– Un informe oficial establece que alrededor del 53% de las personas con VIH no reciben tratamiento antirretroviral.
Erazo desde hace algún tiempo adquirió el virus del VIH y ahora trabaja fuertemente en campañas de prevención de la enfermedad. “Yo tengo una calidad de vida, buena familia, grandes amigos, pero lastimosamente la gente siempre termina por enterrarnos”, lamentó.
El joven le confió a Proceso Digital que “la gente no acude a los tratamientos por vergüenza, por estigma, porque cuando alguien adquiere el virus del VIH no sólo adquiere una enfermedad, sino que también consigue un suicidio social. La persona ya no es elegible para una actividad sexual, ni para una relación sentimental o para ser parte de un grupo social, socioeconómico o cultural. La persona deja de ser persona y se convierte en un enfermo”.
Por su parte, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, refirió que “estamos lejos de donde deberíamos estar en cuanto al control de la enfermedad porque nos resistimos a tomar decisiones en cuanto a la educación, en cuanto a salud reproductiva y en el uso de otras prácticas que eviten el contagio de nuevas víctimas”.
En tanto, la representante de las Naciones Unidas, Nicole Massoud, destacó los avances experimentados por Honduras en materia de derechos humanos, situación que vendría a beneficiar a las personas viviendo con VIH y de otros sectores vulnerables.
Recordó que en 1996 no había acceso al tratamiento para la enfermedad y que a finales del 2011, más de 8 millones de personas en el mundo recibieron tratamiento.
No es normal, dijo Massoud, que 1.7 millones de personas sigan muriendo de Sida cada año porque no tienen acceso al tratamiento.
Señaló que si bien en Honduras la autosuficiencia en la compra de medicamentos y acceso es casi una realidad, sólo el 47% de las personas que lo necesitan reciben tratamiento antirretroviral.
Desde 1985, cuando se conoció el primer caso en Honduras en septiembre del 2012, se estima que la epidemia del VIH afecta a unas 30 mil 766 personas, de las cuales 21 mil 969 presentan infección avanzada, mientras que alrededor de 8 mil 807 son asintomáticos.
El informe establece que al menos 16 mil 210 afectados por el virus son hombres y unas 14 mil 556 son mujeres.
Para el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), el estigma y la discriminación siguen siendo parte de los obstáculos que hay en el país para el acceso a los servicios de salud, legales, sociales y a medios de generación de ingresos.
La funcionaria de las Naciones Unidas no concibe como teniendo todas las herramientas para derrotar esta epidemia, todavía se tenga que luchar contra el prejuicio, el estigma, la discriminación, la exclusión y lapenalización, no solo en los hogares, sino en las calles, en las comisarías de policía y en los tribunales.
Custodio es del criterio que la atención integral de personas afectadaspor el Sidademanda ternura, calidez y calidad en la atención de los servicios que se les presta.
Según Custodio, los hondureños debemos ser previsores en cuanto a los recursos y ser eficientes en nuestras acciones.
Advirtió a las autoridades hondureñas que tomen en cuenta que la asistencia yladisponibilidad de cooperación internacional van a llegar a un término.
Mario, ha sabido vivir con la enfermedad Mario Erazo estimó que el gobierno tiene la capacidad de subsidiar una cantidad de personas, pero no de hacerlo con todos. “A parte de eso, la mayoría de los pacientes que no reciben el tratamiento es porque les da temor enfrentar la situación”, insistió.
Explicó que desde el momento que una persona ha iniciado el tratamiento y deja de tomarlo dos días el virus se recupera y puede generar una mutación, con ello se genera resistencia, es decir, lo que estaba tomando ya no es suficiente y debe tomar algo más fuerte. “Yo decidí involucrarme porque no había ninguna persona y las que habían no tenían el poder o la influencia mediática para hacer un llamado de atención a la población”, relató. Puntualizó que “en Honduras el tema de la sexualidad no es un tema de importancia, lo dejan como un tema que no se considera por razones de religión, sociales y políticas”. |