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Mel Zelaya, el “Pitágoras” de las matemáticas electorales de Honduras

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Tegucigalpa – A más de un mes de haber acudido los votantes a los centros electorales y conocerse desde la noche del 24 de noviembre el ganador de los mismos, el oficialista Juan Orlando Hernández, en estos casi 40 días los hondureños han conocido una nueva faceta del ex presidente Manuel Zelaya: la de un Pitágoras, convertido en la versión catracha en un matemático electoral. La nueva fase del ex gobernante también contrasta con la ambivalencia de sus posiciones políticas.
 

Pitágoras es considerado por las ciencias históricas como el primer “matemático puro”, aunque también se acepta que ya antes había estudios de las matemáticas en la antigua Grecia, así como en la India y el mundo árabe, pero su reconocimiento proviene de haber sido el exponer los teoremas y su comprobación.

Zelaya ha pretendido utilizar las matemáticas para reclamar lo que considera la victoria de su esposa Xiomara Castro en las pasadas elecciones y que en su imaginario le han sido “robadas” por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en beneficio de Hernandez.

En su defensa, Zelaya ha ensayado una serie de defensas y para ello se ha valido de los números, en una demostración de conocimientos profundos de las matemáticas, pretendiendo erigirse en un moderno Pitágoras electoral.

Su proeza con los números electorales comenzó apenas tres horas después del cierre de las urnas, cuando al conocer que los resultados de las primeras urnas no favorecían a su esposa, saca a escena a Xiomara Castro y se proclama a las 8:35 PM del domingo 24 de noviembre como “la presidenta de Honduras”, destacando que había ganado por tres puntos de diferencia.

En la televisión se observa cuando Xiomara Castro lee una hoja sostenida por Zelaya donde lee que Libre, el partido fundado por Zelaya y de la cual Castro fue su candidata presidencial, obtuvo el 29 por ciento de los votos, Hernández el 26 por ciento, el partido Liberal el 20 por ciento y el PAC el 17 por ciento.

Xiomara Castro, esposa de Zelaya, sostiene que los datos pertenecen a una encuesta de boca de urna, aunque nunca citó a la empresa responsable, en su cuenta de Twitter señala que la fuente fue Telesur, la cadena latinoamericana de noticias financiada por el gobierno de Venezuela.

Cambian los números

Pero al destacar el TSE que el ganador de los comicios fue Hernández con el 36 por ciento de los votos, mientras Castro logró el 28 por ciento, Zelaya impugna los comicios y destaca que el ganador fue su esposa con una diferencia de 1.8 por ciento de diferencia en relación a su adversario.

Nuevamente el coordinador de Libre cambió la diferencia en relación a Hernández, pero sin citar base alguna.

Posteriormente acudió a la Corte Suprema de Justicia a reclamar la nulidad de los comicios e indica que no se contaron adecuadamente 3,604 actas de las 16,135 que se escrutaron y que ello representó que unos 150,000 votos fueran dados a Hernández en forma irregular.

Pero el TSE destacó que acudieron a las urnas 3.2 millones de votantes, de manera que el 1.8 por ciento de diferencia que Zelaya afirma tener a su favor representan 57,600 sufragios, de manera que los 150,000 que alega le fueron quitados a Xiomara no tienen base matemática.

Las “matemáticas” electorales de Zelaya son confusas y no tienen la base de la escuela Pitagórica, aunque no es la única zona donde no hay claridad.

Igualmente, la confusión con que maneja los números se traslada a sus posiciones políticas, ya que afirmó recientemente que reconocía el gobierno de Hernández, aunque lo consideró “cuestionado e ilegítimo”, algo poco comprensible, ya que cuando se reconoce una administración se le otorga legitimidad política.

Pero sus declaraciones fueron rechazadas por sus propios compañeros del partido Libre, a tal grado que se vio obligado a modificar su posición, algo poco visto cuando un líder de partido es cuestionado por sus bases.

La posición de Zelaya se ha visto tan debilitada que incluso sus aliados de los gobiernos de izquierda latinoamericana, como Daniel Ortega de Nicaragua, Mauricio Funes de El Salvador y Raúl Castro de Cuba enviaron felicitaciones a Juan Hernández reconociendo la legitimidad de su triunfo y su futura administración, mientras Libre juega a desconocer los resultados.

Pero mientras los teoremas de Pitágoras de Samos son considerados válidos tres mil años después de su enunciación, Zelaya de Olancho no puede sostener sus números ni en poco más de 40 días después de las elecciones.

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