérica, eleva a 25 el número de criminales de alto perfil detenidos o abatidos por las fuerzas de seguridad durante la actual Administración.
Se trata de «más de dos terceras partes de la lista de los criminales más buscados del país», presumió hoy el mandatario, quien insistió en la recta final de su mandato que el combate frontal al crimen organizado debe continuar.
Recordó las recientes capturas de los líderes del cartel del Golfo, Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias «El Coss», y Mario Cárdenas Guillén, y un «número considerable» de jefes «zetas», entre ellos Iván Velázquez, alias «Z-50», y Salvador Alfonso Martínez, «Ardilla», presunto responsable de más de 300 muertes.
Esa es la ruta «para ganar la batalla a la criminalidad» y construir un México seguro y en paz, aseguró Calderón, quien el próximo 1 de diciembre entregará el poder a Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los Zetas, un grupo integrado por desertores del Ejército en 1999, surgieron como brazo armado del cartel del Golfo, pero en 2010 se separaron y desde entonces han protagonizado algunos de los episodios más cruentos de la violencia vinculada al narcotráfico en México.
Perfil El máximo líder de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, «El Lazca» o el «Z3», fue un militar de elite antes de pasarse al otro bando y fundar uno de los grupos delictivos más sanguinarios de México Nacido en 1975 en Apan, en el central estado de Hidalgo, Lazcano ingresó al Ejército el 5 de julio de 1991 y lo abandonó el 27 de marzo de 1998 siendo cabo de infantería, luego de ser reclutado por Arturo Guzmán Decena, alias «El Z1», quien murió en 2002. Con una formación militar de elite en los Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales (Gafes), la vida de «El Lazca» dio un giro radical cuando se incorporó al cártel del Golfo como escolta personal de Osiel Cárdenas Guillén, entonces máximo dirigente del grupo criminal. Los Zetas fueron el brazo armado del cártel del Golfo durante una década, pero a principios de 2010 se escindieron de esa organización y comenzaron una cruenta lucha por el control de los territorios. La proyección definitiva de «El Lazca», también conocido como «El Verdugo», al liderazgo de Los Zetas ocurrió en 2004, cuando fue detenido en Matamoros, estado de Tamaulipas, su entonces líder, Rogelio González Pizaña, alias «El Z2». El periodista Diego Enrique Osorno explicó recientemente a Efe que Los Zetas, bajo la dirección de «El Lazca», pasaron a representar «la modernidad del ‘narco'» y como novedad prescindieron de los grandes pactos con otros grupos rivales para ser más autónomos. «Han usado la violencia extrema como su forma de posicionarse», dijo al describir la organización como «una empresa mercenaria» que busca el control de territorios «para que por ellos pase desde cocaína, procedente de Colombia, hasta personas desde Centroamérica». Lazcano refinó la organización de este grupo, que ha desarrollado un intenso entrenamiento en ranchos y cuenta con redes de comunicación muy desarrolladas y una estructura en la que las células operativas prácticamente desconocen quiénes integran las otras. Bajo la dirección de «El Lazca», Los Zetas perpetraron la matanza del 25 de agosto de 2011 contra el Casino Royale de Monterrey, donde murieron 52 personas, y la de 72 inmigrantes ocurrida en San Fernando, en el estado de Tamaulipas, en agosto de 2010, entre otras. Además de ser uno de los líderes criminales más peligrosos del país, era un personaje excéntrico. Hace dos años ordenó la construcción de un mausoleo en el panteón de San Francisco de la localidad de Tezontle, en su natal Hidalgo, a un kilómetro de la iglesia de Nuestra Señora de los Lagos. Durante las festividades de la patrona de la iglesia, el 2 de febrero, se coloca un arreglo floral en honor de la familia Lazcano, y por la noche hay conciertos con distintos grupos de música norteña. Allí deberá descansar el cuerpo del líder zeta, que este lunes fue robado por un comando armado de una funeraria de Sabinas. En los últimos tiempos «El Lazca» enfrentaba una crisis de liderazgo por una supuesta sublevación del número dos de la organización, Miguel Ángel Treviño Morales, alias «El Z-40», lo que explicaría su salida del estado de Tamaulipas al de Coahuila. En declaraciones recientes, la fiscal general de México, Marisela Morales, dijo haber recibido reportes de inteligencia que aludían a una disputa entre los máximos dirigentes de Los Zetas por el control del grupo. Los Zetas, que han extendido su actividad a Centroamérica, disputaron en los últimos meses el control del noreste de México al cártel del Golfo y al de Sinaloa, liderado este último por el hombre más buscado de México, Joaquín «El Chapo» Guzmán. |