Los Borges, el sello de Costa Rica en los mundiales

San José – El de Rusia 2018 será el quinto Mundial en la historia del fútbol de Costa Rica y cada uno de éstos ha tenido un denominador común: la presencia del apellido Borges en el campo o en el banquillo.

La dinastía la comenzó Alexandre Borges Guimaraes como jugador en Italia’90 y luego como seleccionador en Corea del Sur y Japón 2002 y Alemania 2006; y ahora es el turno de su hijo Celso Borges Mora, titular en el de Brasil 2014 e indiscutible en el once para Rusia 2018.

Otro aspecto curioso es que Costa Rica ha enfrentado con Brasil, de donde viene la sangre Borges, en tres de sus cinco Mundiales: Italia’90, Corea del Sur y Japón 2002 y ahora en Rusia 2018, y además fue Brasil el anfitrión de 2014.

«La vida nos pone estas situaciones especiales. Es especial para todos. Si ya es especial jugar un Mundial, aún lo es más cuando se dan este tipo de situaciones de vida bastante bonitas», declaró hoy Celso Borges antes de la práctica de la selección.

De origen brasileño, Alexandre Borges Guimaraes ‘Guima’, comenzó a gestar el sello de su apellido en la selección de Costa Rica en los mundiales a partir de 1990, torneo al que acudió como jugador y que fue el debut de los ticos en la máxima cita del fútbol.

‘Guima’ asistió de cabeza al espacio para la memorable carrera de Hernán Medord desde media cancha y su posterior definición con tiro cruzado a la salida del guardameta sueco Thomas Ravelli, para darle la victoria a Costa Rica por 2-1 en el tercer partido de la fase de grupos.

Contra todo pronóstico Costa Rica avanzaba así, tras vencer a Escocia y Suecia y perder contra Brasil, a la segunda ronda, fase en la que quedó eliminada por Checoslovaquia.

Pasaron los años, ‘Guima’ se convirtió en entrenador y llegó al banquillo de la selección de Costa Rica para clasificar al Mundial de Corea del Sur y Japón, en el que pese a su buen fútbol el equipo quedó fuera en la primera ronda tras vencer a China, empatar con Turquía y caer ante Brasil por 5-2 en un partido para el recuerdo.

Para el tercer Mundial de Costa Rica, en Alemania 2006, Borges Guimaraes llegó al banquillo en pleno desarrollo de las eliminatorias, y el resultado fue la peor presentación de los ticos al perder sus tres partidos ante los anfitriones, Ecuador y Polonia.

Para Alemania 2006, Celso Borges era un chico de 18 años que ya había disputado el Mundial sub’17 de Perú 2005 y que se perfilaba como una gran promesa a futuro, cosa que ratificó en el Mundial sub’20 de Canadá 2007.

Celso sufrió su primer gran golpe del fútbol en las eliminatorias a Sudáfrica 2010 cuando una generación con muchos jóvenes en la que también estaba Keylor Navas perdió la repesca con Uruguay.

Se consagró como referente de su selección y ganó experiencia en Europa. Primero en el Fredrikstad noruego y luego en el AIK sueco.

Costa Rica regresaba al Mundial de Brasil 2014 y Celso Borges fue pieza vital en el equilibrio de la media cancha para lograr que el equipo alcanzara por primera vez los cuartos de final.

Con 30 años, el jugador del Deportivo La Coruña volverá a vestir la camiseta de Costa Rica en Rusia para continuar poniendo el sello de los Borges.

Por edad, el centrocampista podría llegar a Catar 2022 ya como todo un veterano, y a partir de entonces habrá que esperar si la dinastía continúa.

«Vamos a ver qué nos depara el futuro», afirmó entre risas Celso, soltero, sin hijos y quien aún no tiene claro si llegará a ser entrenador. 

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