Talgua, Catacamas, Olancho – Es un lugar de gran riqueza arqueológica, pero también es un tesoro natural que ofrece una fauna y paisajes incomparables. Es la reserva eco-arqueológica de las Cuevas de Talgua, un parque nacional ubicado en el municipio de Catacamas, Olancho al noreste del país.
Al recorrer el lugar y conocer sus pormenores fácilmente el lugar queda en la lista de anotaciones para recomendar y también para repetir la experiencia.
Se conocen como “Las Cuevas de las Calaveras Brillantes”, debido al reflejo que permite que los depósitos de calcitas hagan parecer brillantes los restos humanos que depositaron antepasados en una especie de entierros que denotan un culto casi majestuoso a la muerte.
Talgua da a Olancho, una región de extensas pampas, cultivos y bosques por doquier, un matiz especial que deja ver las relaciones de los pueblos nativos con otras culturas del sur del continente, indican expertos.
El parque tiene la particularidad de que es una reserva dentro de otra, que es el Parque Nacional Sierra de Agalta que cubre varias ciudades del departamento de Olancho.
La Cueva de Talgua tiene 500 metros de recorrido y su temperatura es entre 18 y 22 grados centígrados.
El Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), es la encargada del mantenimiento, de promover el turismo de las Cuevas de Talgua, pero el ente también lo promueve y lo posesiona en las agendas de los viajeros que disfrutan de un turismo de calidad arqueológica y natural.
Para llegar a las cuevas hay que cruzar un sendero empedrado de aproximadamente 20 minutos y 800 metros donde se puede apreciar la naturaleza, el río Talgua que cruza a la orilla.
Las Cuevas de Talgua ofrecen actividades como aventura, escalar, montañismo, acampar, biología, así como de la observación de aves, bañarse en el río y observar espacios especiales a los ojos de los amantes de la antropología, historia y los turistas que quieran conocer las formaciones naturales.
El guía turístico de las Cuevas de Talgua, Mario Mendoza, manifestó que las Cuevas de Talgua son milenarias.
En el lugar “resalta la información de un cementerio que existe en el fondo de las cuevas donde existió una cultura muy antigua”, señaló Mendoza.
Además, el guía destaca la formación rocosa denominada Catedral por su parecido a una estructura natural y que los antepasados la utilizaban como lugar sagrado donde preparaban los huesos para depositarlos en el interior de la cueva.
En Talgua se encuentran formaciones de estalactitas, que son formaciones que se dan a través de la sedimentación de agua para dejar ver las rocas de calcitas.
Una roca de color salmón, que se caracteriza por su parecido al mapa de Honduras, ubicada cerca de la zona llamada Las Cortinas, formada de calcitas, resalta por el brillo de su cristal y su belleza es destacada por el guía.
En el parque hay una de las cuevas, que es más grande y menos conocida por los visitantes, en ella la infraestructura para descubrir sus detalles es menos desarrollada además de que carece de luz.
La cueva grande no presenta senderos por lo que si dificulta su acceso y varias de sus formaciones sufren de colapsos.
Expertos consideran que las Cuevas de Talgua se encuentran situada entre la frontera de dos zonas de la cultura americana: la mesoamericana y la andina o sudamericana.
Turismo
La representante de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh), en la región de Olancho, Bessy Velásquez, aseveró que se ha realizado esfuerzos con el IHAH para atraer más turistas nacionales y extranjeros.
Velásquez garantizó que, para este verano las autoridades responsables de ese magnífico parque, ofrecerán a los turistas una gran experiencia en las Cuevas de Talgua, además de comida, seguridad vial y personal.
“Se ha ampliado la entrada a la cueva, las mejoras en los senderos y baños, así como la culminación de los 500 metros de senderismo, el museo y el mejoramiento del alumbrado interno”, dijo Velásquez.
Las Cuevas de Talgua fueron declaradas patrimonio nacional por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en 1997.
Mendoza recomienda a los potenciales visitantes no tocar las formaciones naturales, así como no tirar basura dentro de las cuevas.
Velásquez añadió que también en el departamento de Olancho se ha descubierto y explorado alrededor de tres mil cuevas.
Las cuevas cuentan con el museo de Talgua que tiene la información sobre el sitio.
Según datos IHAH, Talgua recibe al año 16 mil visitas, una afluencia mínima que debe llamar a los hondureños de diferentes regiones a visitar el lugar y descubrir un extraordinario retazo de la historia. Por ello, la regidora municipal de Catacamas, Aleyda Ayala, invitó a los hondureños y extranjeros a agendar Talgua en estas vacaciones.
Saúl Zúñiga, un turista que acompañado de sus dos hijos coincidió con Proceso Digital en su recorrido por el lugar, invitó a la población a visitar las Cuevas ya que para ellos resultó una experiencia incomparable, dijo.
Historia
Las cuevas de Talgua fueron descubiertas apenas la última década del siglo XX.
Fue en abril de 1994, cuando dos hombres que se condujeron a través del río dieron con una pared de nueve metros de altura dentro de una cueva, descubriendo un túnel que poseía una gran cantidad de huesos humanos y docenas de vasijas.
Así emergió Talgua, sus calaveras, el culto a la muerte y la relación intercultural de los pueblos de América. Un lugar que este verano debe ser descubierto por los amantes de la arqueología y de las riquezas ancestrales de Honduras.
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