Tegucigalpa/Washington – Estados Unidos enfrentará nueve días críticos, donde convivirán los estertores de la administración vigente del presidente Donald Trump y la del presidente electo Joe Biden. En el contexto diversas fuerzas se enfrentan unas pugnando por retirar del poder al díscolo mandatario, mientras otros envían mensajes en las que ponderan que lo mejor es que pase el tiempo corto y se realice la transferencia pacífica del poder.
– Una transición enrarecida por la división y los pedidos para la salida de Trump y su juicio mantienen a Washington al rojo vivo.
– Demócratas quieren llevar al mandatario a juicio político para sentar un precedente tras los sucesos en el Capitolio.
El poder en Estados Unidos, además de utilizar la oficina del Salón Oval de la Casa Blanca, así como la imponente aeronave Air Forcé One, es simbolizado por tener a pocos metros el maletín con el cual puede autorizar los lanzamientos del mayor arsenal nuclear del mundo y con ello destruirlo.
Trump, todo un auténtico paria en Estados Unidos tras los sangrientos eventos del asalto al Congreso por manifestantes que habían sido convocados a Washington para impedir que los legisladores certificaron el triunfo de Biden, goza todavía goza del poder que significa ser el titular de la Casa Blanca, pero cada vez más solo y aislado de su partido Republicano y silenciado por las plataformas digitales que le han cancelado o suspendido sus cuentas de redes.
Incluso el ostracismo en que se encuentra el mandatario se ha trasladado a sus seguidores, ya que la plataforma Parler, refugio de los conservadores y ultraderecha, ha sido suspendida por las grandes tecnológicas como Google, Amazon y Apple, entre otras.
Pero no pocos recuerdan que la base de Trump es amplia, 71 millones de votos en los comicios pasados y más de 80 seguidores en su cuenta de Twitter, por lo que muchos consideran que el mandatario no debe ser arrinconado, ya que se convertiría en alguien peligroso al no tener una salida.
Juicios
La enmienda 25 en su sección cuarta, habilita al vicepresidente o a la mayoría del gabinete a declarar que el presidente está “imposibilitado de ejercer los derechos y deberes de su cargo” y por lo tanto asumiría el poder.
Creada para ordenar la sucesión presidencial en Estados Unidos tras el asesinato de John F. Kennedy, la misma se convirtió en ley en 1967, cuando fue introducida a la Constitución estadounidense, tras la ratificación de 38 de los 50 estados que conforman la unión americana.
Ante la evidente negativa del vicepresidente Mike Pence, que ha sido leal al mandatario en su gobierno y solo en el caso de la certificación del triunfo de Biden se apartó de la línea de la Casa Blanca, de invocar la enmienda 25, la titular de la Cámara de representantes, Nancy Pelosi, dio 24 horas al segundo al mando en la Casa Blanca para que destituya a Trump, de lo contrario ella activará por segunda vez el juicio político o “Impeachment” para separar el todavía mandatario, aunque apenas le quedan pocos días en el poder.
Pelosi, una enemiga declarada de Trump, ya llevó al titular de la Casa Blanca a juicio en diciembre del 2019 acusado de presionar al gobierno de Ucrania para que investigara a Biden y al hijo del presidente electo.
Pero la entonces mayoría republicana en el Senado negó la acusación de los Representantes y absolvió al mandatario.
Este domingo Pelosi señaló que si Pence y la mayoría del gabinete no destituyen a Trump la “la legislación sobre el procedimiento de destitución será presentada” a los legisladores, según una carta a los legisladores.
“Para proteger nuestra Constitución y nuestra democracia, actuaremos con urgencia, porque este presidente (Trump) representa una amenaza inminente para ambos”, indicó Pelosi.
La opción de una renuncia voluntaria del propio Trump ha sido descartada desde el inicio, de manera que solo quedan las dos opciones de destitución, la primera desde el flanco interno del gobierno y la otra vía Congreso.
Pero las dos vías tienen el tiempo en contra, ya que incluso la enmienda 25 le da a Trump mecanismos de defensa que le permitan llegar al 19 de enero, último día de su mandato. La del juicio político en el Congreso lleva más tiempo, aunque ahora hay más voces republicanas que apoyaría una acción contra el devaluado mandatario republicano.
El representante Kevin McCarthy, líder de la minoría republicana en la cámara baja, señaló que llevar a juicio político a Trump a escasos días de concluir su mandato solo llevaría más división al país.
Tiempo a Biden
Una corriente del liderazgo demócrata es de la tesis que lo mejor es que la Cámara de Representantes vote los cargos contra Trump, pero que no los presente al Senado, sino pasado los primeros 100 días del gobierno de Biden para que este pueda desarrollar su agenda y no condicionar el inicio de su gestión.
Una vez traspasado los 100 días, la cámara baja enviaría al Senado los cargos para que se enjuicie en lo que sería entonces el exmandatario Trump.
Uno de los cargos que plantean los demócratas contra Trump es “incitación a la insurrección”, recordando que el propio mandatario les convocó a Washington y una vez allí les pidió que se dirigieran al Capitolio.
En caso de concretarse la medida, Trump sería el único mandatario en haber sido juzgado dos veces.
Varios analistas en Washington, así como políticos de ambos partidos señalan que la importancia del juicio contra Trump es el precedente que debe establecerse y evitar en el futuro que otro mandatario que pierda las elecciones pretenda ignorar el resultado de estas o mantenerse en el poder, violando la ley y la institucionalidad.
Además, un juicio que lleve a la culpabilidad a Trump tendría el efecto preventivo que no podría presentarse a nuevos comicios, especialmente los siguientes donde se estima que Biden, debido a su avanzada edad, no se presentaría a la reelección. Trump ha enviado mensajes que podría presentarse en los próximos comicios.
Otra posibilidad es que una vez fuera del poder, Trump se enfrente a varios juicios preparados por fiscales de diversos estados.
La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York le ha investigado, junto a su equipo, por el financiamiento de su primera campaña electoral.
Igualmente, fiscales tributarios tienen en su mira las declaraciones fiscales de Trump sobre el pago de impuestos, al desvelarse por The New York Times que pagó menos de 700 dólares en su último año antes de llegar a la Casa Blanca.
Trump, rompiendo con la tradición de varias décadas, se negó a divulgar las declaraciones de impuestos de la renta de los últimos años.
Aparte está también que los fiscales federales realicen investigaciones sobre su responsabilidad en el ataque al Capitolio, ya que es considerado el convocante de la manifestación.
Pelosi también en el ojo del huracán
Pero no solo Trump ha sido criticado por sus actuaciones recientes, sino que la propia Pelosi está en el ojo del huracán por pedirles a los militares que rechacen cualquier uso del maletín nuclear de parte del mandatario.
Pelosi habló con el máximo jerarca militar del Pentágono, general Mark Milley, sobre cómo prevenir que “un presidente inestable inicie hostilidades militares o que tenga acceso a los códigos de lanzamiento” del arsenal nuclear estadounidense.
Oficiales militares, citados por el New York Times, evidenciaron su malestar por la llamada de Pelosi, ya que los coloca en medio de lo que llaman un conflicto político.
Especificaron que pueden rehusarse a cumplir lo que consideren órdenes ilegales, pero sí están obligados a seguir los mandatos del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas estadounidenses, que no es otro en la actualidad que Trump, ya que, si desconocen al presidente de la cadena de mando, equivale a dar un golpe de Estado.
Justamente Washington alega que lo que más le preocupa cuando hay crisis en las potencias atómicas, como durante la desintegración de la extinta Unión Soviética, o cuando hay golpes en Pakistán u otras naciones, es quien controla los códigos de lanzamiento de las armas nucleares.
Por ello algunos consideran que Pelosi ha incitado a los militares a que desobedezcan la ley al ignorar al mandatario en el mando de las fuerzas armadas. (PD)