*El líder religioso advirtió un candidato no puede darle al país lo que no tiene.
*Tiene que tener conocimiento de Dios, ser buen administrador económico, tener un buen seno familiar y no ser confrontadito, recomendó.
Recalcó que “ahorita Honduras no está para improvisar, ni para que coloquemos gente improvisadamente, ni para que la gente que sea colocada, improvise”.
Enfatizó que “eso es lo peor que nos puede pasar”.
En ese sentido, el líder religioso remarcó que el próximo mandatario tiene que llegar “con una idea puntual de la ruta a seguir” en su administración.
Solórzano arguyó en términos espirituales, la Biblia dice que para gobernar en alguna área, se debe saber administrar su casa inicialmente y eso también aplica a las personas que aspiran a cargos de elección.
“Difícilmente quien no sabe gobernar su casa, no va a poder gobernar en otros espacios”, refirió.
El pastor evangélico detalló que “usted no puede darle al país lo que usted no tiene, si usted no está bien con Dios, no puede darle nada de Dios al país; si usted no está bien en sus finanzas, no puede hacer una administración apropiada en finanzas; si usted no está bien en su familia, ¿cómo le va a hablar de familia al país?; si es una persona que tiene toda una secuela de confrontaciones y pleitos, ¿cómo le va a hablar de armonía al país?”.
Subrayó que la población no puede juzgar a un candidato por lo que dice en la campaña o en una canción, porque “a la personas se le debe revisar su vida, eso es muy importante”.
Detalló que a un candidato se le debe revisar “cómo se ha conducido, qué decisiones ha tomado, en qué cosas ha estado involucrado, los aportes que ha brindado al país, cuál ha sido su trayectoria familiar, cuál ha sido su trayectoria empresarial, si es un empresario”.
Agregó que “eso es muy importante, la suma de todas esas cosas, es la que le dice a uno quien es la persona, porque no sólo es lo que él (candidato) diga que ha hecho, sino lo que ha hecho y lo que muestra”.
“Uno puede decir y poner en un papel todo lo que quiera, pero son los frutos, las acciones y las obras, las que reflejan quien uno es”, concluyó.
