Inicialmente los dirigentes magisteriales Sergio Rivera y Edwin Oliva dijeron tener informes del fallecimiento de la madre de Lara, identificada como Francisca Lara, de 70 años de edad, quien padecía de problemas cardíacos, pero horas después la información fue desmentida
Doña Francisca%26nbsp;reside en la%26nbsp;comunidad de El Níspero, Cucuyagua, en el occidental departamento de Copán.
Rivera atribuyó el asesinato de Wilfredo Lara a “la campaña de odio” emprendida, según él, desde la secretaría de Prensa de Casa Presidencial.
“Pueden estar felices pero no nos han destruido, estamos con el pueblo y seguimos luchando”, agregó.
“Estos son los resultados de la campaña de odio, hoy cualquier persona que vea a alguien protestar ya sea a los fiscales, a los médicos, a los maestros, a los campesinos, a los medios de comunicación cuando se les ponen mordazas”, dijo, por su parte, Oliva.
El dirigente estimó que “cualquiera con esa campaña de odio los va a rechazar, los va a amenazar o los va a matar como es la inducción que están haciendo a través de una campaña masiva que se dirige a través de la secretaría de Prensa del Gobierno”.
Los dirigentes magisteriales declararon que la muerte de Lara y el infarto que sufrió su madre%26nbsp;obligan a la reprogramación de las actividades previstas para mañana por la Coordinadora Nacional de Resistencia (CNR), a nivel nacional.
“Las actividades que habían para mañana se han reprogramado, mañana vamos a ir al velorio de Lara en Florida, Copán, donde van a enterrar al compañero asesinado”, dijo Rivera.
Las protestas programadas para hoy se suspendieron de manera voluntaria, sin la necesidad de que las autoridades utilizaran la fuerza.