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Líderes científicas arriban a tierra de los Adelia, los pingüinos migrantes

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Isla Paulet (Antártida) – Las ochenta líderes científicas de la expedición Homeward Bound tocaron tierra en la isla Paulet, en el extremo noreste de la península Antártica, donde sobresale una extensa colonia de pingüinos de Adelia, una especie casi amenazada que vive una migración hacia el sur del continente blanco.

En el día 4 de la expedición, tras zarpar en el Año Nuevo del puerto de la ciudad argentina de Ushuaia y superado el turbulento pasaje de Drake o mar de Hoces, la mirada conduce a una pequeña isla circular, de 1,6 kilómetros de diámetro, acaparada por cientos de miles de Adelia, que, con su característico plumaje, similar a un esmoquin,caminan de un lado a otro como buscando algo.

Cuando se recorre la Antártida, desde el barco se puede ver a los pingüinos en áreas abiertas, en los icebergs, en las costas rocosas e incluso algunos se acercan a las bases que varios países tienen en el continente.

En el caso de la isla Paulet, ubicada en el sector noroeste del mar de Weddell, el hogar de los Adelia lo conforma un paisaje volcánico, con un cono que alcanza los 350 metros de altura, y una explanada del lado norte de la isla.

Esta visita es representativa para Homeward Bound, un programa australiano apoyado por la firma española Acciona, ya que la travesía busca visibilizar el liderazgo de la mujer en asuntos de interés global como el cambio climático y, según los científicos, los Adelia son, precisamente, una de las especies amenazadas en la Antártida.

Aunque por naturaleza son especies migratorias durante el periodo de reproducción, en los últimos años se ha detectado que el pingüino de Adelia está saliendo hacia el sur de la Antártida ante los cambios en su hábitat.

“Hay una vulnerabilidad relacionada con el hielo marino. Los Adelia están entre los que más sufren a causa del cambio climático y hay registros de que se han estado moviendo hacia el sur”, al igual que otras especies de pingüinos, “en búsqueda de ese hielo marino, donde encuentran su alimento”, explica a Efe Sharon Robertson, profesora de la universidad de Wollongong, en Australia.

El alimento básico de esta especie, que mide unos 70 centímetros, pesa de 4 a 5, 5 kilos y puede llegar a vivir hasta 20 años, es el krill, una pequeña criatura que encuentra en el agua.

Pero científicas a bordo del Ushuaia, el barco de la expedición, creen que en el Mar de Weddell ha aumentado la temperatura, lo que puede explicar que los Adelia (Pygoscelis adeliae), que prefieren el krill del agua más fría, estén saliendo hacia el sur.

“La Antártida es un lugar muy sensible, especialmente la península, donde si se deshace el hielo, no permite reflejar los rayos del sol y la temperatura sube. Sentimos una temperatura (entre 0 y 2 grados con sol) que es muy alta para esta parte de la península”, dijo a Efe Cindy Shelito, profesora de Meteorología y Cambio Climático en la Universidad de Northern Colorado (EE.UU.).

En la isla Paulet, confirmado como un lugar de reproducción y que acoge también al ave cormorán, las gaviotas cocineras y focas de Weddell, se mantienen aún miles de Adelia y, en el recorrido, las expedicionarias pudieron ver a varias crías, mientras otros pingüinos corrían de un lado a otro con rocas en sus picos para los nidos.

Tras finalizar la jornada en la isla Paulet, el Ushuaia da vuelta hacia la bahía Maxwell, en donde a las expedicionarias les espera la base Carlini, el principal centro científico de Argentina en la Antártida.

La expedición Homeward Bound partió el 31 de diciembre desde Ushuaia, considerada la ciudad más austral del planeta, y entre más de una decena de paradas previstas están la base argentina Carlini, la base estadounidense Palmer, la ucraniana Vernardsky y la isla Pleneau, adyacente a un “cementerio” de icebergs.

El recorrido se extenderá hasta el 19 de enero y cuenta con la participación de la costarricense Christiana Figueres, destacada líder de la lucha contra el cambio climático y del empoderamiento femenino.

Homeward Bound es una iniciativa global para mujeres del campo de STEMM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas y Medicina) con miras a aumentar su visibilidad como líderes en el mundo. EFE

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