Tegucigalpa – En las últimas horas en el noroccidental departamento de Santa Bárbara tres personas murieron apedreadas. Los crímenes denotaron una crueldad poco advertida, pero que se ha vuelto una constante en el cuadro de violencia criminal en Honduras.
Las lapidaciones, según sociólogos, forenses y expertos en temas de seguridad, cobran una connotación desatendida que evidencian un complejo entramado de violencia en Honduras. Ellos conversaron con Proceso Digital, tras conocer las lapidaciones de dos hombres en Zacapa y otro en Quimistán, dos municipios de Santa Bárbara.
Este fin de semana se produjo la muerte de dos hombres en Zacapa, quienes luego de discutir al calor de los tragos, fueron apedreados hasta provocares la muerte.
De acuerdo a las versiones oficiales de la Policía, ambos hombres discutieron con sus victimarios, lo que finalmente provocó que fueron ultimados por la lapidación.
Casi en forma paralela, pero en el municipio de Quimistán -siempre en el mismo departamento de Santa Bárbara- un miembro de la comunidad lésbico gay fue encontrado sin vida en un terreno baldío. Sobre este crimen lo único que se informó es la víctima fue ultimada a pedradas.
Llama la atención esta causa de forma de muerte, cada vez más cotidiana, de acuerdo a los análisis elaborados por este medio de comunicación.
Cultura autoritaria
Para la socióloga, Mirna Flores, en Honduras se tiende a englobar los problemas de violencia y convertirlos en uno solo, en esa colada se van los homicidios, tasas de muertes, sicariato, extorsiones, olvidando las peculiaridades como las formas de muerte en regiones del interior.
Citó que en Guatemala este tipo de crímenes son muy comunes.
Mencionó que en el caso de los miembros de la comunidad lésbico gay, éstos suelen ser víctimas de intolerancia al extremo.
“Todo tiene que ver con una cultura ciudadana, muy autoritaria, arraigada en la sociedad y que en ese nivel muy poco se ha trabajado por las autoridades locales, en vista que otros temas tienden a relevarlos como el combate al narcotráfico y otros fenómenos que preocupan a la región”, apostilló Flores.
Continuó que “se deben atender estos problemas que tienen que ver con lo cotidiano, la forma de resolver los conflictos en las comunidades, entre vecinos. Mucha de la violencia se produce por intolerancia que se traduce en una cultura autoritaria”.
Crímenes que dificultan la prueba científica
El médico forense, Amílcar Rodas, reseñó que en la capital hondureña se presentan varios casos sobre esa modalidad de muerte que involucra especialmente a los jóvenes.
“Aunque no son muchos los casos, sí los hay sobre esta forma -a pedradas- de quitarles la vida a las personas. Me llama mucho la atención los casos de la comunidad lésbico gay porque se denota lo creciente en crímenes de odio”, arguyó.
El galeno refirió que esta vía de muerte dificulta la recolección de evidencia científica. “Lo que nos encontramos es sangre en las piedras, pero de la víctima”, apuntó para luego a agregar que cuando se captura a un sospechoso y es factible, si éste tiene restos de sangre en su ropa, se pueden cotejar las evidencias.
Forma más cruel de violencia
De su lado, la directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Migdonia Ayestas, lamentó estas formas extremas de crimen que con más frecuencia suceden en Honduras.
“El uso de arma de fuego es la principal vía para dar muerte a una persona en el país. El hecho de usar piedras u objetos contundentes hace que sea más cruel la muerte violenta”, asistió.
Ayestas manifestó que estas formas retratan la insensibilidad de la ciudadanía ante el valor de la vida.
“El hecho que día con día mueran violentamente más de 14 personas hace que siga pareciendo que este país ya no se valora lo más importante que es la vida”, formuló.
Concluyó que la lapidación, así como las muertes que se producen con armas blancas, solo evidencia que ya no importa los medios para quitarle la vida a alguien, “que sea por riñas interpersonales, discusiones entre familias o narcomenudeo, es lo de menos, lo que se quiere es dar muerte por la forma más cruel y violenta”, finalizó.
Algunos casos de lapidaciones en 2016 Operario de maquila Un operario de maquila fue encontrado muerto a causa de golpes de piedra en la cabeza que le propinaron sujetos no identificados en la aldea Quebrada Seca, municipio de Choloma, Cortes. Se trata de Gerson Macías (30) quien fue reportado a las autoridades por pobladores luego de celebrar la fiesta de la llegada del nuevo año. Las informaciones indican que los atacantes agredieron al joven a pedradas cuando caminaba frente a una estación de autobuses.
Un Soldador Un soldador fue asesinado a pedradas por presuntos ladrones, quienes le salieron al paso para despojarlo de unas cervezas que la víctima venía de comprar, a eso de las 2:30 de la madrugada, informaron autoridades. El crimen ocurrió en el barrio Suyapa de la ciudad de Comayagua, cuando Eduardo José Navarrete (20) y varios amigos caminaban rumbo al hogar luego de adquirir bebidas alcohólicas para celebrar las fiestas del nuevo año. Un testigo declaró que cuando estaban a punto de llegar a la casa, unos ocho muchachos les salieron al paso, para quitarles las compras lo que provocó una reacción airada de la víctima por lo que fue atacado a pedradas hasta causarle la muerte. Eduardo José llegó con vida al hospital Santa Teresa de Comayagua, pero debido a la gravedad de las heridas lo trasladaron al Hospital Escuela Universitario (HEU), donde murió.
Dependiente Un joven dependiente fue encontrado muerto, a causa de lapidaciones, a la orilla de la quebrada Los Olingos de la colonia Orquídea Número Dos en Villanueva, Cortes. Se trata de Carlos Javier Peña García (25). El cuerpo presentaba golpes provocados por piedras que estaban a la par y con restos de sangre. La víctima trabajaba como dependiente en una tienda de ropa del centro de San Pedro Sula y desconocen los móviles del crimen.
Cobrador de bus Jonathan Adonis Ávila Reyes (21), cobrador de un bus del servicio público, fue ultimado a pedradas en la colonia Altos de Independencia de Tegucigalpa. La víctima era originaria de Pespire, Choluteca, y fue interceptado por desconocidos a eso se las 6:00 de la mañana y posteriormente lapidado. Se desconoce el móvil de este homicidio; sin embargo, se presume que fue por robarle ya que sus zapatos no se encontraban en el lugar.
Aldeano En la aldea Quebrada de Agua de Santa Cruz de Yojoa, Cortés fue encontrado el cuerpo de un hombre que presentaba golpes en su cabeza. Su cuerpo estaba a pocos metros de una vertiente. Se trata de Walter Onel Portillo García (24), originario de Santa Bárbara y residente en la referida aldea. Autoridades dijeron que las causas de muerte están vinculadas a múltiples golpes que recibió a pedradas, al grado que le desfiguraron el rostro.
Una mujer Una mujer fue víctima de muerte por lapidación en una solitaria calle de la colonia Arenales, de San Pedro Sula, cerca de un basurero clandestino. La víctima estaba boca arriba a la orilla de la calle, presentando golpes, pues en la escena se halló varias piedras ensangrentadas. Cerca del cuerpo se encontró un bolso en el que había una identificación acreditada a Alba Ondina Ramos (24). |