En el caso de Florida, donde 1,1 millones de hispanos están inscritos para votar, la no participación de los delegados «podría ser perjudicial para el éxito del candidato presidencial demócrata» en noviembre, advirtieron los legisladores.
Florida y Michigan fueron penalizados por el Partido Demócrata por haber adelantado a enero la fecha de sus primarias, y Hillary Clinton quiere que se incluya a los delegados de ambos estados en la convención nacional en Denver (Colorado) en agosto próximo.
El Comité de Reglas decidirá el día 31 qué hacer con los 368 delegados en cuestión, pero en principio los demócratas se han mostrado renuentes a incluir a ambas delegaciones en pleno, para no crear precedentes en futuras elecciones.
«Les instamos a que tomen en cuenta la participación histórica entre los votantes hispanos este año y resuelvan esta situación de tal forma que se respete el voto emitido por todos los electores», indicaron en la misiva enviada a Alexis Herman y James Roosevelt, que presiden el Comité de Reglas.
Según un estudio reciente de la Red Nacional Demócrata, el número de votantes hispanos en las primarias demócratas de este año se ha más que triplicado desde 2004, y el de votantes latinos en Michigan está creciendo, agregaron los legisladores.
Clinton triunfó en Florida y Michigan, aunque ni ella ni su rival, Barack Obama, hicieron campaña, y en Michigan ni siquiera figuraba el nombre de Obama en las papeletas.
El pasado 30 de abril, alrededor de 300 activistas se manifestaron frente a la sede del Partido Demócrata en Washington para exigir la inclusión de los delegados en la convención nacional.
Para la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), que organizó esa protesta, lo correcto sería que el Partido Demócrata adjudique los delegados correspondientes a cada uno de los aspirantes demócratas según su porcentaje del voto en las dos elecciones primarias.
LULAC sostiene que los votantes de Florida no deberían de ser penalizados porque los legisladores del estado violaran las reglas del partido al adelantar las elecciones, en un intento de tener mayor influencia en el proceso.
