La Fiscalía venezolana formalizó el pasado día 4 la acusación contra López por delitos de instigación pública, daños a la propiedad e incendio.
A este respecto, López se declaró en su carta «víctima de una justicia injusta», y añadió que tanto su estancia en prisión como la decisión de la Fiscalía son «ejemplo de que estábamos en lo correcto, de que era necesaria esa chispa que encendiera en los venezolanos ese deseo tan latente de lograr un cambio social y político».
El presidente de la formación venezolana de la oposición Voluntad Popular afirmó en la carta, en referencia a su aislamiento en la prisión, que tiene «la compañía de su inocencia y la certeza de haber hecho lo correcto».
López se entregó a las autoridades el 18 de febrero pasado tras haber sido responsabilizado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, de los enfrentamientos que hubo al término de una marcha que el 12 de febrero acabó con tres muertos.
Desde entonces el país vive una oleada de manifestaciones en contra y a favor del gobierno, que en ocasiones se han tornado violentas y se han cobrado ya 39 muertos y más de 600 heridos.
«Me lastiman todos los compatriotas -sin exclusión- que han perdido la vida», afirmó el opositor en su carta al diario español, que concluyó afirmando que «han pasado quince años, no podemos esperar más», y que «Venezuela necesita un cambio».