Tegucigalpa (Por Isis Rubio) – Marbella Castellanos es una mujer de 35 años, residente en la capital hondureña, a sus 14 años fue víctima de explotación sexual comercial y de la trata de personas, desde ese momento su vida ya no fue igual.
– En el presente año se han recuperado a 63 víctimas de explotación sexual comercial y trata de personas.
– En la capital hondureña se han desarticulado tres redes que utilizaban a los niños en condición de calle y que los trataban en mendicidad forzada.
Este 30 de julio se conmemora el Día Internacional de la Trata de Personas, por lo que Proceso Digital tuvo acceso a una de las víctimas de este flagelo, a pesar del tiempo los recuerdos marcan la vida de las personas que lo han sufrido.
Marbella, su nombre real es ocultado para proteger la identidad de nuestra entrevistada, detalló a Proceso Digital que a pesar de la ayuda psicológica y medicamentos que ha tenido que tomar, su vida no será igual, los recuerdos marcan como un tatuaje que se descolora, pero no se puede borrar.
Relató que a sus 14 años conoció a un muchacho, ambos eran menores de edad y decidieron escapar juntos por lo que buscaron un punto ciego para poder salir del país y tomar la ruta migratoria hacia Estados Unidos, “lo único que queríamos era una vida mejor para ambos y formar una familia”.
Dijo que no es fácil para ella contar esto porque los recuerdos regresan y le marcan como el primer día, le agarra desesperación y le da ansiedad.
Dos años de abusos sexuales
“Cuando tenía 14 años en el año 2002, conocí a un muchacho y nos fugamos queríamos hacer una vida mejor en Estados Unidos y vivir el sueño americano, en el trayecto llegamos a un punto ciego en la frontera con Guatemala y nos salieron personas, nos atraparon, nos separaron, desde ese momento comenzaron años de abuso, encierro, años de muchas cosas que me hicieron, digo que me hicieron porque el noviecito que tenía nunca volví a saber de él, no sé si lo dejaron ir, no sé si él me engañó para venderme, no sé si lo mataron, no supe nunca más de él”, relató entre lágrimas.
Agregó que “cuando me agarraron me llevaron a un cuarto donde me golpearon y abusaron de mi varias veces, me dijeron que si quería estar bien tenía que hacer lo que ellos dijeran, solo me daban de comer una vez al día, estos hombres metían a otros y dejaban que también abusaran de mí, llegó un momento que hasta perdí la noción del tiempo porque yo contaba 33 días de estar metida en esa casa, pero habían pasado seis meses”.
Después de esos días oscuros, Marbella fue trasladada a otro lugar donde la obligaban a vender su cuerpo, ahí le decían que colaborara, que se pusiera otro tipo de ropa, le dieron maquillaje para poder ofrecerla a otro tipo de clientes que pagaban mejor, así estuvo por dos años.
“Fueron dos años llenos de abusos, de estar mal, después de esos dos años logré escapar y me vine de regreso a Honduras, aquí vine a pedir en las calles por una semana pidiendo dinero para poder regresar con mis papas, pedirles perdón por lo que había hecho y que me abrieran las puertas de su casa de nuevo”, manifestó.
Una larga recuperación
Añadió que sus padres fueron muy generosos de volver abrir las puertas de su hogar, son su mayor apoyo, la llevaron al Hospital Mario Mendoza para que la trataran porque tenía un desorden de ansiedad, depresión, cuadros en los que no podría ni consigo misma.
“Por varios años estuve siendo atendida y hoy en día tengo 35 años, son cosas que no olvido, tengo dos hijas, lastimosamente la desgracia sigue rondando mi vida, el papá de las niñas se murió por la pandemia del COVID-19 y ahora sólo vivo para ellas, porque por nada del mundo desearía que pasaran un poquito de lo que yo viví”, sostuvo.
Cualquiera puede ser víctima
Marbella hizo un llamado a los padres de familia a cuidar a sus hijos no importa si son niños o niñas todos corren riesgos, cualquiera puede ser víctima.
Asimismo, hizo un llamado a las instituciones que velan por las personas que sufren de violaciones, abusos, trata de personas que las ayuden ya que no es fácil salir del trauma.
Así como Marbella Castellanos son cientos de mujeres, niñas o niños que son víctimas de explotación sexual comercial, trata de personas o violaciones en este país centroamericano.
Más de 60 víctimas rescatadas
En lo que va del año suman 63 víctimas rescatadas de las redes de trata de personas, confirmó a Proceso Digital Sua Martínez, responsable de la Comisión Interinstitucional Contra la Explotación Sexual Comercial y Trata de Personas (CICESCT).
El 22 de junio, en el marco de la Operación Rompiendo Cadenas, las autoridades han logrado recuperar a más de 38 víctimas mujeres, incluidas siete niñas, en Islas de la Bahía.
Detalló que en 2022 se rescataron 56 víctimas, pero en el presente año ya suman 63 por lo que se está trabajando para rescatar a estas personas que sufren de explotación sexual y trata de personas.
Redes de tratas
Explicó Martínez que cualquier persona puede ser víctima de explotación sexual comercial y trata de personas por lo que se debe de proteger a los niños, niñas y mujeres.
Sostuvo que el trabajo no es fácil ya que hay redes que se dedican a engañar a las jovencitas o mujeres ofreciéndoles buenos trabajos y terminan sacándolas del país.
Indicó que los países de la región centroamericana se han convertido en origen y destino de las redes de trata.
La responsable de la CICISCT dijo que se debe de tener un sumo cuidado con las redes sociales, no aceptar a cualquier persona como amigo si no se conoce porque así entran con engaños, con perfiles falsos.
Niños de alquiler
Denunció que se han identificado a redes que alquilan niños para pedir en diferentes puntos de la capital o en otras partes del país.
“Estas personas alquilan a los menores, buscan a las madres de escasos recursos, les pagan para poner a estos niños en diferentes puntos estratégicos y captar dinero”, indicó.
En ese sentido, dijo que sólo en el departamento de Francisco Morazán, principalmente en el Distrito Central, se han desarticulado tres redes que utilizaban a los niños en condición de calle y que los trataban en mendicidad forzada.
Denuncias
Indicó que la denuncia es importante para poder trabajar en los rescates de las víctimas de estos flagelos.
“Hoy tenemos esta institución que está trabajando para brindar la mejor atención a las víctimas que son rescatadas, es por ello que pedimos a las personas que sepan de este delito que denuncien, no se debe de callar esta situación”, arguyó.
Martínez hizo un llamado a la población en general, que si conoce de algún caso sobre este delito haga uso de la denuncia ante los entes correspondientes llamando al 911, o a la línea de respuesta inmediata de la CICESCT 8990-5187.
Más de mil 900 mujeres desaparecidas
Entre el 2018 y el 2022, la Unidad de Búsqueda y Reporte de Personas Desaparecidas de la Dirección Policial de Investigación (DPI), adscrita a la Secretaría de Seguridad, registró un total de mil 979 mujeres y niñas desaparecidas, de las cuales 75 fueron asesinadas.
El dato fue dado a conocer por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), en un informe emitido recientemente.
Plan de Acción
En ese sentido, la Comisión Interinstitucional de Seguimiento a las Investigaciones de Muertes Violentas de Mujeres y Femicidios (CISMVMF) recomendó integrar un Plan de Acción para implementar acciones estratégicas y así prevenir la violencia contra las mujeres y niñas en Honduras.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), uno de los entes que integra la CISMVMF, destacó que frente a la situación de violencia contra las mujeres y niñas, urge de una respuesta interinstitucional, multisectorial, con enfoque territorial e integrarse desde las instancias locales en un Plan de Acción.
Dicho Plan de Acción debe conllevar la coordinación desde los tres poderes del Estado, instituciones autónomas, municipalidades, sociedad civil, sector privado y cooperación internacional.
Indicó que, el objetivo de la Comisión Interinstitucional es que se implementen a la brevedad todas las acciones estratégicas que abonen al cumplimiento de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y derechos de las mujeres, así como prevenir la violencia contra mujeres y niñas en el país. IR