Desiré Rosales, directora del COHCIT manifestó que en una escuela de la comunidad de La Unión, departamento de Olancho, los docentes por tercera vez se han negado a recibir 15 computadores que han sido asignados para que los escolares adquieran educación informática.
La funcionaria sugirió que si los mentores no quieren tomar las máquinas que la sociedad de padres de familias de las escuelas o el patronato de las comunidades se organicen y puedan ellos abrir las instituciones educativas para que las personas encargadas de entregarlas no se regresen con los computadores.
Según Rosales, son unas 30,000 computadoras que el gobierno de Japón donó a Honduras y que a través del COHCIT son repartidas en los centros escolares más alejados del país, que no cuentan con el sistema de cómputo.
