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La pérdida de Crimea abre las primeras fisuras en Kiev

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Kiev – La pérdida de Crimea ha abierto las primeras fisuras entre los nuevos dirigentes ucranianos que surgieron de las protestas que acabaron con la destitución de Víktor Yanukóvich en una jornada en la que una misión de la OSCE llegó a Ucrania para analizar la situación en las regiones rusohablantes.
 

El ministro de Defensa ucraniano, Ígor Teniuj, presentó hoy su dimisión irrevocable ante la Rada Suprema (Parlamento) después de que la Armada de este país perdiera en los últimos días casi la totalidad de sus navíos en la península de Crimea.

«Más de 6.500 militares y sus familias desean continuar el servicio en las Fuerzas Armadas de Ucrania y ser evacuados de la república autónoma de Crimea», afirmó durante su intervención.

Teniuj había sido muy criticado en los últimos días por dar la espalda a los soldados bloqueados por las tropas rusas en las últimas unidades militares y buques que mantienen su lealtad a Kiev.

«Los jefes de las unidades militares llamaban y no recibían ninguna orden. No sabían qué hacer: desplegarse o replegarse, mantener las posiciones o abandonar la defensa», aseguró Serguéi Grishin, experto ucraniano.

Una mayoría de los diputados presentes en la cámara votó en contra de aceptar la dimisión del ministro, aunque el presidente interino del país y de la cámara, Alexándr Turchínov, tras mantener consultas con los grupos, presentó la candidatura del general Mijaul Koval para sustituirle.

«Entiendo mi responsabilidad. Soy militar de carrera. Amo mi profesión, amo a Ucrania», dijo Kóval, quien prometió que los militares en Crimea «regresarán armados y orgullosos con las banderas en alto».

Kóval agradeció a su predecesor su gestión al frente del Ministerio, mientras que Turchínov defendió a Teniuj de las acusaciones de «ineficacia» recibidas en los últimos días.

«Rusia esperaba en Crimea provocaciones de los militares a la agresión, un enfrentamiento militar directo para que murieran cientos de miles de civiles y tener una excusa para invadir Ucrania continental. Pero gracias a la paciencia del Ministerio de Defensa y de las unidades emplazadas allí, ese plan no funcionó», subrayó.

Varios diputados de la Rada, entre ellos el líder del partido UDAR (Golpe), Vitali Klitschkó, acusaron al Gobierno de no haber ofrecido resistencia a las tropas rusas y de haber abandonado a los leales soldados ucranianos a su suerte.

«Está claro que (las autoridades) están siendo ineficaces. A día de hoy, si las cosas siguen igual, podemos plantear la elección de un nuevo presidente de la Rada Suprema», aseguró Klitschkó, candidato en las elecciones presidenciales del 25 de mayo.

De hecho, el Parlamento votó hoy una moción de censura contra Turchínov, quien es también jefe del Estado, aunque ésta fue rechazada unánimemente por los diputados.

Klitschkó criticó también la inacción gubernamental ante los crecientes ánimos separatistas que se han propagado a las regiones orientales del país, con población rusohablante.

«Para combatir el separatismo se necesitan medidas firmes. Y la gente no las ve», señaló.

No obstante, la controversia más preocupante la protagonizaron el líder de Sector de Derechas, Dmitri Yarosh, y el ministro del Interior, Arsén Abákov, tras la muerte de uno de los activistas más violentos de esa organización ultranacionalista, la principal fuerza de choque en los enfrentamientos con la policía en enero y febrero en Kiev.

«No podemos permanecer callados ante las actividades contrarrevolucionarias del Ministerio del Interior. Exigimos la inmediata renuncia del ministro del Interior, la detención del comandante del destacamento policial Sokol y de aquellos culpables del asesinato», aseguró.

Yarosh se refería a Alexandr Muzichko, quien murió esta madrugada tras ser herido de muerte en un tiroteo con la policía que iba a detenerle como sospechoso de participar en una banda armada.

Muzichko se hizo famoso en Ucrania y en Rusia después de la aparición en internet de varios vídeos: en uno se puede ver cómo el activista, con un fusil Kaláshnikov en mano, intimida a los diputados de la asamblea regional de Rovno, y en otro, cómo golpea, amenaza y humilla al fiscal de esa región.

«Si unos bandidos amenazan al ministro, acepto el desafío. En el futuro mi postura seguirá siendo muy firme contra los bandidos que con armas en la mano violan la ley. Los auténticos patriotas armados protegen las fronteras del país», respondió Abákov.

Por otra parte, hoy llegaron a la capital ucraniana 40 observadores de la OSCE, que se desplazarán al Sur y el Este del país, de mayoría rusohablante y donde los ánimos separatistas se han propagado después de la destitución de Yanukóvich el pasado 22 de febrero.


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