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Las Carreritas de San Juan, tradición y júbilo para anunciar la resurrección de Cristo

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Tegucigalpa – La escenificación de las Carreritas de San Juan, se han convertido en una peculiar tradición para la feligresía católica en Honduras, esto después de pasar dos días difíciles –Jueves Santo y Viernes Santo-, que sumergidos en profundos silencios derivados de la pasión y muerte de Cristo en el complicado camino a la cruz del Calvario y una vez celebrado el Sábado de Resurrección, ¡por fin pueden comprobar que  verdaderamente Jesús ha resucitado de entre los muertos!    

Las Carreritas de San Juan, tienen su origen en España, específicamente en Andalucía, ahora es toda una tradición en varios países de Latinoamérica.

La liturgia eclesiástica reconoce el domingo como Día de Resurrección. Una jornada que comienza a primera hora, siendo además de las últimas procesiones de la Semana Santa. La participación de los feligreses es como siempre multitudinaria, quienes están contentos y felices, gritando repetidamente que Jesús no está muerto, sino vivo, como él mismo lo anunciaba.

La mayoría de las parroquias de Honduras, se dan cita a eso de las 4:00, 5:00 y 6:00 de la mañana para rememorar el momento en que se anuncia con algarabía la resurrección de Jesús, resaltan los aplausos, porque justamente las imágenes de los apóstoles, Juan, Pedro, los ángeles y las Marías, entre ellas Magdalena, que anuncian al mundo la buena noticia.

Una fiesta más para la iglesia

En la arquidiócesis de Tegucigalpa, se dramatiza de una manera peculiar, misma que se ha convertido en toda una tradición, que había sido suspendida por la emergencia sanitaria que azota a Honduras y al mundo entero. Pero después de dos años de ausencia, los católicos cargarán las imágenes, correrán con ellas y protagonizarán un encuentro con Jesús vivo.

Y es que después de una larga y amarga jornada para Jesús en el calvario, finalmente en la procesión de Las Carreritas de San Juan, las tres Marías llegan a la tumba de Cristo a dejar incienso y se encuentran al Ángel Gabriel, quien les comparte las buenas nuevas que el Señor resucitó al tercer día de su crucifixión, posteriormente comparten con alegría la resurrección.

De esta manera es que la conmemoración de los misterios de la pasión y muerte de Cristo, convergen en la memorable y gloriosa resurrección del hijo de Dios. Con la exquisita combinación entre arte y fervor religioso, se emula en países como Honduras, el suceso del día de la pascua, una espiritualidad que concluye con la celebración de una solemne misa.

El encuentro con el resucitado

Los primeros que aparecen en escena son los ángeles, ellos asumen el compromiso de confirmar que efectivamente Jesús había salido victorioso sobre la muerte. Tras enterarse de la buena noticia, procede a comunicarlo por medio de un encuentro con los apóstoles, a quienes Jesús ya les había contado lo que iba pasar pero no todos le creyeron.

En escena aparece el Resucitado junto a su madre, la Virgen María; quienes después de tanto sufrimiento inician una nueva vida pascual. Pero además Pedro, uno de los 12 discípulos, que pese a negar tres veces a Jesús la noche de su pasión, por su edad tiene la facultad de corroborar que lo dicho por las mujeres es una verdad y se encuentra con el sepulcro vacío.

San Juan, el más joven y amado de los apóstoles, incluso, Las Carreritas, reciben su nombre, por la velocidad en su carrera, misma que fue emprendida al conocer que el cuerpo yacente de Jesús, no estaba en la tumba, su juventud le permitió amar sinceramente a Cristo en vida, su joven edad le permitió la prontitud y es por ello que esta procesión lleva su nombre.

La madre María y su hijo

De igual manera, María Magdalena, rostro de la conversión, después de aquel milagroso encuentro con Jesús, el hombre que con venida a la tierra hizo nuevas todas las cosas, su fidelidad e incondicionalidad, le permiten acudir al sepulcro para purificar el cadáver, pero encuentra que la roca que tapaba la tumba fue removida y el cuerpo de Cristo ya no estaba.

Y no falta, María, una madre que sufre en carne propia la pérdida de su único hijo. La pasión y muerte es como una cruz con la que tiene que cargar tristemente. Ella aparece en la mayoría de los acontecimientos bajo la advocación de La Soledad. Sin embargo, es la última que se reúne con el Resucitado en el día de la pascua.  

Jesús, una vez que resucita, rompe con las tradiciones en un mundo que se negaba en gran medida a creer en él. Es por eso que es la figura central de esta procesión, en su encuentro con los ángeles, los apóstoles, es paciente y prudente, decide esperar no importa cuánto, para presentarse ante su madre, la Virgen María y celebrar la gloriosa resurrección.

Un asidero en el evangelio

“Las Carreritas de San Juan, tienen su asidero en el Santo Evangelio”, dijo el padre Marlon Yanuario Díaz de la parroquia San Diego, en una breve conversación con Proceso Digital. Quién destacó que la procesión del domingo es además un signo muy esperado por nosotros los cristianos, ya que no nos estacionaremos en la muerte, sino con la resurrección de Jesús.

En tal sentido, resaltó la importancia de la participación femenina en la anunciación que en verdad Jesús ha resucitado entre los muertos. “Desde entonces, vemos como la mujer, juega un papel preponderante en la vida  de la iglesia, es sustancial como ellas con alegría, llenas primero de fe, ratifican la buena noticia y hasta hoy, siguen dando buenas nuevas al mundo”.

Concluyó en que otro papel significativo a destacar, es el papel que juega en la historia de la resurrección, el joven, pues Dios permitió a uno de los discípulos más jóvenes, participar y anunciar, quizá una de las noticias más trascendentales  para la iglesia, pues la participación de Juan, el más amado, nos recuerda que los jóvenes son el alma y el centro del cristianismo.  

La cumbre y la centralidad del cristianismo

Hermes Sorto, párroco de Santa Lucía, explicó a Proceso Digital que este día nadie debe quedarse en casa, porque una vez que hemos vivido la pasión y muerte de Jesús, es necesario abrir una nueva página, la de la resurrección, que sigue siendo la cumbre y centralidad del cristianismo, porque resucitar, es un milagro del que todos debemos celebrar con alegría.

Consideró que la resurrección precisa de solemnidad, porque es el nacimiento a una nueva vida. Las Carreritas de San Juan, “es una vivencia que nadie puede perderse, pues además de ser una catequesis para los católicos, es la vivencia con las que debemos prevalecer en el camino de la iglesia, porque la resurrección es la renovación de nuestras vidas”.

Indicó que Dios actúa en las personas de manera sorpresiva y lo seguirá haciendo, así como cuando María Magdalena, en cumplimiento de la tradición, llega a la tumba para embalsamar el cuerpo del Jesús, pero descubre la tumba está vacía y por ende el mensaje de Ángel es que Cristo, ya resucitado les espera en Galilea y ahí se da un encuentro especial para la iglesia.

Según el padre Sorto, Juan el discípulo más amado, es la figura juvenil más importante en la historia de la iglesia. Ya que él es un ejemplo para la juventud, “pues tenazmente llama a los jóvenes para recordarles cada día que Jesús resucitó y que sólo siguiéndole, se puede optar a una nueva vida, por eso hoy y siempre, Las Carreritas, eternamente tendrán sentido”.

En la Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa, donde se aposenta la madre de Honduras, las carreritas de San Juan, están programadas para las 5:00 de la mañana y a eso de las 6:30 de la mañana se concluirá con la celebración de la Santa Eucaristía, para reflexionar la liturgia de la resurrección de Cristo.

A la misma hora en el centro de la ciudad, en la Catedral San Miguel Arcángel, se llevará a cabo la procesión con el Cristo Resucitado. Y una hora y media después la solemnidad de la misa, igual habrá eucaristía a las 8:00 de la mañana en este mismo templo. El mismo rito se celebrará en la Iglesia El Calvario así como en otras parroquias de Honduras.  JP

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