Tegucigalpa – “Con profundo dolor constatamos como la lacra del narcotráfico, como le ha llamado el Papa Francisco, que ha puesto fin a tantas vidas y que es mantenida y sostenida por hombres sin escrúpulos, es una realidad que ha permeado las instituciones de nuestro país y que como consecuencia ha derivado en un deterioro de la imagen de nuestra patria en el concurso de las naciones”, leyó en un comunicado esta tarde el portavoz de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), Juan Ángel López.
– “En mucho de lo que sucede en Honduras son culpables los políticos que han pactado con el crimen organizado”, critican los obispos.
– La Conferencia Episcopal hizo un fuerte llamado a la conciencia de todos los actores involucrados, directa e indirectamente en la presente crisis, para que revisen el valor del sano patriotismo.
El representante de la Iglesia Católica reveló el comunicado emitido por los obispos hondureños tras su última reunión en la que analizaron los problemas que atraviesa el país en la actualidad.
“Evangelizar no solamente es anunciar gozosamente la alegría del Evangelio, es decir anunciar a Cristo mismo, sino como consecuencia lógica denunciar todo aquello que niega la vida, que obstaculiza el desarrollo personal y comunitario”, leyó López.
Remarcó en el escrito que “nada de lo que el narcotráfico ha logrado en nuestro país podría haberse alcanzado sin la colusión de los órganos que por la razón de su ser estaban llamados a defender la vida y a proporcionar seguridad a todos”.
A renglón seguido subrayó López: “en mucho de esto son culpables los políticos que han pactado con el crimen organizado, olvidando que la ética les obligaba ante todo a velar por el bien común y no por el beneficio personal o los de su grupo”.
López mencionó que la política vernácula hondureña se ha caracterizado por la costumbre “de ignorar directamente al pueblo, hablar su nombre y terminar haciendo pactos que en nada benefician al mismo pueblo”.
Ejemplificó que lo anterior se demuestra cuando históricamente las instituciones han estado al servicio de un caudillo y no de una democracia participativa fundada en la ley.
El líder católico señaló que es evidente el dolor de miles de hermanos migrantes que tienen que abandonar su país porque no encuentra en él las condiciones para desarrollarse. “Duele reconocer que lo que más exporta Honduras son seres humanos movidos por la esperanza de una mejor vida y más segura”, apostilló.
“Queremos insistir en la necesidad de organizar la Pastoral de Movilidad Humana en cada parroquia y en todas nuestras diócesis, no solo para ayudar a los que se ven obligados a emigrar, sino para defender el derecho humano a no verse obligados a hacerlo”, indicó.
Reclamó que próximamente entrará en vigencia el nuevo Código Penal, pese a la avalancha de reclamos de deferentes sectores de la sociedad hondureña, al tiempo que fustigó esa herramienta penal no debe ser oficial el próximo 10 de noviembre.
El padre Juan Ángel López afirmó que “por eso hacemos un fuerte llamado a la conciencia de todos los actores involucrados, directa e indirectamente en la presente crisis, para que revisen el valor del sano patriotismo, que debe estar por encima del interés personal, apego al cargo o intereses de partido”.
Concluyó que las reflexiones de los obispos se hicieron tras celebrar este octubre el Mes Misionero Extraordinario.
A continuación Proceso Digital reproduce el texto íntegro elaborado por la CEH: