Holtville (CA) – Las tumbas sin nombre de más de 500 inmigrantes fallecidos en el cruce de la frontera recuerdan desde un cementerio del sur de California los peligros que acechan a quien se adentra en el desierto o en aguas del canal Todo Americano.
Solo la organización Ángeles de la Frontera y el titular de una parroquia cercana parecen no haberse olvidado de las personas no identificadas cuyos restos yacen en la solitaria parte trasera de otro cementerio, el de Terrace Park, en Holtville, a 30 kilómetros de México.
«Recomiendo a las personas indocumentadas que mejor regresen a su país, para que no terminen en una tumba sin nombre. Es preferible poder respirar a gusto sin miedo, que vivir el racismo o en el peor de los casos perder la vida como los inmigrantes que nunca fueron reclamados», dijo a Efe el párroco de St Joseph en Holtville, José Alfredo Moreno.
En los tres años que Moreno lleva al frente de la parroquia, nunca se ha celebrado una misa especial por los inmigrantes enterrados en el camposanto cercano, solo la que el 2 de noviembre se dedica por el día de difuntos.Leer nota completa.