«Una de las responsabilidades pesadas (de Lugo) es la reforma agraria. Hay mesa de diálogo, un plan estratégico, pero en términos reales hubo poco avance», afirmó a Efe la analista Milda Rivarola, para quien a este estado de cosas también han contribuido los grupos de poder «que no están muy interesados en que se reforme».
En momentos en que Lugo viajaba el martes último a Sao Paulo (Brasil) para unas pruebas y someterse a la primera sesión contra un cáncer linfático, cientos de campesinos ocuparon tierras privadas en el departamento de San Pedro, centro, después de una tregua de un año.
Los campesinos se replegaron, pero advirtieron que solamente con el jefe de Estado volverán a negociar la entrega de un latifundio de más de 21.000 hectáreas para asentamientos rurales, cuyo proceso de compra fue paralizada por denuncias de presuntas irregularidades, además de falta de recursos.
«No se consiguió armar una estructura articulada, no hay fondos para compra de tierras porque la estructura misma del Estado está diseñada desde hace un siglo», indicó Rivarola, al explicar que el Congreso, de mayoría opositora, tampoco ha apoyado las reformas.
Explicó que por esta razón fracasaron otras iniciativas del Gobierno para modificar el universo tributario, algunos de los cuales fueron rebajados a cambio de la aprobación del Impuesto a la Renta Personal, cuya aplicación fue finalmente aplazada para el 2013.
En contrapartida, Rivarola destacó de la gestión gubernamental la gratuidad de la salud pública, la entrega condicionada de recursos a familias pobres, la depuración de la Policía y el apresamiento de varios capos de la droga que operaban en la frontera con Brasil.
Asimismo, sostuvo que la crisis financiera global de 2009 «pasó casi inadvertidamente» en Paraguay gracias a unas políticas públicas enfocadas en obras de infraestructura.
Paraguay, que durante el primer semestre creció más del 13%, según fuentes del sector, es cuarto exportador mundial de soja, la principal fuente de divisas de su economía, que también se cimenta en la producción cárnica.
Lugo, que celebrará la ocasión con la visita de sus pares de Bolivia, Evo Morales, y de Uruguay, José Mujica, llegó al poder tras ganar los comicios del 20 de abril de 2008 al frente de una coalición de amplia base ideológica que puso fin a una hegemonía política «colorada» de 61 años.
Sin bien la coalición gobernante está dominada por una veintena de agrupaciones de izquierda, su fuerza política radica en el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA, centroderecha), que la mayor parte de la historia independiente del país ha alternado el poder con los «colorados».
Además, el mandatario mantiene divergencias desde el primer momento con su vicepresidente, Federico Franco, quien lidera una corriente minoritaria liberal que no se ha beneficiado con los cupos de poder en el Gobierno.
«La clase política misma apenas cambió. No se crearon terceros partidos, los liberales y los colorados siguen con sus internas», señaló la analista, al explicar que el temor de la derecha de que Lugo potenciaría su propio movimiento de izquierda no se produjo finalmente.
Añadió que por ello los aliados minoritarios del Gobierno «están bastantes molestos», ya que el gobernante «nunca se preocupó» de crear agrupaciones afines a él como sí lo han hecho sus homólogos de Bolivia, Evo Morales, y Venezuela, Hugo Chávez.
Por otro lado, Rivarola destacó la «posición mesurada» al momento de sacar algún rédito del cáncer linfático detectado al jefe de Estado la semana anterior, al contrario del escándalo que Lugo afrontó en el primer año por las denuncias de filiación de tres mujeres que aseguraron haber tenido hijos con él.
A su regreso de Brasil, Lugo aseguró que la enfermedad detectada en la ingle, el tórax y las vertebras «es controlable y reversible» y que completará su mandato, el 15 de agosto de 2013.
