“Hay que apurarse para que esté otro diputado aquí, estoy de consejero ya”, fue el comentario que hizo cuando se aprestaba a dar el informe de gestión a los congresistas en el inicio de la segunda legislatura del Parlamento hondureño.
Seguidamente habló de su satisfacción de “ver cómo está llegando la conciliación al Congreso Nacional; muy bien, hasta los rótulos están allí medios rojos, muy bien”.
Pasó a recordar su paso por el Congreso Nacional “como una escuela permanente de convivencia pacífica y armónica, donde muy por encima de las diferencias ideológicas siempre se ha puesto el interés de la nación”.
Tras ratificar –en medio de la gritería de los diputados que su contrato social vence el 27 de enero de 2014, Lobo dijo que para esa fecha “quería ver a su sucesor o sucesora y sentirme orgulloso de haber cumplido el mandato del pueblo hondureño, de una Honduras en paz y en plena armonía; que el presidente o la presidenta electa, desearía y ojalá que sea de este Congreso, pero tienen que moverse, tienen que luchar rápido”.
Las expresiones del gobernante arrancaron nuevamente los aplausos de los congresistas.
Hernández no ha hablado oficialmente de sus aspiraciones presidenciales, pero las ha dejado entrever en varias oportunidades.
