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“Laberinto de Pasiones”

Dr. Ignacio Alonzo

En la década de los 80, el famoso cineasta español Pedro Almodóvar, escribió y dirigió la famosa película “Laberinto de Pasiones”. En realidad que la trama de la cinta, no era más que la relación de una joven propasada por los placeres de la vida con un jeque árabe.
En palabras del referido director, es interesante lo que señala, 40 años después del lanzamiento de la película, que ilustra una España post Franquista, viviendo ya en libertad y gozando de delirios. “En Laberinto de pasiones me sumergí en las entrañas de un Madrid explosivo y cosmopolita. Lo convertí en el centro neurálgico del mundo, el lugar donde todo sucede, donde todo es posible”. (Almodóvar, 2022). Almodóvar califica la cinta como una película de “alta comedia de ficción histórica”

Cuarenta años antes que se escribiera y corriera la película de Almodóvar, el célebre escritor argentino Jorge Luis Borges ya se había imbuido en laberintos, pues en sus cuentos deja ver cómo esos juegos laberínticos le son como necesarios en sus letras, por eso, en sus obras literarias están implícitos y explícitos esos espacios mentales y físicos que él expone como en el caso de: El Inmortal, La casa de Asterión. Los dos reyes y los dos laberintos. Las ruinas circulares. La lotería en Babilonia. La biblioteca de Babel, El jardín de senderos que se bifurcan. Borges expone uno a uno, el símbolo del laberinto, que aparece muy tempranamente en la vida del ser humano, y a medida el hombre va dando vueltas, y vueltas más, va perdiéndose, hasta llegar a un momento en el que difícilmente saldrá, es casi como una caligrafía sin fin, el círculo que se comienza a dibujar en forma de espiral, es como si a cada problema se le va montando otro problema y otro más y otro más, sin resolver ninguno, el resultado es una montaña difícil de escalar y un aspirar o laberinto sin salida, que si, se sabe donde comenzó, más no, donde terminará.

En la cinta del director español Almodóvar ilustra que: El sexo nunca es mostrado, sino aludido en Laberinto de pasiones, configurando también miradas deseantes, amores trágicos y no correspondidos, el disfrute del cuerpo sin miedo ni prejuicios. Al parecer esta descripción, que se hace de la cinta, coincide con algunos cuadros que se destacan en el Continente, más particularmente en Honduras. Sea verdad o ficción, es inevitable no observar, estos paisajes de verdadero dolor, frustración y pena, que se refleja en la conducta de la nueva horneada de algunos hombres públicos, que movidos definitivamente por deseos, rencores, venganzas, notoriedad y ambiciones de poder, destruyen toda una reputación y apellidos de abolengo económico y político, sin necesidad, por que sus posiciones, estatus y ascendencia de gente acomodada, hasta querida y sostenida en las grandes esferas de la administración pública, se han equivocado desafortunadamente, trayendo como consecuencia el repudio, el odio, sátiras e ironías jamás nunca vistas, construidas a través de memes, caricaturas y despojos, insumos maravillosos para las redes sociales, entretenimiento del que podría decirse que según (Social Media, 2023) el 41,8% de la población hondureña, invierte su tiempo.

Quiero matizar en este artículo, y tan solo exponer lo que ya es público, y si hay alguna coincidencia, nosotros no construimos laberintos, los construyen las malas decisiones, arrebatos de pasiones, intereses personales, “búsquedas fáciles” de sendas de muerte, luto y dolor, por todo lo que significa no solo, cuando entra un individuo, sino, que va metiendo a muchos otros más, hasta exhibirlos y ridiculizarlos, ya que no saben cómo entraron, aduciendo que llegaron al lugar equivocado, con gente equivocada y con pisto mal habido. En este sentido, expongo algunos tipos de laberintos, que debo decir, que no necesariamente son y están en físico, pues, también hay mentales, inéditos e imaginarios, muy peligrosos, ya que los individuos son arrastrados y seducidos por el dinero y el poder. Una de las características de los laberintos, es que tienen un simbolismo bastante espiritual en el sentido de ese egoísmo que se precia al ser humano, queriendo ser siempre el centro de todo, que no es más, que el antropocentrismo y la misma egolatría infame que llevamos los humanos, cosa que sino sabemos obviar, nos adentra en un laberinto de pasiones desmedidas, irracionales y fatuas.

Los laberintos son creaciones humanas que a veces por donde se entra, es por donde justamente se vuelve a salir, de ahí, que hay “univiarios”, que siguen una misma vía, o el mismo camino. Este tipo de laberinto no ofrece alternativas, no existen las bifurcaciones. Por otro lado, están los laberintos “multiviarios”, estos ya son más complejos, pues, a diferencia del univiario, estos si tienen muchos caminos “perdederos”, aquí es donde se toman caminos equivocados, senderos interminables, calles parecidas, y que, como son tan parecidos, generalmente la gente termina perdiéndose, confundiéndose y pidiendo auxilio para que los rescaten. Hay muchas clasificaciones, y de todos los tipos, me llama la atención, el “laberinto de tipo barroco”, ya que este, es el que tiene “vías muertas” o “caminos sin salida”, este solo tiene una vía correcta para salir de él, encontrarla es el asunto. Además están los laberintos conocidos como “medievales”, que tienen diseños muy complejos y comúnmente se pueden ver en las catedrales de aquella época. Y, finalmente, están los modernos, los cuales no poseen senderos ni caminos de circuitos cerrados. Definitivamente, Honduras vive un momento de mucho descrédito, incertidumbre y de miradas muy dudosas por parte de los países vecinos, al igual de aquellos que históricamente han sido nuestros aliados en las buenas y en las malas, en la de cal y en las de arena.


Si los caminos son derechos, porque torcerlos y buscar atajos, y querer llegar primero a un destino incierto y sin color alguno, de ahí que vale en este apartado remarcar que: La política es hacer las cosas bien para satisfacción de los demás, no por alcanzar adeptos o seguidores aduladores, falsos amigos, y gente deleznable y contumaz. Tan poco tiempo que dura el poder, los días se van como agua entre los dedos y las horas hacen falta para los que sí, verdaderamente quieren hacer las grandes transformaciones desde la política limpia, hacer patria, construir puentes incorruptibles, negocios sin maña, sendas correctas y no laberintos que confunden y pierden a los incautos e ingenuos, que, aunque no creamos, los hay, no así otros, que les encanta ser noticia y hacer historia con renglones torcidos y con líneas escritas de mentira y demagogia. Hablamos de la política en este artículo, sin dejar de ver el laberinto de pasiones políticas, sociales, gremiales, asociaciones, federaciones, institutos políticos, parlamentos y santuarios legislativos, organizaciones deportivas, entre lo privado y lo público, disputas de poder y de espacios industriales y económicos poderosos, y aún la prensa en sus diferentes expresiones se exceptúa. Algunos creyendo que la política es vehículo para alcanzar inmensas distancias, la convierten en ligerezas asquerosas, de laberintos barrocos en donde hay miles de caminos, “vías muertas” y “caminos sin salida” que confunden, que encierran y atrapan, hasta el hecho de arruinar a toda una generación que pudo haber encontrado el camino correcto e impoluto. Hoy debemos apostar, para que las generaciones presentes y futuras, no vayan a seguir los mismos errores y patrones que se han venido tejiendo y entretejiendo en este “Laberinto de pasiones”, en que nos encontramos.

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