Lo que viene es poco importante

Daniel Barjum

El Secretario Privado de la Presidencia, Héctor Zelaya, hace poco señaló que se invertirán 180 millones de dólares en el sector textil (maquila) de Honduras. Mencionando en sus tweets que “#LoQueVieneEsImportante”, insinuando en sí que esta inversión es algo nuevo y bueno para el país ya que se generaría más empleo. Así pudiera parecer a primera vista, pero lastimosamente la realidad para las hondureñas y hondureños será otra debido a que este tipo de inversión en el país no es nueva. Es más, es básicamente el único tipo de inversión que hemos visto en Honduras por varios años, y pues la maquila, al igual que otros sectores tradicionales, ya no son el vehículo para el desarrollo que antes eran. Esto no significa que se debe dejar de invertir en estos sectores, pero la inversión debe estar enfocada en diversificar los productos hacia aquellos que tienen mayor complejidad y en mejorar las condiciones laborales para sus empleados.

Fuente: Twitter – cuenta del Secretario Privado Hector Manuel Zelaya

La economía tradicional nos dice que la generación de empleo mediante los sectores industriales como la maquila es buena para el crecimiento económico. Esto se logró percibir durante los años 70 y 80 en donde estos sectores sirvieron para generar riqueza en varios países, particularmente en Asia. Pero el contexto mundial ha cambiado desde aquel entonces: prácticamente todos los países producen textiles y agricultura. La competencia mundial ya no permite que un país sostenga un desarrollo social y equitativo apoyados únicamente de estas industrias. Desafortunadamente, esta creencia errónea ha permanecido. Esto también ha sido cierto en Honduras ya que, por décadas, la maquila y manufactura han sido de las principales fuentes de producción, pero el ingreso que le trae al país ha decaído de cerca del 33% del PIB en el 2000 a tan solo el 15% en el 2020 (análisis propio usando datos del BCH).

Fuente: Atlas de Complejidad Económica – CID, Harvard

Esto no es lo mejor para el país ya que el verdadero desarrollo económico es impulsado por la diversificación hacia nuevos productos que son incrementalmente más complejos. Es decir, se necesita promover la inversión en productos que traerán mayor valor al país. Desde el 2004, Honduras ha agregado únicamente 27 nuevos productos a su canasta de exportación, contribuyendo apenas $35 de ingreso per cápita en el 2019. Tanto nos hemos enfocado en ayudar el desarrollo de la maquila que hemos perdido de vista apoyar a las demás industrias y empresas en el país, particularmente a la MIPYME. El mismo Secretario Privado, Héctor Zelaya, comentó que “la meta principal que tenemos como Gobierno es la disminución de la pobreza y los principales desafíos es generar las condiciones para la seguridad jurídica que demanda la empresa privada para que se invierta y nos ayuden a reducir la pobreza.” Esto es necesario, pero la realidad es que pocas acciones concretas se han visto para apoyar a las empresas que se encuentran fuera de las zonas económicas (o especiales) de desarrollo.

No hay que olvidar que este no es el primer gobierno en promover la inversión extranjera directa en el sector maquila, todo gobierno anterior lo ha hecho. Como ejemplo, el gobierno de Juan Orlando Hernández logró hacer lo mismo cuando el “firmaron un acuerdo con la maquila para generar 15,000 empleos con una inversión de 410 millones de dólares.” Es más, si uno solo ve los números, pues llegaría a la conclusión que el gobierno anterior hizo un buen trabajo en atraer inversión en la maquila:

Fuente: Twitter – Cuenta del ex-presidente Juan Orlando Hernandez
Fuente: Elaboración propia usando datos del BCH

Viendo la situación actual del país, se hace claro que la inversión extranjera en estos sectores no ha sido lo suficiente para mejor las condiciones socioeconómicas de la población. Aunque el crecimiento económico ha sido relativamente estable a través de los años, no ha sido equitativo, la desigualdad sigue aumentando. Además, el crecimiento que hemos apreciado no ha sido lo suficiente para cerrar la brecha que existe entre nosotros con el de los países ricos. El ingreso relativo de Honduras con el de los Estados Unidos de América declinó en los ochenta y desde ese entonces no hemos podido mejorar esta situación.

Fuente: Elaboración propia usando datos del BCH y Banco Mundial

El error más grave es que en vez de cambiar la forma de promover el desarrollo, todo gobierno que ha venido sigue haciendo lo mismo que se hizo en el pasado. En vez de iniciar diálogos con los distintos sectores del país, se siguen intentando las mismas recetas que no están dando resultados, pero con la esperanza de que esta vez las cosas serán distintas ya que, desde su punto de vista, ellos son diferentes o algo los hace especiales. La cruda realidad es que, sin hacer esfuerzos continuos, que incluyen sentarse en la mesa con todos los sectores para generar nuevas ideas, poco se logrará en cuanto al desarrollo del país.Fuente: Elaboración propia usando datos del BCH y Banco Mundial

Dada la situación en la que estamos, ¿qué se puede hacer? Ofreceré algunas ideas que servirán de guía inicial:

  1. Reconozcamos que los sectores tradicionales no serán los promotores del desarrollo socioeconómico que deseamos para el país. Esto no significa que se debe de dejar de invertir en ellos, pero el enfoque de la inversión extranjera directa no debería ser únicamente para generar nuevo empleo, sino que en diversificar la canasta hacia productos que tienen mayor valor agregado. Además, la inversión en estos sectores debería tener un giro distinto, a lo que me conlleva al segundo punto.
  2. No solo pensemos en generar empleo, sino que en generar buenos empleos que les traerán mejores condiciones a las personas. Asimismo, pensemos en cómo mejorar las condiciones laborales de los trabajos existentes. Si, es cierto que la maquila genera empleo masivo, pero es importante entender que hay una diferencia entre un empleo, y un buen empleo que es digno de un ser humano. La realidad es que trabajar en una maquila no provee las mejores condiciones para los hondureños, el paro laboral en la Gildan es un indicador de esto.
  3. Hay que hacer una transición a otras industrias, así que no nos olvidemos de mejorar las condiciones para todas las empresas que operan en Honduras, y no solo para aquellas empresas que operan dentro de zonas especiales de desarrollo. Esto significa tomar acciones concretas en mejorar las condiciones en los servicios públicos (electricidad, acceso a internet, agua, etc.), impuestos, seguridad jurídica, crimen e inseguridad, corrupción, entre otros.

Nada de esto es fácil, pero hay que comenzar por algún lado, y lo mejor es comenzar con diálogos abiertos y honestos con todos los sectores para conocer los distintos puntos de vista de las personas. Quedarnos trabados promoviendo la maquila, call centers, y zonas especiales de desarrollo no ayudarán las condiciones socioeconómicas del país, solo promoverán aún más un alza en la desigualdad.

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