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La prostitución…mi vicio: Rocío

Tegucigalpa – Son cerca de las nueve de la noche de un día cualquiera, pese a la soledad que se respira en una de las populosas calles de Comayagüela, Rocío Alejandra, alias “La China” se parapeta en una esquina desde donde mira pasar a sus potenciales clientes.
 

Proceso Digital aborda en una conversación una “trabajadora del sexo”, que en la jerga coloquial se les denomina “prostituta”. Fría, pero ante todo real, Rocío nos confió lo que vive cada día de su vida.

De baja estatura, mirada triste y con poca ropa, “La China” no pasa desapercibida en la calle de la que ha hecho su sitio de trabajo. Prostituta de oficio y con 7 años en el ejercicio (comenzó desde los 14 años), mantiene intactos sus ideales de llegar a tener una casa y velar por el futuro de sus tres pequeñas hijas.

En Honduras hay más de 1.8 millones de personas que no tienen trabajo. Nuestra entrevistada es una de ellas y asegura que por eso se dedica a ejercer la prostitución. ‘‘Es algo muy peligroso, pero es lo que hay. Cuando tenía 14 años, me paré en una esquina y me llovieron los clientes, al principio fue como una travesura, luego me gustó y ahora lo hago por necesidad’’.

Residente en la colonia 21 de Febrero desde que abrió los ojos al mundo, “La China” lamenta no tener un terruño para construir su propia vivienda. ‘‘Pienso trabajar en esto hasta los 27 (le faltan 6 años más), sueño con tener un terreno y construir mi casa para vivir junto a mis tres hijas’’.

A su corta edad asegura haber tenido ‘‘miles de hombres”, pero ninguno de ellos asegura que le ha dejado huella. ‘‘Los hombres no valen nada… igual a como me miran, los miro, como mercancías, me pagan y se van’’, dice fríamente, mientras agrega un poco de maquillaje a su rostro que denota algo de resentimiento.

A pesar de vivir en uno de los países más mortíferos del mundo (con 86.5 homicidios por cada 100 mil habitantes), Rocío no teme a engrosar las estadísticas criminales donde se reportan 77 muertes violentas de mujeres cada mes, según datos de la Fiscalía Especial de la Mujer.

Por estos tiempos en los que afloran los asesinatos contra las mujeres y que, según la Policía, la mayoría tienen relación al crimen organizado y al narcotráfico, se diluyen las respuestas para identificar los responsables.

Ante esa realidad, Rocío acepta que son los riesgos de la profesión. ‘‘Me han salido varios que no me pagan y me sacan pistolas y cuchillos. En esos momentos no queda otra que aguantar, esas veces he sido violada’’.

Recuerda que siempre soñó con ser abogada y aunque no lo logró, dice que luchará para que sus hijas lleguen a ser profesionales.

En su conversación con Proceso Digital, las respuestas fluían al compás de la expresión melancólica de sus ojos. ‘‘Sí quiere comencemos, solo espero que no me dure más que un cliente normal… ja, ja, ja…’’, bromeó.

¿Por qué trabaja en esto?

No sé, quizás por necesidad.

¿Por necesidad o porque en realidad le gusta?

Pues, las dos cosas, pero más porque necesito el dinero.

¿Si encuentra otro trabajo, se retiraría de la prostitución?

Claro que sí.

¿Cuénteme y cuál es su tarifa?

Cobro 500 lempiras. Eso incluye solo una posición.

¿En cuánto tiempo se gana esos 500 lempiras?

En promedio, unos 20 minutos o media hora lo más.

¿Y dónde van?

Si es alguien de confianza donde él quiera, sino vamos a un lugarcito que queda cerca del Estado Mayor Conjunto que se llama “Mi Hotel”.

¿Y tiene horario y días de trabajo?

Salgo cuando yo quiero y cuando necesito dinero más que todo.

¿Su familia sabe que está en esto… hay reproches, regaños, llamados de atención?

Sí saben. Solamente me dicen que me cuide porque ahora con tanto peligro en la calle.

¿Cuáles son sus mayores temores?

Que me maten. Me han salido varios que no me pagan y me sacan pistolas y cuchillos. En esos momentos no queda otra que aguantar, esas veces he sido violada.

Y si un cliente le sale regateando y le pide rebaja, ¿cuánto es lo menos?

Lo menos… menos… 400 lempiras.

¿No le da miedo adquirir alguna enfermedad?

No, porque me protejo con condón. Si algún cliente quiere hacer sin condón no acepto aunque me pague lo que me pague, me pueden dar miles y nada de nada.

¿Y está en chequeo permanente para controlar enfermedades de transmisión sexual?

Claro que sí. Voy al médico regularmente y tenemos carnet.

¿Dónde usted está hay otras compañeras de profesión?

No fíjate, gracias a Dios que solo yo estoy allí, pero si llega otra no hay problema para todas da Dios.

Prostituta desde los 14 años, sueña con tener su propio patrimonio y vivir cómodamente con sus tres pequeñas hijas

La mejor noche que ha tenido ¿cuánto dinero ha hecho?

Seis mil lempiras. Fue una vez que me salió un cliente de dinero y por toda la noche me dio esa cantidad, fue el día que más dinero hice.

Y por una noche con un cliente ¿cuánto cobra?

Hasta por dos mil lempiras, pero incluye más de lo regular.

¿A los 21 años, cuántos hombres ha tenido?

Ufffff… miles…. Ja, ja, ja.

¿No cree que exagera…?

Y quiere que le confiese algo: nunca me he ido sin cliente, aunque sea para la comida del día siguiente llevo.

¿No ha buscado trabajar de otra cosa?

La verdad no, es que no sé. Me acostumbré a ganarme el dinero de la forma como me lo gano… me gusta lo que hago, bastante.

¿Se ha enamorado de algún cliente?

Nunca y eso que tengo unos clientes… ja, ja, ja.

¿Tiene clientes fijos?

Sí y muchos. Hay unos que llegan hasta dos veces a la semana, pero no suelo mezclar los sentimientos con la profesión porque entonces me jodo, soy profesional en lo que hago… ja, ja, ja.

Cuándo viene de su trabajo y mira a sus hijas, ¿que siente?

No siento nada. Amo a mis hijas y lo hago en parte por ellas.

¿Por qué decidió aceptar esta conversación?

Porque me caíste bien.

¿Y piensa dedicarse a lo mismo toda la vida?

No, voy a estar en esto hasta los 27 años, sí Dios me lo permite. Tengo pensado poner un negocio en mi casa y salirme de esto.

¿Cree en Dios?

¡Sí usted! ¿cómo no voy a creer en Dios?… siempre le pido que me guarde y que me ayude a cambiar por mis hijas y por mí misma.

¿Qué anda en su cartera?

La verdad… un pantalón y mi maquillaje. No uso armas y ningún otro tipo de cosas peligrosas.

¿Hace dietas?

No, para nada. Solo yo me como hasta cinco lempiras de tortillas.

Y hablando de temas de país, ¿cómo ve a Honduras?

La verdad estoy desinformada de todo lo que pasa porque ustedes los periodistas solo saben hablar de lo mismo. Sentarse a escuchar noticias es lo más deprimente que hay. Lo que sí he escuchado últimamente es que la situación está muy peligrosa y me preocupa porque ando de noche en la calle.

¿Y ni aún así deja de trabajar en esto?

Le miento si le digo que no siento miedo, pero si no trabajo ¿quién le da de comer a mis hijas?

Entre la necesidad y la fascinación, la prostitución me gusta, dice

¿Consume drogas?

La verdad no. La he probado, pero nada de nada.

¿Y algún otro vicio?

Pues no bebo, no salgo a bailar y no consumo otras drogas. Mi único vicio es este (la prostitución).

¿Cómo se ve en un par de años?

Me veo en mi casa, con mis hijas y sola. Quizás administrando un negocito, pero sin hombre porque no sirven para nada, todos son unos mentirosos. Los hombres no valen nada, igual a como me miran, los miro… como mercancías, me pagan y se van.

¿En qué gasta más dinero?

Obvio que en mis hijas, luego en comida, chucherías y después en ropa. Aunque le confieso que acabo de abrir una cuenta con mil pesos (lempiras), quiero ahorrar para poner el negocio que le comenté.

En un mes productivo, ¿hasta cuánto gana

Sin exagerar, creo que unos 30 mil pesos (lempiras). Lo que sucede es que si hoy agarro mil lempiras lo gasto mañana y así… Aunque yo diga voy a ahorrar, al final no puedo. Creo que como es pisto salado, así como viene se va.

¿Qué le preocupa más en estos momentos?

Pues que mañana cumple años mi hija y no he hecho nada para comprarle un pastelito. Imagínese que cumple 3 añitos y que no le regale ni un pastel.

¿Sus mayores anhelos cuáles son?

Tener mi casa, estar con mis hijas y ser una buena cristiana.

¿Por qué no empezar desde ahora?

Porque no tengo el dinero para hacer mi casa. Necesito ahorrar y trabajar duro para hacer unos buenos ahorritos. Tengo que pedirle a Dios que me haga gastar menos.

¿Qué es lo que nunca haría en la vida?

Pues no robaría, ni tampoco mataría una persona, de allí creo que todo lo he hecho.

A las mujeres que se han sentido agobiadas por la situación económica del país, ¿qué mensaje les enviarías?

Que no se metan a la prostitución y que busquen otras oportunidades, pero sobre todo que estudien porque cuando se es joven se está a tiempo… ya cuando entramos a cierta edad es mucho más difícil.

¿Qué es lo que le inquieta más en estos precisos momentos?

Hacer más pisto (dinero)…

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