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Los devotos de esculapio

Julio Raudales

Cuesta entender por qué las variopintas administraciones que hemos tenido a lo largo de la historia, dispensan tan poca importancia a los temas que la población en general considera prioritarios.

Muy contadas son las excepciones a esta regla. En los últimos setenta años, por ejemplo, salvaría las administraciones de Villeda Morales y el Doctor Reina. También podría mencionar la segunda del General López Arellano, con su “gabinete de lujo”, pero el rompimiento del orden constitucional del 72 y el escándalo del soborno bananero del 75 me obligan a sacarlo, sin dejar de reconocer el enorme legado que personas como Enrique Aguilar Paz, Gautama Fonseca, Efraín Díaz Arrivillaga y otros, dejaron en aquel tramo de nuestra historia.

Cualquiera sea la visión que tenga un especialista en políticas públicas sobre el papel que el gobierno debe jugar para garantizar el bienestar de la ciudadanía –un estado benefactor y paternalista o uno que se limite a promover la libertad, la seguridad y la justicia- hay dos o tres temas que deberían estar totalmente claros: La Educación, la Salud y el fomento a la producción mediante buena infraestructura y facilidades administrativas a la inversión.

Pero los estudiosos del quehacer gubernamental, es decir, los técnicos especialistas en políticas públicas, han carecido siempre de la capacidad de convencimiento para con sus jefes los políticos, a manera de inducirlos para que tomen decisiones acertadas. Además, estos últimos, generalmente llegan al gobierno con intenciones aviesas, verbigracia: atender a su clientela de campaña, servir a los intereses de sus financistas o procurar quedarse en el poder.

Dicho esto, quisiera llamar la atención sobre el Sector Salud, una de esas tres cosas sobre las que la población demanda continuamente buena atención y en la que la pandemia del 2020 dejó claro como nunca el fracaso total del estado para salvaguardar en lo mínimo a su población.

Aunque los Informes de Desarrollo Humano del PNUD habían marcado una leve tendencia a la mejora durante los últimos 30 años en lo referente a la esperanza de vida de la población en general, es evidente que el camino a recorrer señalado antes del 2020 era todavía muy lejano. La mortalidad materna ronda las 221 mujeres por cada 100 mil nacidos vivos, además, 20 niñas o niños mueren antes de un año por cada mil que nacen, la desnutrición crónica en menores de 5 años ronda el 25% y las infecciones respiratorias y gástricas están a la orden del día.

Me alegró mucho saber que el Dr. José Manuel Matheu conducirá las políticas de mejora en la salud durante esta administración, se de su capacidad, honestidad y, sobre todo, su compromiso para con el sector a lo largo de los años. Ya ese nombramiento mueve a la esperanza.

Sin embargo, me parece que es demasiado temprano para que afloren problemas en el sector. Creo que el Dr. Matheu debería atajar con inteligencia el brote de inconformidad que existe entre el personal médico y paramédico, sobre todo el de “primera línea” que tanto sacrificio y vilipendio tuvo que sufrir durante los últimos 24 meses.

La gente necesita de más y mejores hospitales y clínicas, también de una atención adecuada y una dotación de medicamentos que le permitan recuperar la salud en caso de haberla perdido. Pero ojo, doctor Matheu, lo que más necesita la gente es NO enfermarse y para ello es urgente poner énfasis en un proceso de atención primaria. Esto, no solo es más eficaz para el estado, sino que también es más barato y es precisamente en estos momentos, cuando más necesitamos ser eficientes en el uso de los recursos.

Tenemos excelentes ejemplos de modelos de atención primaria en salud: El alcalde Amable De Jesús Hernández en Colinas, Santa Bárbara, también en El Guante, Cedros y otros muchos, han mostrado que se puede hacer mucho con menos dinero. Hay muchas personas que tienen la disposición total para universalizar un proceso que ya demostró ser exitoso, transparente y barato.

La infraestructura en salud es importante Dr. Matheu, también el acceso adecuado a medicamentos. Pero no olvide que nada puede ser verdaderamente efectivo, si no considera el factor humano y sus colegas médicos, así como las enfermeras y demás personal de atención serán siempre el factor clave para lograr su objetivo. Esculapio, el dios Romano de los médicos se hizo importante en el parnaso por saber escuchar a sus devotos, sea usted uno de ellos.

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