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Ley de 60 grados o liberalización del mercado, ¿Cómo alcanzar los mejores precios en los carburantes?

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Tegucigalpa – Mientras la Coalición Patriótica de Solidaridad asegura que la no aplicación del factor de corrección por temperatura a 60 grados Fahrenheit, significa un negocio adicional para las compañías transnacionales importadoras equivalentes a 1,200 millones de lempiras anuales, los importadores de carburantes agremiados en el Consejo Hondureño de la Industria del Petróleo (Cohpetrol) se pronuncian por una liberalización del mercado como una opción para que los consumidores se beneficien a través de mejores precios.
 

La Coalición Patriótica, donde se aglutinan varias organizaciones entre las que figura la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productos del Petróleo (Ahdippe), recomendó en la reunión de la comisión de alto nivel para buscar medidas de ahorro energético, retornar a la fórmula de comercialización de los combustibles aprobada en el gobierno anterior y con la que se asegura, se obtuvo una rebaja de 4.50 lempiras por cada galón, un ahorro que tampoco se sabe donde fue parar.

La organización que lidera la doctora Juliette Handal también propuso la urgente ratificación en el Congreso Nacional de la Ley de los 60 Grados que obliga a los importadores de combustible entregar los carburantes en las estaciones gasolineras a un factor de corrección de 60 grados Fahrenheit.

Los importadores de carburantes aducen que la liberalización es un mecanismo probado en países de la región que han logrado establecer mejores precios a través del mecanismo.

Ejecutivos de Cohpetrol, manifiestan que vender el combustible a 60 grados Fahrenheit de temperatura no es la solución para el ahorro.

Cohpetrol ha reafirmado su posición en favor de liberalizar el precio de los combustibles para que les permita a los hondureños más ahorro que con la aplicación de la Ley de los 60 Grados.

La organización insiste en el hecho que la Ley de los 60 Grados no es tan beneficiosa como la pintan otros sectores como la Coalición Patriótica para ello refieren que la incidencia en el precio del diesel sería mínimo.

Interés Nacional

Los expertos señalan que lo positivo de la crisis es que se ha vuelto a debatir sobre esos temas y ello obligará al gobierno a tomar decisiones.

Pese a la crisis mundial generada por las constantes alzas a los precios de los carburantes, aun no hay una política estatal para enfrentar internamente el tema.

“Ya no se puede seguir protegiendo intereses particulares y el gobierno y el Congreso Nacional lo van a hacer porque se sienten presionados más ahora que el precio del café se ha desplomado en el mercado internacional y se estima una caída de 200 millones de dólares que ya no van a ingresar al país”, argumentó Juliette Handal, una de las dirigentes de la coalición.

Admitió que el retorno a la anterior fórmula de comercialización y la Ley de los 60 Grados, son temas controversiales, pero se trata de algo de interés nacional, dijo.

Indicó que la Ley de los 60 Grados es una ley que ya existe y la fórmula de comercialización anterior es algo que funcionó y permitió un ahorro de 4.50 lempiras en cada galón de combustible y que significó un ahorro de más de 7,000 millones de lempiras en el período de enero de 2008 hasta el 2009 que fue cuando se cambió la fórmula. Pero sí ese ahorro existió no se sabe donde fue a parar porque tampoco se vio reflejada en el precio que el consumidor final pagó en la bomba.

En el seno del Congreso Nacional hay un decreto ejecutivo de los 60 grados Fahrenheit que estaba programado para ser discutido esta semana.

El proyecto de ley se mantuvo engavetado en el Poder Legislativo, hasta que hace dos meses las bancadas se pusieron de acuerdo para presentar un solo borrador de proyecto, el cual fue dictaminado la semana pasada al tenor del alto precio de los carburantes en el mercado doméstico donde el galón de gasolina superior está próximo a alcanzar los 100 lempiras.

Se estima que al entrar en vigencia el factor de corrección de los 60 grados, se obtendría un ahorro de 1.53 lempiras por cada galón.

Los 60 grados Fahrenheit es una norma internacional que el Instituto Americano del Petróleo estableció para ajustar las diferencias de temperatura en el combustible, que respetan todos los compradores del petróleo en el mundo y se aplica en muchos países ya sea por ley o por forma voluntaria por las compañías petroleras.

Factor Económico

La gerente de la Ahdippe, Saraí Silva, reiteró la decisión de esa organización de trasladar en su totalidad el beneficio por ajuste de 60 grados Fahrenheit a los consumidores, medida que generaría un ahorro de 500 millones de lempiras anuales, según expresa.

La ley ordenaría a las compañías petroleras que operan en Honduras, la facturación a todas las gasolineras, en cumplimiento a la norma estándar de la industria del petróleo a nivel mundial y en el marco jurídico nacional.

El máster en química de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) Sigfrido Sandoval manifestó que la norma de 60 grados Fahrenheit es de obligatorio cumplimiento en la compra venta de combustibles a nivel internacional.

El experto dijo que la razón técnica para aplicar esta norma internacional es simplemente porque la temperatura incide en el volumen de los combustibles y si no se toman medidas para estandarizarse provocaría caos de diferentes temperaturas a nivel mundial

Aseveró que la no aplicación de los 60 grados en Honduras, es estrictamente económica, pues las transnacionales pagan por volúmenes netos en el mercado internacional, pero ellos sí lo cobran a los consumidores locales, quedándose con una ganancia adicional producto de la falta de implementación de la norma internacional.

Sandoval ha demostrado en laboratorio que el combustible que se entrega en las gasolineras se hace sin aplicar el factor de corrección por temperatura de los 60 grados.

Liberalización del Mercado

Según los ejecutivos de Cohpetrol, vender el combustible a 60 grados Fahrenheit de temperatura no es la solución para el ahorro.

La directora ejecutiva de Cohpetrol, Desiré Medrano, se pronunció a favor de liberalizar el precio de los combustibles para que les permita a los hondureños más ahorro que con la aplicación de la Ley de los 60 Grados.

Añadió que para aplicar esa medida deberán instalarse dispositivos especiales y termómetros para combustibles y argumentó que Honduras es un país que no produce petróleo y tampoco refina crudo, por lo que está a expensas del comportamiento del crudo a nivel internacional.

Insistió en el hecho que la Ley de los 60 Grados no es tan beneficiosa como la pintan otros sectores como la Coalición Patriótica y puso como ejemplo que el diesel, que es el producto que mayor impacto tiene en la canasta básica, tendría un ahorro ínfimo en caso de aplicarse esa disposición.

“El ahorro seria menor de un lempira, pues no tendría mayor impacto en el consumidor final, tomando en consideración que habría que hacer instalaciones especiales a nivel de bomba para poder medir la temperatura a la hora de que un consumidor se acerque a la bomba a comprar su combustible”, acotó.

Medrano aseguró que el efecto del ahorro que se lograría por la aprobación de la Ley de 60 de Grados equivalentes a 15 grados centígrados, se diluiría en el gasto y la inversión que tendrían que hacer los gasolineros para aplicar esa iniciativa.

En ese sentido, aseveró que el país está merced de las alzas del petróleo en el mercado internacional, por lo que la liberalización de este rubro contribuiría a una mayor competencia en la comercialización de los carburantes.

Otra medida que sugiere Cohpetrol y que tendría resultados a largo plazo, sería convertir la unidad de medida de venta de combustible en litros, no en galones como se hace actualmente, pero para eso se requiere de un proceso de socialización.

Elemento Competitivo

En julio de 2011, la Comisión para la Defensa y Promoción de la Competencia (CDPC), emitió una opinión en la señala que en el país debe ser aplicable la Ley de los 60 Grados para beneficio del consumidor hondureño.

El comisionado presidente de la CDPC, Óscar Lanza, aseguró que se tiene que aplicar la fórmula de 60 grados, ya que hay desventajas entre mayoristas y consumidores.

Según Lanza, el ajuste por corrección de temperatura de 60 grados Fahrenheit, es un elemento competitivo, ya que el mercado nacional es un mercado de importadores, verticalmente integrado hacia la distribución mayorista y la comercialización al detallista, es decir que las importadoras están en cada eslabón de la cadena, lo que redunda en una competencia desleal para las estaciones de servicio independientes, ya que la facturación de una temperatura de 60 grados a 90 grados Fahrenheit, se traduce en una ventaja importante como importe económico en clara ventaja de un sector sobre otro.

Añadió que desde una perspectiva legal, las relaciones jurídicas entre mayoristas y minoristas, requiere de un enfoque de precisión y consistencia de la medición de combustible, en el que la regulación esté encaminada a corregir distorsiones del tipo valor-justicia en el volumen dispensado a cada minorista y consumidor al momento de adquirir combustible del mayorista y en una estación de servicio.

Lanza detalló que el ajuste por corrección de temperatura a 60 grados Fahrenheit demanda de una legislación o regulación que contenga un análisis técnico y económico, incluyendo un estudio de la volatilidad estacional de las temperaturas climatológicas durante el año, así como diferencias geográficas de temperatura en las zonas de distribución, a efecto de ordenar o corregir los problemas de eficiencia que se presentan en este tipo de transacciones.

Intereses

Sin embargo, la demora en la aprobación de la Ley de los 60 Grados pone al descubierto que existe una poderosa conjugación de conveniencias ilegítimas de grupos que luchan por conservar sus privilegios, según la Coalición Patriótica.

El diputado Erick Rodríguez, denunció el miércoles que hay compañeros suyos que se encuentran alineados con importadoras de combustible para evitar que se apruebe la Ley de los 60 Grados en el Congreso Nacional.

Según Rodríguez en mayo del año pasado, él presentó el proyecto de Ley de los 60 Grados bajo un marco legal, para poderlo discutir en la Cámara Legislativa.

No obstante, señaló que en ese momento fue agregada una comisión que “le ha dado largas al asunto, por cuestiones de las importadoras”.

Según Rodríguez, los importadores “compran a 7.5 por ciento grados Fahrenheit, pero aquí ellos le venden a los gasolineras a temperaturas mayores de los 90 grados y en la factura la cobran a 10 grados Fahrenheit”.

El congresista, indicó que se ha encontrado con diputados que mantienen intereses para que este proyecto de decreto no de convierta en ley.

Dicha obligatoriedad fue restablecida en un decreto del Poder Ejecutivo emitido en 2008 durante pero fue dejado sin efecto un año después.

Lo único que está perfectamente delimitado son las posiciones extremas entre quienes demandan la aplicación de la norma internacional de los 60 grados y aquéllos que rechazan ese esquema.

Según la directora de la Comisión Administradora del Petróleo (CAP), Norma Rauda, si a esas empresas no se les facilitara su negocio de parte del gobierno, el mercado nacional quedaría desabastecido por completo.

Lo que falta por desentrañar es lo que prevalecerá en el Congreso Nacional.

Exposición de motivos para aprobar la Ley de los 60 Grados

Es de alto conocimiento que todo líquido expande su volumen con el aumento de la temperatura y se contrae con la disminución. El combustible fósil no es la excepción a esta ley de la naturaleza. La gasolina y el diesel expanden su volumen con el aumento de la temperatura. Por ello en el comercio internacional del combustible se ha llegado al acuerdo de que toda entrega y facturación se ajusten tomando en cuenta los diferenciales de temperatura porque importan alteración a su volumen.

Se ha convenido también que se tome como referencia el equivalente de 60 grados Fahrenheit de temperatura para todo producto entregado.

Desde 1979, el Gobierno hondureño se preocupo por emitir normas que regulen la entrega y facturación del combustible, previendo los ajustes respectivos por la diferencia de temperatura. El Acuerdo 441 de ese año, emitido por la Junta Militar de Gobierno es una demostración clara del interés en proteger a los consumidores de eventuales pérdidas económicas en la compra del combustible.

No obstante, ha habido intentos para derogar ese Acuerdo 441-79.

Este es el caso del acuerdo No. 377-92, que expresamente lo derogaba. Sin embargo, no alcanzó jamás su vigencia, porque nunca fue publicado en diario oficial La Gaceta.

Esto significa que sigue vigente y en consecuencia es ejecutivo y ejecutorio, el Acuerdo No. 441-79. No obstante por razones que se desconocen, la autoridad competente no aplica dicho Acuerdo y las empresas distribuidoras contrariando la práctica, aceptada por ellas en el comercio internacional de aplicar el factor de ajuste del volumen por corrección de temperatura a 60° grados Fahrenheit obligan a las estaciones de servicio a suscribir contratos en los que estipula la entrega del combustible a temperatura ambiente, sin aplicar ajuste alguno.

Según un informe presentado por la firma consultora SUROIL, el impacto negativo que recae sobre el cliente por falta de aplicación del factor de ajuste del volumen por corrección de temperatura a 60° grados Fahrenheit, representa la suma de 18 millones 690,373 dólares equivale a 350 millones 479,893 lempiras; la que, en otras palabras, constituye una ganancia adicional para las importadoras.

Las distribuidoras aplican el factor de ajuste del volumen por corrección de temperatura a 60° grados Fahrenheit cuando venden a otra distribuidora o a las empresas denominadas “térmicas” contratadas por la ENEE, pero estas, particularmente las ultimas, no lo aplican cuando facturan el suministro de la estatal eléctrica.

Eso significa, que los hondureños no solo estamos subsidiando a las importadoras con los sobre pagos por la compra de combustible, sino también a las empresas “térmicas”, que se apoderan de las sumas que se generan por la expansión el volumen del combustible por el aumento de temperatura.

Lo justo es que nos ahorremos esa suma, pagando lo que realmente nos venden, aplicando el ajuste respectivo, y utilizar ese ahorro, en mejorar calidad de vida para construir más escuelas y colegios, mas hospitales y centros de salud, mas carreteras, mas seguridad en suma, para construir mejor nuestro futuro.

Por lo anterior expuesto comparezco ante esta alta representación del pueblo a presentar iniciativa de ley en el sentido de que el volumen de los Combustibles se regirá a este efecto al respectivo Proyecto de Decreto.

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