En su discurso en el acto oficial, celebrado en la sede del Tribunal Electoral, el gobernante aseveró que el 1 de julio de 2014 se sentirá «feliz de hacer entrega de la banda presidencial a quien gane».
«Lo haré con la tranquilidad del que ha cumplido su deber» porque, resaltó Martinelli, dejará «un país cambiado, donde hay oportunidad para todos», y con las «bases para que continúe en la senda del progreso y bienestar que los panameños merecen».
La oposición acusa a Martinelli de autoritario y no descarta que aún tenga bajo la manga alguna jugada jurídica para abrir el camino a su reelección presidencial inmediata, algo que prohíbe la Constitución y el gobernante siempre ha negado.
Martinelli destacó en su breve intervención oficial que su Administración ha «dado al Tribunal Electoral todos los recursos económicos» para la organización de los comicios, y sostuvo que en cumplimento de la ley traspasará en su momento el mando de los estamentos de seguridad al organismo de comicios.
«Dictaremos el decreto Ejecutivo 6 días antes de los comicios» para que la Policía Nacional, el Servicio Nacional Aeronaval (Senan), el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y el Servicio de Protección Institucional (SPI) queden bajo las órdenes del Tribunal Electoral y los votantes puedan acudir a las urnas «con la tranquilidad de que habrá un clima propicio» para ello, dijo.
Más 2,4 millones de panameños fueron convocados a las urnas el próximo 4 de mayo para elegir al presidente, vicepresidente, 20 diputado al Parlamento Centroamericano (Parlacen), 71 diputados a la Asamblea Nacional, 77 alcaldes, 648 representes de corregimiento y 7 concejales, todos con sus respectivos suplentes.
El proceso de comicios tiene un costo de 55,7 millones de dólares, un 44 % más que las de 2009, según reveló este miércoles el miembro vocal del Tribunal Electoral, magistrado Heriberto Araúz.