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Macron busca recambio tras perder a su cuarto primer ministro desde enero de 2024

París – El presidente francés, Emmanuel Macron, perdió este lunes a su cuarto primer ministro desde enero de 2024, François Bayrou, quien protagonizó la crónica anunciada de su caída y la de su Gobierno, al no superar la votación de una moción de confianza convocada por él mismo.

Con 364 votos en contra y 194 a favor, la Asamblea Nacional certificó el fin del Gobierno de Bayrou, tras solo nueves meses en Magtignon (sede del Ejecutivo), y el primero que expira en la V República por una moción de confianza.

Un voto aplastante que obliga a Bayrou a presentar su dimisión al presidente, algo que se espera que ocurra mañana martes.

La oposición al completo, la extrema derecha y todos los grupos de izquierda, votaron en contra en esa moción que Bayrou decidió convocar para validar su sombrío diagnóstico sobre las finanzas públicas francesas y sobre la necesidad de un recorte de 44,000 millones de euros en el déficit en los presupuestos para 2026.

Es el cuatro primer ministro que desfila por el Elíseo desde el inicio en mayo de 2022 del segundo mandato de Macron, tras Elisabeth Borne (hasta enero de 2024), Gabriel Attal (hasta septiembre de 2024) y Michel Barnier (hasta diciembre de 2024).

Bayrou: «El destino de los franceses está amenazado»

El veterano político centrista, de 74 años, alertó en el debate parlamentario de hoy sobre la «inexorable realidad» de la «marea de la deuda» que está «hundiendo al país» y amenaza «el destino de los franceses».

«La acumulación de déficits, por miles de millones cada año, nos ha llevado a una acumulación abrumadora de 3.4 billones de euros de deuda en este preciso momento», declaró Bayrou, en una de las pocas sorpresas de su discurso ante los parlamentarios franceses, ya que la cifra oficial a finales de marzo era de 3.3 billones.

«Es una hemorragia silenciosa, insoportable», destacó, después de denunciar duramente la «adicción» de Francia al gasto público y de advertir de que el «mayor riesgo» que corre el país es seguir «sin cambiar nada».

 «Si queremos salvar el barco, el barco en el que estamos y en el que están nuestros hijos, debemos actuar sin demora», insistió, al tiempo que criticó el «caos» que provoca la oposición al tumbar a su Ejecutivo. «Tienen el poder de derrocar al Gobierno», pero no de «borrar la realidad», les espetó.

Los socialistas, dispuestos a gobernar

Tras acusar a Bayrou de «falsas promesas y traiciones flagrantes» y a Macron de ser el máximo responsable de la crisis política y económica del país, el presidente del grupo del Partido Socialista en la Asamblea Nacional, Boris Vallaud, declaró que la izquierda está lista para gobernar.

«Ahora le toca a la izquierda, que triunfó (en las últimas elecciones legislativas de 2024), gobernar». «Estamos listos, que venga a buscarnos», añadió, dirigiéndose a Macron.

La presidenta del grupo Ecologista y Socialista, Cyrielle Chatelain, instó también a Macron a «aceptar la cohabitación» y nombrar a un primer ministro de las filas del Nuevo Frente Popular (que integraron socialistas, ecologistas, La Francia Insumisa y los comunistas), al tiempo que le advirtió de que «mientras continúen sus alianzas con la derecha (…), estarán atrapados en las garras de la Agrupación Nacional» (RN, en francés) de Marine Le Pen.

Extremos de derecha e izquierda piden adelanto electoral

Tanto Le Pen como la jefa de filas en la Asamblea Nacional de La Francia Insumisa (LFI), Mathilde Panot, arremetieron duramente contra Macron, al que consideran el responsable absoluto de la situación de Francia. Las dos reclamaron elecciones anticipadas (legislativas, la primera, presidenciales, la segunda) para superar la crisis.

«La verdadera reconstrucción sería la dimisión del presidente, pero es algo que depende de él y yo no espero nada de él», dijo la ultraderechista Le Pen, quien advirtió de que si Macron nombra a otro primer ministro caerá antes de diciembre, por lo que pidió legislativas anticipadas: «La disolución (de la Asamblea Nacional) no es una opción, es una obligación», mantuvo.

Panot, que encabeza el grupo de LFI en la Asamblea Nacional, el primer partido de izquierdas en Francia y el tercero en número de escaños en la cámara, exigió a Macron que dimita junto a su primer ministro.

«El presidente no quiere cambiar de política, así que habrá que cambiar de presidente», clamó Panot, cuya formación anunció que presentará una moción de destitución, que no tiene posibilidades de éxito.

El contrapunto lo puso el presidente del grupo Juntos por la República, el macronista y ex primer ministro Gabriel Attal, quien pidió a los diputados «un acuerdo de interés general» hasta las presidenciales dentro de 18 meses.

Todas las miradas están ahora sobre Macron, quien deberá nombrar a un primer ministro o convocar elecciones anticipadas. EFE

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