Barcelona (España) – La presidenta del Parlamento de la región de Cataluña, Carme Forcadell, anunció hoy que no repetirá en ese puesto en la legislatura que empieza el 17 de enero debido al proceso judicial en el que está inmersa.
Forcadell, como otros dirigentes de la Cámara autonómica y del anterior Gobierno de esa región, está acusada de rebelión y sedición por impulsar un proceso independentista ilegal que culminó con una declaración unilateral de independencia el pasado 27 de octubre, juzgada inconstitucional por el Tribunal competente.
En una comparecencia ante la prensa, Forcadell explicó que su renuncia a la reelección al frente del «Parlament» catalán se debe a que el «nuevo momento político requiere una nueva figura libre de procesos judiciales».
En la anterior legislatura (2015-17) Forcadell fue muy criticada por la oposición, defensora de la Constitución española, por apoyar desde la presidencia de la Cámara todos los pasos para avanzar en el secesionismo.
Aunque renuncia a la presidencia, Forcadell mantendrá el escaño logrado en los comicios autonómicos del pasado 21 de diciembre, a diferencia de Carles Mundó, exconsejero de Justicia, quien hace unos días dejó el acta de diputado regional, antes incluso de la apertura de la nueva legislatura.
Mundó está igualmente procesado por los mismos delitos que Forcadell y sobre ellos pesa la advertencia de la Justicia de que sin cometen alguna ilegalidad pueden regresar a la cárcel.
Mundó estuvo varias semanas en prisión provisional y Forcadell una noche, hasta que abonaron una fianza para quedar en libertad a la espera de juicio, que todavía puede demorarse varios meses, según los expertos.
Los comicios regionales del mes pasado fueron ganados por el partido constitucionalista Ciudadanos (36 escaños de 135), pero la mayoría absoluta de la Cámara la tienen los tres partidos independentistas (JxCat, ERC y CUP), con setenta diputados.
Los dos primeros han pactado el control de la Cámara, pero sin garantizar la reelección del expresidente catalán Carles Puigdemont, que está en Bruselas huido de la justicia.
A este respecto, los letrados legales del Parlamento catalán coinciden de manera unánime en que la investidura del nuevo presidente regional debe ser «presencial y personal».
De ese modo consideran que el reglamento de la Cámara no sustentaría una investidura telemática de Puigdemont ni que pudiera delegar la defensa de su candidatura en otro diputado de su formación.
