Es el Equipo de Respuesta Internacional del Buró de Bebidas Alcohólicas, Tabaco y Armas de Fuego (ATF IRT), unidad que llega para investigar el incendio que se extendió a través de la granja penal en Comayagua.
El equipo ATF IRT proporciona asistencia técnica y forense y supervisa, en todo el mundo, las investigaciones de incendios y explosivos, informó la embajada de los Estados Unidos en un comunicado de prensa.
Indica que el equipo, que brindará ayuda y asesoramiento, llega al país a petición del gobierno hondureño a través del Departamento de Estado con el fin de determinar la causa del incendio.
El equipo ATF IRT que llegó este jueves comenzará a reconstruir la escena, trabajando para identificar el origen del incendio, realizará entrevistas, y tamizará a través de los desechos para obtener evidencia relacionada al fuego.
El equipo de la ATF IRT está compuesto de veteranos agentes especiales quienes tienen experiencia en la investigación de origen-causa de explosiones e incendios; químicos forenses, oficiales de eliminación de artefactos explosivos, protección de incendio e ingenieros eléctricos; caninos de detección de acelerante; caninos de detección de explosivos; apoyo de inteligencia, apoyo en informática forense y apoyo en auditoria forense.
Cada equipo reunido y desplegado está diseñado para acomodar de la mejor manera la investigación del incidente, se detalla en la descripción de las capacidades que el equipo desplegará en su contribución a esclarecer los hechos en Comayagua.
La activación del equipo ATR y el IRT es la número 32 desde su creación en 1978. El equipo de Respuesta Internacional (IRT) viaja al exterior a realizar investigaciones de atentados de carros bombas; proporciona apoyo técnico en desmantelamiento de artefactos explosivos improvisados; y provee supervisión en incendios de gran escala que resultaron en la pérdida masiva de vidas y pérdidas materiales estimadas en millones de dólares.
La última activación del equipo incluye una explosión de un depósito de municiones en abril de 2008 en Albania que mató a 26 personas, hiriendo a otros 400, y destruyendo y dañando a más de 4,000 hogares y negocios; la recuperación de artefactos explosivos improvisados en Santo Domingo, República Dominicana, en enero de 2008; y una explosión de bomba en un club nocturno en Bogotá, Colombia, que mató a 32 personas en febrero de 2003.