El presidente brasileño, que realiza una visita de Estado a El Salvador, la primera de este tipo en cien años de relaciones diplomáticas, aseguró a la audiencia de empresarios brasileños y centroamericanos que es posible mantener los planes trazados de desarrollo bioenergético sin amenazar la seguridad alimentaria de la región.
Brasil, aseguró, quiere demostrar que es posible mantener políticas energéticas de generación de biocombustibles sin amenazar la producción alimentaria, en alusión a la materia prima común, principalmente caña de azúcar y maíz, base de la alimentación regional.
El aumento de la producción es la clave para atender dos mercados en los que, a corto plazo, Brasil y Centroamérica pueden aunar esfuerzos.
«Este es el momento para que los países pobres se ayuden mutuamente y vean por sus intereses comunes», declaró Lula durante la inauguración del «II Foro de Negocios Brasil-SICA», siglas del Sistema para la Integración Centroamericana.
Saca, por su parte, responsabilizó al exorbitante precio del petróleo por el alza en los precios de los alimentos, pero identificó una nueva oportunidad de desarrollo para el campo.
«El precio del petróleo nos ha definido un nuevo escenario y el alza en los precios alimentos debe tomarse como un incentivo para los agricultores y los empresarios que quieran explotar el campo como una nueva fuente de riqueza», indicó el presidente salvadoreño.
Según Saca, todos los presidentes de la región consultados, reunidos en esta capital para participar hoy en una cumbre del SICA, a la que se ha invitado a Lula, coinciden en que «esta es una nueva oportunidad para la agricultura».
«Lo más importante es producir e impulsar un nuevo comercio entre nosotros», apuntó.
El «II Foro de Negocios Brasil-SICA» reúne a unas 150 empresas centroamericanas, y otras 45 brasileñas.
El foro, complemento de la visita de Estado del presidente brasileño, pretende, según los organizadores, «contribuir al establecimiento de una plataforma que permita aumentar la inversión de empresas brasileñas en la región, promover el intercambio comercial y la transferencia de tecnología para el desarrollo socioeconómico nuestros países».
El primer encuentro de empresas brasileñas y centroamericanas tuvo lugar en Guatemala en septiembre de 2005, durante una visita del presidente Lula a ese país.
El SICA está integrado por Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, como estados miembros y República Dominicana, cuyo presidente ha viajado también a San Salvador, como estado asociado.
España, México y Taiwán son países observadores de este sistema de integración.