Tegucigalpa – La socióloga Julieta Castellanos, lamentó el discurso confrontativo de los políticos y particularmente el de la precandidata presidencial de Libertad y Refundación (Libre), quien en un evento criticó a sectores de la Iglesia e insistió en que la política es una guerra.
– Libre siempre crítica 10 familias y están entrelazados con ellos, dijo.
Castellanos expresó su profunda preocupación por el rumbo que está tomando la retórica política en el país.
“Lamento profundamente las expresiones de odio del Partido Libre. No es correcto aprovecharse de un discurso de odio”, discurso que está cargado de resentimiento para movilizar bases políticas. Mucho menos es aceptable hablar de política como si se tratara de una guerra, manifestó la exrectora de la UNAH.
La socióloga cuestionó también la supuesta narrativa antisistema del oficialismo: “El Partido Libre habla mucho de ‘las 10 familias’, pero varios de sus miembros están entrelazados con esos mismos grupos de poder económico. Ese es un discurso diseñado para la clientela política, pero en los hechos, Libre también es un partido donde existen oligarquías.”
Castellanos recordó que el proceso electoral es financiado con fondos públicos precisamente para evitar el caos: No financiamos un presupuesto para una guerra. En las primarias se destinaron 2 mil millones de lempiras, y ahora 1,737 millones para elegir a las próximas autoridades. Ese dinero es para fortalecer la democracia, no para sembrar confrontación.
Finalmente, advirtió sobre los peligros de convertir la política en una selva sin reglas, es lamentable que en un país se adopte el lenguaje de la guerra. Si la política se convierte en un campo de exterminio donde el más fuerte elimina al más débil, entonces ¿para qué existen las leyes y las regulaciones?”, cuestionó.
Las declaraciones de Castellanos surgen en un contexto de creciente tensión entre los aspirantes del oficialismo y diversas instituciones sociales, entre ellas la Iglesia, que ha sido objeto de ataques verbales por parte de figuras cercanas al Ejecutivo, igual que la prensa. LB