spot_img

“Los corruptos deben ir a dar a la cárcel y punto”: Presidente Lobo

Tegucigalpa – El presidente Porfirio Lobo Sosa se comprometió hoy a librar una férrea lucha contra la corrupción “en todos los niveles, desde el puesto más sencillo haya el más alto funcionario”.
 

“Los corruptos deben ir a dar a la cárcel y punto”, expresó en un extenso discurso, en el que abogó por la reconciliación nacional, el combate a la pobreza, una mejor educación para los niños y niñas menos favorecidos de Honduras.

“Vamos a luchar contra la corrupción en el gobierno y en el sector privado, los tiempos de la impunidad y la indiferencia deben quedar atrás”, apuntó.

El texto completo del discurso de Lobo Sosa en su toma de posesión a continuación:

En nombre de todo el pueblo hondureño quiero dar gracias a Dios por habernos permitido llegar a este día.

No ha sido un camino fácil, acabamos de salir de la peor crisis política de nuestra historia democrática, pero con su ayuda divina hemos logrado evitar todos los grandes peligros que enfrentaba nuestra nación y hemos demostrado al mundo que somos un país amante de la libertad y la paz.

Hemos declarado que estamos listos y dispuestos a enfrentar el futuro unidos.

Quiero dar gracias a mi Rosa por haberme acompañado a todo lo largo de una dura jornada, jamás me faltó su apoyo, comprensión y consejo.

Gracias a toda mi familia; a mis hijos porque aún los más pequeños parecen haber comprendido que mi constante ocupación y mis frecuentes ausencias tienen una justificación válida e importante para Honduras, a mis hermanos por su respaldo permanente y solidario.

Agradezco a mis padres que desde muy joven me inculcaron el amor por la tierra. Su ejemplo de rectitud y trabajo ha sido escuela e inspiración para mi vida, gracias a mi padre Porfirio José Lobo López y a mi madre Rosa Sosa de Lobo como dice en proverbios 22:6 “instruye al niño en su camino que aún cuando fuere viejo no se apartará de él”.

A ellos debo esa inclinación por los más necesitados, por los más desprotegidos y esa firme convicción de que el diálogo todo lo resuelve, como el instrumento más poderoso que tenemos los seres humanos para superar las diferencias y construir la paz.

Un reconocimiento eterno al esfuerzo realizado por mi partido, el Partido Nacional de Honduras, a los designados presidenciales maría Antonieta, Samuel y Víctor Hugo, al extraordinario equipo de campaña y a todos los que directa e indirectamente participaron desde cada una de sus trincheras para alcanzar este resultado histórico.

Gracias por su confianza a los independientes y a los miembros de otros partidos que bajaron sus banderas partidistas, abrazaron nuestra causa y nos dieron esta abrumadora votación.

Gracias también a los que no votaron por nosotros porque con su participación fortalecieron la democracia de nuestra patria, a ellos les digo seré el presidente para todos, porque Honduras somos todos, Honduras es de todos.

Quiero agradecer también a los mandatarios y a todos los representantes de las naciones que nos acompañan hoy, gracias por su apoyo a la consolidación de nuestro proceso democrático.

Doy las gracias al presidente Arias, por haberse interesado desde el principio en una solución justa y pacífica. El acuerdo San José -Tegucigalpa marcó el principio del fin de la crisis.

Al presidente Fernández de República Dominicana con lo importante que ha sido la firma del acuerdo del 20 de enero en Santo Domingo igual al presidente Álvaro Colom con la firma del Acuerdo de Guatemala el 22 de enero, al presidente Ricardo Martinelli de Panamá, al vice-presidente Francisco Santos de Colombia y al ex-presidente Antonio Saca de El Salvador por sus valiosos esfuerzos en busca de la reinserción de Honduras en el concierto de las naciones.

Gracias a la OEA por haber estado en permanente contacto conmigo dándole seguimiento a la crisis política de Honduras, estoy seguro que muy pronto se permitirá nuestra pronta reincorporación.

Honduras envía su agradecimiento a la secretaria de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica Hillary Clinton y en forma especial a su embajador el sr. Hugo Llorens por sus esfuerzos en pos de la normalización de las relaciones entre nuestros dos países.

También a muchos gobernantes, mandatarios y representantes diplomáticos amigos, que en forma privada nos expresaron su simpatía por la causa de la paz hondureña.

A todos ellos muchas gracias.

Al resto de los países del mundo les ratificamos nuestro deseo de mantener las mejores relaciones con todos ellos, dentro de las normas del respeto mutuo y la civilidad, somos firmes al principio de la autodeterminación de los pueblos.

Honduras abre sus brazos amigos a todos los pueblos del planeta, sea cual fuere su orientación política, su raza o su religión.

Bienvenidos todos, aquí encontrarán un pueblo sincero y amable que les abre calurosamente sus brazos y sus corazones.

Deseamos que la reconciliación nacional se extienda a una reconciliación con la comunidad internacional.

El proceso electoral que culmina hoy aquí, se inició hace más de un año, mucho antes del comienzo de la crisis.

Estas fueron las elecciones más concurridas, más supervisadas y más transparentes en toda la historia democrática de Honduras, mis felicitaciones al Tribunal Supremo Electoral.

La transparencia de un proceso electoral que permitió que ganásemos desde la oposición y que nuestra victoria en las urnas fuera grande, la mayor jamás obtenida por un candidato a la presidencia.

También nuestro partido y nuestra causa triunfaron en el Congreso Nacional de la República y en la mayoría de las alcaldías de la nación.

Pero los votos de quienes votaron por nosotros y de aquellos que no lo hicieron, todos cuentan, no hubo vencedores ni vencidos solo un ganador… Honduras.

Cada voto emitido por un hondureño es un compromiso, una obligación para nosotros.

Hoy iniciamos un gobierno con la participación de todos los partidos, a los que agradezco por haber aceptado formar parte de el.

Gracias Bernard Martínez, gracias César Ham, gracias Elvin Santos, gracias Felicito Ávila, Honduras por siempre agradecerá su voluntad, magnanimidad, humildad y sobre todo su profundo amor a la patria.

Hoy ya no existen los colores políticos en el gobierno, hoy todos somos Honduras.

El soberano Congreso Nacional aprobó la amnistía para los delitos políticos, ese es el principio de la reconciliación, el perdón de parte del Estado para perdonarnos todos, al nuevo presidente de el congreso abogado Juan Orlando Hernández, a su directiva integrada por diferentes colores políticos y a todo los diputados nuestras más sinceras felicitaciones.

Dejo bien claro que la amnistía se refiere únicamente a los hechos de orden político.

Seguiremos adelante con el acuerdo San José -Tegucigalpa e instalaremos cuanto antes la Comisión de la Verdad, porque es justo que el pueblo y el mundo sepan la realidad de los eventos previos, durante y posteriores al 28 de junio.

La familia hondureña empieza a reconciliarse hoy, el país marcha por la ruta del entendimiento en busca de la unidad nacional.

Hemos superado los desacuerdos, dejamos el pasado atrás y sólo vemos hacia adelante, hacia un horizonte brillante y prometedor.

Hoy es el día en que quedará en firme, aquí, ante la presencia de todos ustedes el plan de nación que llevará a Honduras por la ruta del desarrollo y la prosperidad durante los próximos veintiocho años.

Hoy se inicia una nueva era en nuestra historia. hoy se comienza a escribir una nueva página cuyas letras y palabras hablarán de dignidad de la persona humana, bien común, solidaridad y subsidiariedad, poniendo siempre a la persona humana como la base de la sociedad y el objetivo primario del gobierno, siguiendo los preceptos del humanismo cristiano.

Nunca debemos olvidar las palabras del viajero de la paz que nos visitó hace algunos años. Juan Pablo Segundo nos dijo “no se construye una sociedad justa sobre la injusticia”.

Compatriotas: no se puede avanzar hacia el futuro sin curar primero las heridas del pasado.

Tampoco se puede pedir a un pueblo que se juegue la vida por la democracia si tiene hambre.

Por esa razón Honduras ha buscado el camino de la reconciliación.

Hoy empezamos a caminar por una nueva ruta de responsabilidad que buscará, por sobre todas las cosas, proporcionar una mejor calidad de vida a todos los hondureños.

Porque la riqueza de una nación no se puede medir por lo que gana el que más tiene. La riqueza de una nación se mide por la calidad de vida del que menos tiene.

Ya no podemos permitir que ninguna familia vaya a la cama con el estómago vacío porque sus padres no pueden encontrar un empleo decente y digno.

Y no se puede pedir al pueblo que se juegue la vida por la democracia si no hay fortalecimiento de la cohesión social.

En 1982 el 20% mas pobre tenía el 3% del ingreso y el 20% más rico casi el 60%, 28 años después estamos mucho peor.

La calidad de vida del hondureño tiene que mejorar y pueden estar seguros que va a mejorar.

No será fácil, recibimos un país con serios problemas financieros, con una inmensa, casi inmanejable deuda externa y una deuda interna desbocada.

Además debido a la crisis política, honduras ha dejado de recibir más de dos mil millones de dólares en ayuda y financiamiento exterior.

Visto de otra manera, con dos mil millones de dólares podríamos comprar todas las medicinas necesarias, para todos los hospitales públicos, para un período de veinte años. Para nosotros esos dos mil millones de dólares son una cifra enorme.

La falta de esta ayuda interrumpió proyectos en proceso, canceló otros; provocando mas desigualdad y desempleo, afectando a los más pobres.

Recibimos el país en la más difícil situación económica de su historia, pero también un país con gente dispuesto a salir adelante.

Una de nuestras ofertas de campaña, el bono diez mil, que llegará a las seiscientas mil familias más pobres, se empezará a aplicar de inmediato.

Se encuentran atascados en el pasado los sistemas de salud. Ya es tiempo que los hospitales proporcionen al pueblo los más urgentes, necesarios y elementales servicios médicos y medicinas.

La desnutrición y la falta de prevención, atacan sin misericordia los sectores más pobres y desprotegidos.

Eso tiene que cambiar, la salud del pueblo tiene que mejorar desde el área preventiva hasta el tratamiento final.

La salud de una nación no se puede medir por la forma en que atienden en los hospitales y clínicas privadas.

La salud de una nación se mide por la forma en que atienden en los hospitales públicos.

De igual manera tenemos que mejorar la educación. Confirmo mi compromiso de impulsar la educación pública bilingüe y el programa de las computadoras portátiles.

Espero la mejor relación con los maestros, de parte del estado haremos lo que nos corresponde, yo les pido en este día a mis amigas y a mis amigos los maestros que hagamos lo justo, no es posible que mientras en las escuelas y colegios privados tiene 200 días de clase en las escuelas y colegios públicos tienen 100. De nuevo así como el la crisis política el que no tiene culpa es el que paga.

La educación de un pueblo se mide por la cantidad de niños de familias pobres que ingresan a las escuelas primarias, y que finalmente tienen la oportunidad de accesar a estudios superiores y graduarse en universidades e institutos técnicos.

Y la palabra clave es esa, oportunidad. Siempre he dicho que igual aprende el hijo del pobre que el hijo del rico… todo es cuestión de oportunidades.

Según hemos prometido, vamos a convertir a honduras en un país en donde todos puedan vivir con seguridad y tranquilidad, con paz y en libertad. Sin seguridad no hay prosperidad.

Porque la seguridad de una nación no se puede medir por la forma en que viven los que tienen rejas, alarmas, muros y vigilancia privada. La seguridad de una nación se mide por la forma en que se vive en los barrios más pobres, en los sectores más desprotegidos.

Así como la justicia de una nación no se mide por la cantidad de leyes, jueces, fiscales, abogados, policías o cárceles que existan.

La justicia de una nación se mide por la forma en que es aplicada de manera rápida e imparcial a todos sus ciudadanos.

Combatiré la corrupción en todos los niveles, desde el puesto más sencillo hasta el más alto funcionario.

La mejor forma de combatir la corrupción es terminando con la impunidad. Los corruptos deben ir a dar a la cárcel y punto.

Vamos a luchar contra la corrupción en el gobierno y en el sector privado, los tiempos de la impunidad y la indiferencia deben quedar atrás.

Los retos que enfrentamos, los desafíos que yacen en el camino, son quizá los más grandes que han tenido honduras en los últimos cien años, pero lejos de sentir temor o dudas, estamos seguros de que saldremos victoriosos.

Hoy queremos sanar las heridas del pasado. Hoy queremos convertimos en una nación que toma las mejores experiencias y las une a ideas nuevas, frescas, acordes con los tiempos modernos en los que se encuentra el mundo, pero sobre todo con un fundamento claro donde la persona humana es el centro de la acción del estado.

Debemos ver hacia atrás para no olvidar jamás de dónde venimos, pero tener muy clara nuestra visión de hacia dónde vamos en el concierto de las naciones, en un mundo globalizado de grandes oportunidades.

El pueblo hondureño unido puede enfrentar los retos de los tiempos, así como puede resistir huracanes, terremotos y la peor crisis financiera mundial que se ha visto en más de cincuenta años.

Podemos hacer frente a todo eso y aún así encaminarnos hacia la era de progreso que todos soñamos y deseamos.

Todos juntos debemos crear ese rayo de luz y confianza que necesita la patria.

Debemos volver la vista al campo; somos una nación de vocación agrícola. Tenemos buenas y fértiles tierras, abundantes fuentes de agua y brazos fuertes dispuestos a trabajar.

Tenemos todo lo necesario para producir nuestros alimentos: granos, legumbres, café, verduras y exportar al mundo; quién dice que no se puede? Sólo hace falta voluntad y decisión.

Honduras tiene ahora un presidente que entiende del campo, que conoce las dificultades que enfrentan nuestros pequeños y grandes agricultores y que sabe que la tierra y la gente son los dos principales recursos con que cuenta nuestra nación.

Honduras entera espera ser plantada por todos nosotros; en los campos, en los talleres, en las fábricas, en las escuelas y colegios, en las oficinas.

Honduras espera la semilla de nuestras ideas y esfuerzo, el abono de nuestro trabajo y el agua poderosa de nuestra visión y amor a la patria.

Veremos entonces que honduras será generosa, Honduras nos dará cosechas abundantes y ricas. Honduras proveerá bienestar para todos sus hijos.

Debemos atraer la inversión extranjera, serán bienvenidos todos; aquí encontrarán leyes justas y reglas claras, enmarcadas bajo el principio de la responsabilidad social empresarial. Nuestro fundamento es la economía social de mercado en lo económico y la democracia en lo político. La libertad, la verdad, la justicia y la caridad son nuestros valores fundamentales.

Aquí les espera un pueblo trabajador y sincero, sonriente, lleno de esperanza y optimismo.

Estamos abiertos al turismo, tenemos playas incomparables, magníficos arrecifes coralinos, ruinas milenarias, mar, 365 días de sol, bellísimas playas y una cantidad inagotable de sonrisas amables de su gente encantadora, deseosa de atender a todos los visitantes.

Nuestra extraordinaria posición geográfica favorece las exportaciones a todo el mundo.

Les invitamos a conocer de las grandes facilidades e incentivos que ofreceremos en la nueva ley de protección y promoción a la inversión extranjera que pronto someteremos a la voluntad del congreso nacional.

Represento a un pueblo sincero y trabajador, deseoso de superarse y de una participación igualitaria en el concierto de las naciones.

Hoy acepto con humildad este honroso cargo, consciente de las enormes dificultades del presente y de los difíciles momentos que tendremos en el futuro.

Pero también lo acepto sin la menor duda de que unidos sabremos superar todos los obstáculos, vencer la adversidad y salir adelante.

Es un cargo que dura cuatro años, ni un día más, entregaré puntualmente a mi sucesor, guardando respeto absoluto a las leyes, según lo he jurado ante nuestra sagrada constitución y ante ustedes.

El éxito de un presidente sólo se puede medir por la forma en que mejora la calidad de vida de todos los ciudadanos, especialmente la de los más pobres.

Hoy empieza un cambio de actitud, un cambio en la forma en que todos vemos a honduras.

Un cambio que marcará una nueva ruta de desarrollo, progreso, justicia social y seguridad en un ambiente de unidad nacional.

Hoy empieza el cambio ya! hoy empieza el cambio ya!

Dios nos ayudará a lograrlo, dios nos bendiga a todos, dios proteja a nuestra amada honduras.

Adelante honduras adelante porque honduras es de todos, honduras somos todos.

¡Muchas gracias!


spot_img
spot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_imgspot_img