Maradona apuntó que está «con ganas de seguir» aunque aclaró que su continuidad dependerá de la reunión que mantendrá «esta semana» con el presidente de la AFA, Julio Grondona.
«El resultado (de la reunión) va a depender de lo que él quiera y que acepte de lo que yo le pida», comentó.
«No hay ninguna posibilidad de que siga como entrenador de la selección si me quieren sacar a (Alejandro) Mancuso o (Héctor) Enrique (sus ayudantes de campo) o a un masajista, o me quieran poner a éste o al otro», advirtió.
También negó tajantemente conflictos internos en la plantilla argentina, entre ellos que el centrocampista Sebastián Verón se haya «peleado» con Mancuso.
El seleccionador argentino dijo que no ha vuelto a ver el partido que su equipo perdió 4-0 con Alemania en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica ni se propone verlo «nunca jamás».
«No nos merecíamos terminar así y el trabajo que se hizo fue bueno», señaló.
Maradona regresó este sábado de Caracas, donde estuvo reunido con el presidente venezolano, Hugo Chávez, viaje que obligó a aplazar la reunión que Grondona tenía previsto mantener con él la pasada semana.
Portavoces de la federación argentina dejaron trascender a la prensa que Grondona está molesto por la demora para definir la situación de Maradona en vista de que Argentina tiene pactado un amistoso con Irlanda el 11 de agosto próximo en Dublín y otro con España, el 7 de septiembre, en Buenos Aires.
