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La situación de los hondureños que han huido es devastadora, según ACNUR

Tegucigalpa – La alta comisionada adjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados, Kelly Clements, dijo este sábado que la situación de los hondureños que han huido para salvar sus vidas «es devastadora».

«La situación de las personas en Honduras que han tenido que huir para salvar sus vidas es devastadora. Sin embargo, su resiliencia y fortaleza deben inspirar a todos los sectores sociales a continuar trabajando para protegerlas y atender las causas subyacentes del desplazamiento forzado», dijo Clements según un comunicado del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR).

En su visita de tres días a Honduras, Clements se reunió en Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes de Honduras, con personas en comunidades en alto riesgo de desplazamiento por la violencia y presión de las pandillas, así como con personas desplazadas internas, apoyadas por el ACNUR.

Además, reiteró el compromiso del ACNUR «a los esfuerzos que está llevando a cabo Honduras para hacerle frente a la situación de desplazamiento forzado por la violencia que ha afectado a miles de personas en el país centroamericano», añade el comunicado.

El organismo humanitario también indicó que de acuerdo con el Estudio de Caracterización, al menos 247.000 personas se han desplazado internamente en Honduras entre 2004 y 2018, debido a la violencia.

«Muchas otras han huido de su país en busca de protección internacional. El mayor número de nuevas solicitudes de asilo en México en el primer trimestre del 2021, por ejemplo, corresponde a personas con nacionalidad hondureña», añadió.

Señaló además que el aumento en las peticiones refleja la dificultad de las personas para sobrevivir en escenarios de violencia agravados por la covid-19 y el impacto de los huracanes Eta e Iota.

La pandemia de covid-19 se comenzó a expandir en marzo de 2020 en Honduras, país que además sufrió en noviembre graves daños a su infraestructura y economía a causa de las inundaciones que dejaron Eta e Iota en menos de dos semanas.

Aunque el país presenta una disminución en las tasas de homicidio, los hondureños siguen enfrentando restricciones a la movilidad, extorsiones, reclutamiento forzado, violencia basada en el género y la usurpación y despojo de viviendas que los obliga a desplazarse internamente o hacia otros países, indicó el ACNUR.

En reuniones con funcionarios del Gobierno y representantes de la sociedad civil, Clements expresó el compromiso del ACNUR de continuar apoyando los esfuerzos de Honduras para proteger a las víctimas del desplazamiento forzado y de mitigar las causas estructurales que lo generan, como parte de los compromisos del país dentro del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS).

Según Clements, el desplazamiento forzado es un problema complejo que afecta a varios países de la región centroamericana.

«Un trabajo conjunto entre actores humanitarios, la sociedad civil, el sector privado y los Estados es la mejor opción para hacerle frente a las causas del desplazamiento, proteger a los que huyen y ayudar a las comunidades que acogen e integran a las personas refugiadas», subrayó la alta funcionaria del ACNUR. (ag)

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