Entre los fallecidos se encuentran 89 policías y soldados iraquíes, de los cuales 34 murieron en Bagdad.
Del total de muertos, 176 perdieron la vida en ataques en la capital, agregaron las fuentes.
Las víctimas se han producido debido a ataques con cuatro coches bomba, 24 asesinatos con pistolas con silenciadores, dos atentados con cinturones de explosivos, 136 artefactos explosivos y 113 proyectiles de mortero.
El pasado mes de junio había marcado una disminución notable de la violencia desde las elecciones legislativas de marzo.
Según los datos de la ONG Observador de Libertades Constitucionales incluidos en un estudio sobre los últimos seis meses, 2.405 personas han muerto en este periodo, otras 7.163 han resultado heridas y 63 han sido secuestradas.