Llenar centros pedagógicos de internamiento los volverá más inseguros, avisa Conadeh

Tegucigalpa – El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) advirtió este martes que, en la medida que se llenen los centros pedagógicos de privados de libertad, más insegura se volverá la vida de los adolescentes, ya que muchos de esos centros no reúnen los estándares internacionales en materia de justicia juvenil.

En la actualidad, unos 116 niños y niñas están privadas de libertad en los centros  que tiene el Instituto Nacional para la Atención de Menores Infractores (INAMI), que no representa ni el 1 % del total de la población adulta detenida en los centros penales del país, que ronda las 20 mil personas.

Los niños y adolescentes, en la mayoría de los casos, están privados de su libertad por cometer actos de extorsión, venta de drogas y portación de armas, que son las infracciones de mayor incidencia y por las que guardan prisión.

Cándida Maradiaga, coordinadora de la Defensoría de la Niñez del Conadeh fue contundente al señalar que reducir la edad punible no es la mejor propuesta ya que otros países lo han hecho y no han resuelto los problemas de la niñez vinculada con la delincuencia y la inseguridad.

Recordó que, desde el 2010 al 2024, murieron en circunstancias violentas 25 adolescentes bajo la tutela del Estado en centros de privación de libertad.

“En la medida de llenemos los centros de privación de libertad, en la medida que ingresemos más adolescentes a los centros,  por la comisión de infracciones, más insegura se vuelve la vida de los adolescentes”, advirtió.

Señaló que, algunos de los centros pedagógicos de internamiento no reúnen los estándares internacionales en materia de justicia juvenil.

Los procesos de reeducación se hacen más complicados cuando hay muchos adolescentes en un solo centro, indicó.

Mencionó que, en alguna ocasión se llegó a tener alrededor de 350 adolescentes en el Centro Pedagógico de Internamiento “Renaciendo” y todas las semanas era noticias por amotinamientos, reyertas, incendios, situación que cambió en los últimos años.

Honduras es signataria de muchas leyes internacionales, entre ellas la Convención de Derechos del Niño que dice que la privación de libertad es el último recurso que se debe utilizar y por el menor tiempo posible, no obstante, en algún momento se llegó a tener a unos 650 adolescentes privados de libertad.

Cuestionó que, en Honduras, los centros de privados de libertad no son los mejores para reeducar, a parte que son costosos  y deja muchos  efectos dañinos a la psicología de los adolescentes que se encuentran privados de libertad.

Advirtió que someter a los adolescentes a ambientes como los que se vivieron entre los años  2010 y el 2017, es volver a los centros de privación de libertad en crisis, como está el de los centros penales de adultos en este momento.

Este tipo de propuestas, de reducir la edad punible, salen cuando realmente no se analiza la situación y quienes lo proponen esperan que, con una medida represiva, van a resolver el problema.

Maradiaga considera que las autoridades hondureñas deben pensar en políticas públicas de prevención al delito, trabajar con los niños y las niñas en edad preescolar, con la familia que es un componente que poco se ha abordado en el tema de reducción de la violencia. JS

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