– La dura respuesta del presidente hondureña refleja que apuesta por un vínculo diplomático con China en detrimento de Taiwán.
El tono un poco rudo del mandatario hondureño y el suave de la Cancillería tenían el mismo objetivo, indicarle al liderazgo taiwanés que Tegucigalpa se inclinaba por Pekín a la hora de valorar hacia futuro las relaciones diplomáticas.
La reacción hondureña es a causa de una intervención el lunes del vicecanciller de Taiwán, Simón S. Y. Ko, ante una sesión de interpelaciones del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa Nacional del Yuan Legislativo (Parlamento taiwanés) en cuanto a que ““no deseaba ver que Honduras estableciera su oficina comercial en China Continental”.
La respuesta hondureña no se hizo esperar por medio de un comunicado de la Cancillería que indicaba que Tegucigalpa “conoce, da seguimiento y estudia con verdadero interés, el desarrollo de las nuevas fronteras en el ámbito humano, social, cultural, político y económico, que la dinámica global nos ofrece desde la óptica bilateral y multilateral, en aras de promover el fortalecimiento de las relaciones para la construcción de un mundo equitativo, justo, solidario e intercultural con todas las naciones del mundo”.
Igualmente señalaba, en el comunicado oficial, que en la “búsqueda de mejores y mayores estadios de desarrollo sostenible” en beneficio de los hondureños, el Gobierno no puede desconocer el “progreso alcanzado por hermanas naciones del continente asiático” en clara referencia al ascenso de China en el escenario internacional.
Y siempre en el delicado lenguaje diplomático le anuncia que “Honduras adoptará los cambios adecuados para el establecimiento de relaciones bilaterales y multilaterales que demanda el actual escenario mundial”.
Conveniencia
Pero el presidente Lobo olvidó los modales diplomáticos y señaló abiertamente que a Honduras nadie le puede limitar donde buscar amigos y con quién relacionarse.
El mandatario hondureño dijo que se vive en el siglo XXI y que ya no hay “esclavos ni colonias” en un mensaje duro a Taiwán que por décadas ha sido el país reconocido por Tegucigalpa para mantener relaciones diplomáticas.
El gobernante Lobo dijo que puede ser amigo de China y con ello no ser enemigo de Taiwán.
Asimismo, recordó este mediodía que “quien nos va a condicionar?, ¿por qué no?, China es un mercado súper atractivo”.
Agregó que Pekín tiene inversiones en Honduras a través del proyecto hidroeléctrico denominado Patuca III, a la vez que reafirmó su decisión de caminar en la vía de establecer vínculos.
Aunque el presidente Lobo debe definir qué tipo de vínculos sostener, ya que si él no condiciona, Pekín sí lo hace.
La dirigencia de China tiene una política que establece que Estado que mantenga relaciones diplomáticas con Pekín debe suspenderlas con Taiwán, ya que se consideran los únicos representantes del pueblo chino.
A menos que el gobernante hondureño busque la modalidad de negocios, abrir una Oficina Comercial en Pekín, sin relaciones diplomáticas formales, y seguir reconociendo a Taiwán.
Pero difícilmente Lobo podrá imponer su visión de ser amigo de los dos Estados y mantener relaciones diplomáticas simultáneas, ya que eso sí es vedado por Pekín.