Río de Janeiro – Ni Messi. Ni Lautaro Martínez. Ángel Di María fue el jugador decisivo cuando nadie lo esperaba. El extremo del París Saint-Germain se erigió este sábado en el héroe de la selección argentina para conquistar la Copa América de 2021 ante el máximo rival, Brasil, en el mítico Maracaná de Río de Janeiro.
El camisa 11, que hasta ahora había tenido un papel testimonial en el torneo, se disfrazó de Messi y desequilibró una final gris, de muchas patadas y poco juego, con un gol cargado de clase y sutileza.
Y de paso rompió una sequía de títulos de la Albiceleste que rozaba las tres décadas. El último trofeo fue la Copa América de 1993. Demasiado tiempo para una de las potencias mundiales del fútbol.
Uno de los protagonistas de este nuevo ‘Maracanazo’ ha sido Di María. El técnico argentino, Lionel Scaloni, sorprendió a todos al ponerlo de inicio en detrimento de Nicolás González.
Antes de la final, el exjugador de Benfica, Real Madrid y Manchester United solo había sido titular en el partido contra Paraguay (1-0) de la fase de grupos. En el resto fue el perfecto revulsivo para las segundas partes.
Pero su gran actuación en las semifinales contra Colombia, también saliendo desde el banquillo, hizo que pasara a la condición titular en el Maracaná. El movimiento descolocó a Tite y a toda la Canarinha.
Bien pegado al extremo derecho fue el jugador argentino que más se destacó en el ataque. Messi, bien marcado por los brasileños, estuvo medio desaparecido. Lo mismo que Lautaro Martínez.
El gol fue pura clase. Corría el minuto 22. Rodrigo de Paul lanza un pase en largo de su campo, Renán Lodi falla al intentar interceptar el balón, que acaba en los pies de Di María.
El atacante de 33 años controló con la espuela de su pierna izquierda, dejó botar el balón y al siguiente toque, la elevó con el empeine con sutileza ante la media salida de Ederson.
Fue la primera finalización de los visitantes y el gol número 21 en 111 partidos de Di María con la Albiceleste.
Números históricos. Solo cuatro compatriotas vistieron más la camiseta de Argentina: Lionel Messi, Javier Mascherano, Javier Zanetti y Roberto Ayala.
Con el ímpetu del gol, Di María se atrevió con todo. Demostró una personalidad arrolladora antes los dueños de casa. Con pocos minutos en el torneo demostró tener piernas frescas. Se atrevió hasta ir al choque con todo un portento como Casemiro.
En el minuto 36 dio el susto al torcerse el tobillo antes del descanso, aunque consiguió recuperarse sin problemas.
En la segunda mitad, Argentina se encerró a cal y canto y renunció por completo al ataque. Valía el gol de Di María, que salió exhausto en el minuto 79 por Exequiel Palacios.
Un tanto que acabó con la agonía de un país, con 28 años de sequía sin títulos, con la vitrina vacía de Messi con su selección y que demostró que Di María vive una segunda juventud.