Tegucigalpa – El analista político, Edgar Soriano, considera que la continuidad de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), no depende de la clase política hondureña sino de la voluntad que tenga el departamento de Estado de Estados Unidos en seguir apoyando este mecanismo en el país.
En ese sentido, consideró que ese mecanismo anticorrupción no ha tenido la capacidad de llegar a los altos estamentos del poder político y empresarial, sino que se ha quedado en mandos intermedios y de las personas que prestan el nombre para el testaferrato.
“Hay que entender que la MACCIH fue parte de una presión del mismo Departamento de Estado de EEUU, para presionar a las elites políticas y golpear de alguna manera los grupos de corrupción”, indicó inicialmente Soriano.
Añadió que la MACCIH está en Honduras producto de una presión externa y eso aumenta las probabilidades que continúe en el país. Eso ha generado temor en sectores políticos y empresariales quienes temen ser señalados.
Puntualizó que los corruptos están exigiendo la salida de la MACCIH, bajo la versión de que el Estado de Honduras tiene la suficiente capacidad para rectorar la justicia en el país, de alguna manera eso le conviene al gobierno porque es muestra de un intento para combatir la corrupción.
