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Los pescadores de Costa Rica, entre la pobreza y la competencia desigual

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San José – Altos índices de pobreza, dificultad para acceder a la educación y competir con los grandes barcos atuneros internacionales tiene a la flota pesquera de Costa Rica en una situación que sus miembros consideran apremiante y requiere ayuda del Gobierno.
 

«El pescador no es un depredador del mar, él sale a traer su sustento todos los días para mantener a su familia y viendo la situación, que ya es apremiante, es justo darla a conocer a la opinión pública», ha dicho a Efe el pescador Mauricio González, miembro de la Comisión Nacional del Sector Pesquero.

González ha afirmado que la pobreza afecta a entre el treinta y el cuarenta por ciento de los pescadores, debido a que en los últimos años han disminuido las poblaciones de especies distintas al atún y con las que lograban subsistir.

Parte de esta situación se evidencia en el primer «Análisis de la Pesquería de Atún en la Zona Económica Exclusiva del Pacífico de Costa Rica», elaborado por la Federación Costarricense de Pesca, basado en datos del 2002 al 2011 de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT).

El estudio ha revelado que la flota internacional acapara el noventa por ciento del atún que se pesca en el Pacífico de Costa Rica, lo que equivale entre 2002 y 2011 a 253.000 toneladas métricas de atún en los 243.842 kilómetros cuadrados de la Zona Económica Exclusiva de Costa Rica en el Pacífico.

González ha explicado que los pescadores costarricenses tienen derecho exclusivo dentro de las doce millas de mar territorial del país, pero que al escasear el recurso en ese espacio, deben salir a competir con los grandes barcos atuneros a la zona económica exclusiva, e incluso alejarse más hacia aguas internacionales.

«Es imposible competir con embarcaciones de tanto calado y tecnología», ha señalado.

Por su parte, el director ejecutivo de la Federación Costarricense de Pesca (FECOP), Enrique Ramírez, ha asegurado a Efe que se calcula que el valor percibido por Costa Rica por cada tonelada de atún capturado por la flota internacional es de 37 dólares en promedio (unos 28,5 euros), mientras que si fuera pescada por locales ascendería al menos a 6.000 dólares (4.600 euros).

Ramírez explicó que el dato de 37 dólares se obtuvo de la división entre lo que recibió Costa Rica por venta de licencias de pesca y las toneladas de atún capturadas entre 2002 y 2011.

Ante esta situación, el sector pesquero costarricense está preparando un proyecto que será presentado al Gobierno, en el que se busca ordenar las zonas de pesca, con el fin de que se recuperen las poblaciones de atún y otras especies y favorecer a los pescadores locales.

Según Ramírez, esa zonificación ira acompañada de un plan de manejo pesquero que permitirá mejorar la captura de atún para los pescadores costarricenses sin que compitan con la flota internacional y mejorar así su condición social y económica.

«La situación de las comunidades costeras pesqueras es sumamente grave», ha asegurado Ramírez, quien cita dificultades para el acceso a la educación y a la salud, una de deserción estudiantil del once por ciento y migración de los jóvenes hacia la ciudad.

«Esta falta de desarrollo y ciclo negativo de pobreza lo que genera es un caldo de cultivo para el desarrollo de actividades delictivas y no ofrece alternativa hacia las comunidades costeras que pierden su cultura y capacidad de pesca porque no hay nada que pescar», ha dicho el director de la FECOP.

El proyecto tendrá en cuenta datos como las zonas donde se conoce que existe el atún más grande y el más pequeño, así como los lugares en los que se están viendo afectadas otras 57 especies por pesca incidental.

Con esos datos se pretende establecer una zona más amplia de pesca exclusiva para la flota costarricense, sitios protegidos para la recuperación de las poblaciones de peces y mayores regulaciones a la flota internacional.


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