Tegucigalpa – Las autoridades colombianas requirieron en las últimas horas en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, al hondureño Ramón Matta Waldurraga, en cumplimiento en una alerta roja internacional librada por tribunales de Honduras.
La versión fue confirmada a Proceso Digital por el apoderado legal de Matta Waldurraga, abogado Marlon Duarte, explicó que el hondureño salió de Colombia para presentarse ante las autoridades estadounidenses que lo acusaron por el delito de narcotráfico.
En ese sentido, tras presentarse voluntariamente ante una corte de Estados Unidos, Matta Waldurraga fue declarado culpable y al cumplir el tiempo servido de la condena de 26 meses, lógicamente Estados Unidos lo envió de vuelta a Colombia, explicó Duarte quien apuntó que su cliente posee la doble nacionalidad, es decir que además de ser hondureño, también es colombiano.
Refirió que hace dos años, cuando Matta Waldurraga se presentó voluntariamente ante la justicia estadounidense en Honduras le armaron un caso penal en el que el juez Claudio Daniel Aguilar, “de manera ilegal” puso en secretividad el expediente.
Indicó que la secretividad sólo es para las diligencias de investigaciones en virtud que todos los expedientes son públicos por eso es que se viene el nombre de juicio oral y público. “No puede existir secretividad de ningún expediente ya una vez judicializada la causa, puede mantenerse en reserva, pero no puede ser declarado en secretividad y en reserva para que no se vaya a perder ningún documento”, acotó.
“Lo más raro de esto es que el juez Claudio Daniel Aguilar en lo que él recibió el expediente y le solicitaron que emitiera órdenes de captura, lógicamente él lo resuelve en el expediente, pero lo más asombroso de esto es que él lo debió haber mandado las órdenes de captura en todo caso a Interpol porque así dice la ley, pero la manda hasta que se da cuenta que Moncho Matta va a salir, entonces ya la manda a Interpol”, detalló.
En ese sentido, consideró que en este caso existe malicia y la mala fe del juez Aguilar ya que Juan Ramón Matta Waldurraga ya fue juzgado por los hechos que el Ministerio Público le imputa, pero aun así la Fiscalía introdujo el expediente ante un juez que le resuelve todo y éste emite la orden de captura paradójicamente el día que salió de cumplir la condena en Estados Unidos.
Duarte apuntó que los abogados en Colombia están haciendo todas las diligencias jurídicas necesarias en beneficio del imputado y ese es un trámite que lleva más de 60 días, en todo caso si él decidiera hacer una entrega o extradición expedita al gobierno de Honduras que es el gobierno requirente.
No obstante, indicó que ningún ciudadano de un país, por más pobre que sea, va a querer venir a someterse a las autoridades hondureñas peor ante ese juez que es un verdugo y que “todos los abogados conocemos las acciones ilegales que él hace y amparado no sé en quién que lo protege porque parece que es el personaje más poderoso del país”.
Matta fue requerido por miembros de la Policía colombiana, quienes al cotejar la información personal constataron que existía una orden de captura por el delito de lavado de activos en perjuicio de la economía del Estado de Honduras, emitida por el Juzgado de Letras en Competencia Territorial Nacional en Materia Penal.
La orden de captura fue emitida en Tegucigalpa el 16 de junio de 2017 por suponerlo responsable a título de autor directo de la comisión del delito de lavado de activos.
Matta Waldurraga se entregó voluntariamente a las autoridades estadounidenses en 2017 para enfrentar un juicio en su contra, por tráfico de drogas desde Honduras ese país por lo que fue declarado culpable ese mismo año.
No obstante, después de recibir una condena de tiempo servido, cumpliendo 26 meses de reclusión, Matta recobró su libertad en Estados Unidos en octubre pasado.
Matta Waldurraga es hijo de Ramón Matta Ballesteros, de 72 años, un excapo de la droga que fue uno de los primeros hondureños que hicieron negocios de tráfico de cocaína con capos colombianos y mexicanos. El padre de Matta Waldurraga también fue el primer hondureño extraditado a Estados Unidos a finales de la década de los 80.
